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La muerte en prisión de un líder nacionalista corso aviva el riesgo de disturbios en Córcega


El presidente francés, Emmanuel Macron, ha llamado este martes a mantener la calma en Córcega, una isla que ha pasado una noche en tenso duelo por el fallecimiento de Yvan Colonna. El nacionalista corso de 61 años, controvertida figura del independentismo de la isla, cumplía cadena perpetua por el asesinato de un prefecto en 1998 cuando, hace tres semanas, sufrió una brutal agresión en la cárcel que lo dejó en coma y, finalmente, la noche del lunes le causó la muerte. El ataque a Colonna provocó, a pocas semanas de las elecciones presidenciales, una ola de disturbios e indignación en Córcega que llevó al Ejecutivo galo a proponer de forma inesperada un diálogo con vistas a una eventual autonomía de la isla, así como a autorizar el acercamiento de otros presos nacionalistas que cumplen condenas en diversos puntos del país.

“Lo más importante es que se mantenga la calma”, ha dicho Macron en la emisora regional France Bleu, en la que también ha pedido “responsabilidad” a las autoridades locales, mientras ha reiterado la promesa oficial de que se investigarán rápidamente las causas del ataque a Colonna.

El 2 de marzo, un preso condenado por yihadismo, el camerunés Franck Elong Abé, atacó al nacionalista corso en la sala de musculación de la cárcel de Arlés, en el sur de Francia, penal en donde ambos cumplían condena. Según las imágenes de videovigilancia, Abé se lanzó sobre Colonna, presuntamente indignado por una blasfemia del corso y, durante ocho minutos, le estranguló con las manos y trató de ahogarlo con una bolsa de plástico sobre la cabeza sin que intervinieran los agentes de seguridad. Algo que ha sido ampliamente considerado como un fallo de protocolo, sobre todo teniendo en cuenta que tanto Colonna como Abé eran “detenidos particularmente señalados”, por lo que estaban sometidos a una vigilancia reforzada.

“Todos conocemos las razones que llevaron a Yvan Colonna a prisión, el asesinato a sangre fría del prefecto [Claude] Érignac, pero las circunstancias dramáticas en las que ha sido asesinado son, evidentemente, muy chocantes”, reconoció este martes el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, en la emisora Europe 1. Por ello, añadió, ”vamos a investigar qué pasó, cuáles son las responsabilidades”. Attal recordó que se ha abierto una información judicial, se está realizando una inspección e incluso se celebrarán audiencias parlamentarias al respecto.

Colonna (Ajaccio, 1960) era el independentista preso más famoso de Córcega. Hijo de un profesor y diputado que abandonó sus estudios para entregarse a la causa independentista de la isla, Colonna siempre negó ser responsable de la muerte de Érignac, el prefecto de Córcega asesinado de tres tiros la noche del 6 de febrero de 1998, cuando iba a un concierto de música clásica. Tras permanecer huido durante cuatro años, en los que se le creyó en Venezuela, Cerdeña, Vanuatu o Costa Rica, pero que en realidad pasó escondido como pastor cerca de Propriano, en el sur de Córcega, Colonna fue detenido y sometido a un largo proceso judicial hasta que, en 2011, se ratificó de manera definitiva su condena a cadena perpetua.

Los llamamientos de su familia y del movimiento nacionalista corso para acercarlo a la isla fueron desoídos hasta su agresión a comienzos de mes, que provocó fuertes protestas en Córcega. Los enfrentamientos más duros se produjeron el pasado domingo en Bastia, donde una manifestación violenta dejó 107 heridos, 77 de ellos, agentes del orden.

En una visita de tres días la semana pasada, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, prometió abrir discusiones con las autoridades de la isla —el presidente del Ejecutivo local, el autonomista Gilles Simeoni, fue uno de los abogados de Colonna— sobre la posibilidad de una autonomía corsa. El diálogo comenzará en abril, según ha confirmado el portavoz del Gobierno este martes. No obstante, Attal ha recordado que París fijará varias “líneas rojas”: “Se trata, evidentemente, de mantener a Córcega en la República y el hecho de que jamás aceptaremos que haya dos categorías de ciudadanos en la República”, ha dicho.

La noticia de la muerte de Colonna hizo temer una nueva oleada de disturbios. Pero la primera noche ha pasado en calma, conforme al llamamiento de la familia que había pedido que se respete el “tiempo de duelo”. Una decena de personas se congregaron durante la noche en Bastia ante la verja del palacio de justicia donde colgaron banderas con el eslogan “Statu francese assasinu” (Estado francés, asesino, en corso), mientras que, en Ajaccio, varias personas se reunieron en silencio ante la catedral, informa Le Parisien.

Este martes, numerosos institutos de secundaria de la isla, así como la universidad, amanecieron bloqueados con contenedores y banderas, mientras muchos estudiantes rendían un homenaje, también por el momento sin violencia, a Colonna, según la emisora Franceinfo.

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