La nueva plaza de España, el corazón de ocho enclaves históricos de Madrid


Madrid estrena este lunes una nueva plaza de España. La expectación entre los madrileños es máxima. Ausentes de pisar y pasear por este corazón de la ciudad de 37.000 metros cuadrados desde hace más de 700 días, la capital estrena este lunes una reconfiguración paisajística sin precedentes. No se trata de un simple cambio de imagen estético. Es una mutación urbana que conecta de golpe hasta ocho enclaves históricos —icónicos y turísticos— como son el parque del Templo de Debod, la Casa de Campo, Madrid Río, Campo del Moro, plaza de Oriente, el Palacio Real, los jardines de Sabatini y hasta la Gran Vía. Todos ellos contarán desde este lunes con la plaza de España como su eje central. “Un vecino”, recordó hace unos días el alcalde José Luis Martínez-Almeida, “podrá desplazarse desde el Palacio Real al Templo de Debod y desde la Puerta del Sol hasta la Casa de Campo prácticamente sin cruzar un solo semáforo”.

Red peatonal del centro de Madrid

Calles, parques y jardines

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Calles, parques y jardines

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Calles, parques y jardines

Soterramiento del tráfico

Jardines

del Campo

del Moro

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Calles, parques y jardines

Soterramiento del tráfico

Jardines

del Campo

del Moro

El inicio de este gran proyecto transformador para la ciudad fue planificado por la anterior alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid), hace cuatro años, en 2017, cuando solo llevaba dos de mandato. Ahora, será la gran herencia de la legislatura del ejecutivo de coalición de PP y Ciudadanos, que atraviesa su tercer curso de gobierno sin grandes obras de calado. El proyecto y la ejecución ha costado a las arcas públicas alrededor de 70 millones de euros, tras un reajuste de un 20% del presupuesto por los hallazgos arquitectónicos surgidos durante las excavaciones. Las obras generaron cerca de 2.500 empleos, según el Ayuntamiento.

Desde el principio, los trabajadores se enfrentaron a numerosos obstáculos. No era un proyecto sencillo. Las máquinas dejaron de funcionar varias veces por las complejidades arquitectónicas de la remodelación ―que afectaban a la zona arqueológica del recinto histórico de la Villa de Madrid, protegida como Bien de Interés Cultural―, las inclemencias de la catástrofe que supuso para la ciudad la borrasca Filomena a principios de año, y los meses más duros de la pandemia, con el cerrojazo a la construcción.

Pero el gran frenazo, sin duda, y donde coinciden los arquitectos y los trabajadores, fue el hallazgo de los muros de las caballerizas reales del siglo XVI, que aparecieron al empezar a excavar en la calle de Bailén con la finalidad de unir el túnel de esta vía con la plaza para soterrar el tráfico. Las máquinas también descubrieron una arquería del muro de contención del paseo ronda del cuartel de San Gil y restos de los sótanos del palacio de Godoy, del siglo XVIII. Todos estos hallazgos incrementaron el presupuesto en casi nueve millones de euros más.

Un nuevo proyecto de ciudad

“El origen de esta reforma es muy simple”, recuerda por teléfono el exedil de Urbanismo con Carmena, José Manuel Calvo. “Nos la planteamos cuando el hotel de plaza España fue vendido finalmente al Grupo Riu. Fue en ese momento cuando mi equipo y yo planteamos a Carmena cambiar el debate político y cultural del edificio a la plaza y no al revés, ahí le dije que había que remodelar la zona”.

El director general de Infraestructuras y obras del Ayuntamiento, José Luis Infazón, ―que también lo fue con Carmena― cree que la obra es, literalmente, un proyecto nuevo de ciudad. “Significa mucho, porque conecta espacios públicos de gran valor que antes estaban desconectados por el tráfico”, afirma.

Las novedades de la reforma

Al retirarse el tráfico en superficie y discurrir por debajo, se ha obtenido una gran plataforma libre de obstáculos

Circulación de vehículos

1. Ferraz-Princesa

2. Bailén-Ferraz

3. Cuesta de San Vicente-Gran Vía (solo sentido subida)

El lateral norte pasa a ser peatonal, si bien se mantienen los accesos a los aparcamientos subterráneos. Se clausura la entrada al túnel desde esta vía

Se integran los restos arqueológicos hallados. Arquería del muro de contención del paseo de ronda del cuartel de San Gil

Reordenación completa de las zonas verdes

Restos de los sótanos del palacio de Godoy (s. XVIII)

40 metros de contrafuerte de los jardines originales de Sabatini visibles al público a través de una acera acristalada

Las novedades de la reforma

Al retirarse el tráfico en superficie y discurrir por debajo, se ha obtenido una gran plataforma libre de obstáculos

Circulación de vehículos

1. Ferraz-Princesa

2. Bailén-Ferraz

3. Cuesta de San Vicente-Gran Vía (solo sentido subida)

El lateral norte pasa a ser peatonal, si bien se mantienen los accesos a los aparcamientos subterráneos. Se clausura la entrada al túnel desde esta vía

Se integran los restos arqueológicos hallados. Arquería del muro de contención del paseo de ronda del cuartel de San Gil

Reordenación completa de las zonas verdes

40 metros de contrafuerte de los jardines originales de Sabatini visibles al público a través de una acera acristalada

Restos de los sótanos del palacio de Godoy (s. XVIII)

Las novedades de la reforma

1. Ferraz-Princesa

2. Bailén-Ferraz

3. Cuesta de San Vicente-Gran Vía (solo sentido subida)

Circulación de vehículos

Al retirarse el tráfico en superficie y discurrir por debajo, se ha obtenido una gran plataforma libre de obstáculos

El lateral norte pasa a ser peatonal, si bien se mantienen los accesos a los aparcamientos subterráneos. Se clausura la entrada al túnel desde esta vía

Se integran los restos arqueológicos hallados. Arquería del muro de contención del paseo de ronda del cuartel de San Gil

Frente al Edificio España, se ensanchan las aceras y se reducen los carriles de ocho a cinco

La fuente del Nacimiento del Agua, antes frente al Edificio España, se ha traslado al extremo opuesto de la plaza

El monumento a Cervantes sigue como hasta ahora, pues Patrimonio no autorizó ninguna transformación

Reordenación completa de las zonas verdes

Dos ascensores para garantizar el acceso de las personas con movilidad reducida

40 metros de contrafuerte de los jardines originales de Sabatini visibles al público a través de una acera acristalada

Restos de los sótanos del palacio de Godoy (s. XVIII)

Las novedades de la reforma

1. Ferraz-Princesa

2. Bailén-Ferraz

3. Cuesta de San Vicente-Gran Vía (solo sentido subida)

Circulación de vehículos

Al retirarse el tráfico en superficie y discurrir por debajo, se ha obtenido una gran plataforma libre de obstáculos

El lateral norte pasa a ser peatonal, si bien se mantienen los accesos a los aparcamientos subterráneos. Se clausura la entrada al túnel desde esta vía

Se integran los restos arqueológicos hallados. Arquería del muro de contención del paseo de ronda del cuartel de San Gil

Frente al Edificio España, se ensanchan las aceras y se reducen los carriles de ocho a cinco

La fuente del Nacimiento del Agua, antes frente al Edificio España, se ha traslado al extremo opuesto de la plaza

El monumento a Cervantes sigue como hasta ahora, pues Patrimonio no autorizó ninguna transformación

Reordenación completa de las zonas verdes

Dos ascensores para garantizar el acceso de las personas con movilidad reducida

40 metros de contrafuerte de los jardines originales de Sabatini visibles al público a través de una acera acristalada

Restos de los sótanos del palacio de Godoy (s. XVIII)

“La remodelación de plaza España”, opina Calvo en su libro Manual de un gobierno progresista (Catarata, 2020), “tendrá una trascendencia similar a la que en su momento tuvo Madrid Río, aún tratándose de una escala menor. Probablemente, con la obra de plaza de España, estemos ante el proyecto más relevante para Madrid de la próxima década”.

El diseño salió en 2017 a concurso internacional. Los ganadores fueron los arquitectos Fernando Porras-Isla, Lorenzo Fernández-Ordoñez y Aránzazu La Casta (Porras Guadiana Arquitectos), que también fueron los coautores de Madrid Río, el parque urbano inaugurado en 2011 y que ha supuesto un cambio radical para la ciudad junto al río Manzanares.

El diseño de las obras de plaza España se denominó Welcome Mother Nature (Bienvenida Madre Naturaleza), y obtuvo el 52% de los votos en una macroconsulta ciudadana promovida por el Ejecutivo municipal, que juntaba preguntas sobre la Gran Vía y actuaciones en los distritos. La iniciativa costó al erario público 1,1 millones de euros e involucró a 212.000 ciudadanos, de 2,7 millones con derecho a voto. Se enviaron papeletas a casa, como si fuera un referéndum o unas elecciones municipales.

Obras de la Plaza de España este viernes y el estado de la Plaza en mayo de 2019. Luis Sevillano / Claudio Álvarez

“Lo primero que hicimos fue una revisión de la movilidad, con la intención de rebajar el número de metros cuadrados que representaba el automóvil”, recuerda por teléfono el arquitecto Fernando Porras-Isla. “Esto es posible, y quiero remarcarlo, gracias a Madrid Central. Sin Madrid Central este proyecto no sería posible”. Porras-Isla define su proyecto como una fuerte “revisión de la movilidad” y como “un gran proyecto de accesibilidad”. Se han rebajado todas las aceras y han desaparecido todas las barreras que existían. Solo un ejemplo: “Los Jardines de Sabatini, que antes eran un espacio hundido y con barreras, ya son accesibles. Como por arte de magia, ahora están unidos todos estos entornos y por el mismo nivel”.

Otro punto clave es la vegetación, de ahí el nombre del proyecto. “Esto es una artería importantísima. La plaza de España, desde el aire y con la nueva arboleda, es una especie de pulpo verde visto desde arriba. Un epicentro verde que viene de la Casa de Campo, del Templo de Debod y de Madrid Río. Hemos plantado más de 1.000 árboles nuevos para dar colores otoñales e implantar una nueva vegetación en el centro de la ciudad”.

Un punto que recuerda bien el entonces edil de Urbanismo, José Manuel Calvo: “Este espacio se había ido degradando con el paso del tiempo hasta convertirse en una suerte de fondo de saco rodeado de un tráfico incesante. A su vez, la frondosidad que había alcanzado el arbolado provocaba una sensación constante de falta de iluminación, lo que sumado a la dificultosa conexión peatonal que había con la plaza Oriente y con el parque del Oeste, hacía que no resultara demasiado apetecible pasear por allí cuando empezaba a escasear la luz del día”. Todo esto ha terminado hoy.

Parques y recorrido arqueológico

La nueva plaza tendrá diferentes usos. Situada encima de un gran aparcamiento ―hay que recordar que la alcaldesa popular Ana Botella propuso una reforma que, básicamente, contenía la remodelación del parking subterráneo en 2014―, tendrá ahora una zona de parque para niños, otra para mayores, e incluirá también un recorrido arqueológico donde se podrán ver parte de los restos hallados durante la reforma.

Como principal novedad, se instalará una cafetería en el centro de la plaza. Recibirá el nombre de Café de Cervantes. Se trata de un pabellón de 250 metros cuadrados que alojará un salón para unas 60 personas y una terraza adyacente. La mayor particularidad de este bar es su fachada que, con el tiempo, se cubrirá con una planta trepadora de forma que, cuando esta haya crecido, el aspecto del pabellón será el de una colina verde. La enredadera ascenderá por un sistema de rejillas envolventes. Actualmente, el edificio está en construcción con la estructura terminada. El concesionario que lo gestione deberá finalizarlo, incluyendo su decoración interior.

Recreación del futuro Café de Cervantes de la plaza de España.

“Estoy muy contento con el resultado de las obras”, opina el arquitecto Fernando Porras-Isla. “Esto es un cambio que nadie se espera. Quienes lo vean van a pensar que siempre fue así. Ahora todo se amolda muy suavemente. Cuando los madrileños y turistas acudan, siempre creerán que todo estaba de esta manera”.

De huerto a eje central

Hubo un tiempo en que la plaza de España era un inmenso huerto. Hace casi 500 años este corazón de Madrid era un extenso cultivo de hortalizas que se nutrían del arroyo de Leganitos, pegado a la plaza y actual nombre de una de las calles paralelas a la Gran Vía. Desde entonces, este mítico templo de peregrinación turística y lugar emblemático para los madrileños, ha sufrido varias transformaciones.

Ámbito de la renovación 2019-21

(futura plaza

de España)

Ámbito de la renovación 2019-21

(futura plaza

de España)

Ámbito de la renovación 2019-21

(futura plaza

de España)

Ámbito de la renovación 2019-21

(futura plaza

de España)

A mediados del siglo XVII, casi 100 años después de que Felipe II trasladara la corte de Toledo a Madrid, el espacio que ahora ocupa la plaza de España estaba situado en un hundido a las afueras de la villa. La parcela albergaba huertas y cultivos, según recogió con todo detalle el plano elaborado en 1656 por el cartógrafo portugués Pedro de Texeira (1595-1662) bajo encargo de Felipe IV. La parcela mantuvo las huertas durante 150 años más, hasta que Carlos III decidió el traslado del convento de San Gil desde la plaza de Oriente a este lugar.

En 1789, se inició la construcción del edificio del convento sobre las fincas adquiridas por el rey, pero los frailes nunca llegaron a mudarse. A lo largo del siglo XIX, se produjeron varios proyectos de ampliación y modificación, por lo que las obras nunca llegaron a concluirse. Sin embargo, sí fue aprovechado años después, durante la invasión francesa, cuando José Bonaparte albergó allí la Guardia de Corps que protegía el palacio por el flanco norte en su breve reinado de España, entre 1808 y 1813. También alojaría a tropas de caballería y artillería. El espacio que quedó entre el cuartel y la actual Cuesta de San Vicente fue denominado plaza de San Marcial.

1873. El convento-cuartel de San Gil

Ámbito de la renovación 2019-21

Maestranza

de Artillería

1873. El convento-cuartel de San Gil

Ámbito de la renovación 2019-21

Maestranza

de Artillería

1873. El convento-cuartel de San Gil

Ámbito de la renovación 2019-21

Maestranza de Artillería

1873. El convento-cuartel de San Gil

Ámbito de la renovación 2019-21

Maestranza de Artillería

Se mantuvo así hasta la llegada del siglo XX, cuando las necesidades urbanas de la capital transformaron por completo el lugar. La configuración y extensión actual de la plaza quedó fijada con la concepción de dos grandes intervenciones: el derribo del cuartel de San Gil y la creación de la Gran Vía. El toque solemne llegaría con la construcción del monumento a Cervantes.

Una ley de 1896 permitió al Ministerio de Guerra la venta del solar del cuartel, si bien las actuaciones de derribo no se iniciaron hasta 1906. Éstas se prolongaron cuatro años, tiempo en el cual Jesús Carrasco Muñoz, arquitecto municipal, expuso un anteproyecto para la creación de “una plaza amplia y regular” flanqueada por edificios modernistas de diferente estilo. Su uso sería político ―la presidencia del Consejo de Ministros, o la Tenencia de Alcaldía, por ejemplo―, civil, militar ―la Capitanía General―, o de infraestructuras de transporte, como el acceso por túnel a la estación de ferrocarril del Norte, todo ello cerrado por el noreste con un gran pórtico dedicado a las Artes, las Letras, las Ciencias, el Comercio y la Industria. En la misma plaza, un quiosco de música y el monumento a Cervantes. Las alineaciones urbanísticas fueron aprobadas en 1911 y las obras de jardinería estuvieron terminadas en 1917, pero la configuración final de la plaza no se decidió hasta 1921, cuando se resolvió definitivamente el tercer tramo de la Gran Vía, a costa de parte del barrio de San Marcos. En diciembre de 1924 se publicarían las 111 fincas que se iban a expropiar para construir el tercer y último tramo de la vía.

1927. Un espacio amplio y monumental

Ámbito de la renovación 2019-21

Zona despejada de edificios por los derribos realizados para la creación de la Gran Vía

Plaza de España.

Monumento

a Cervantes

1927. Un espacio amplio y monumental

Ámbito de la renovación 2019-21

Zona despejada de edificios por los derribos realizados para la creación de la Gran Vía

Plaza de España.

Monumento

a Cervantes

1927. Un espacio amplio y monumental

Ámbito de la renovación 2019-21

Plaza de España.

Monumento

a Cervantes

Zona despejada de edificios por los derribos realizados para la creación de la Gran Vía

1927. Un espacio amplio y monumental

Ámbito de la renovación 2019-21

Plaza de España.

Monumento

a Cervantes

Zona despejada de edificios por los derribos realizados para la creación de la Gran Vía

En 1915, con motivo del tercer centenario de Cervantes y previo a la terminación de la Gran Vía, se convoca un concurso internacional de ideas para dedicarle un monumento al escritor. Esta iniciativa nació a su vez de otra promovida en 1905 por el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, don Carlos María Cortezo, cuya ubicación sería la plaza del Callao, también en Madrid. Tras una exposición pública con escaso apoyo institucional y un concurso poco transparente que le valió las quejas de la época, el proyecto definitivo fue adjudicado a Martínez Zapatero y Collaut-Varela en 1916, pero no se inició hasta 1926. Entre tanto, las obras del primer ajardinamiento, en 1917, reservaron un espacio central para levantar el monumento. Finalmente fue inaugurado en 1929, aunque de forma parcial, porque hasta 1960 no estuvieron colocadas todas las esculturas del conjunto, que tuvo que terminar el hijo de Collaut por el fallecimiento de su padre, Lorenzo.

1943. A vueltas con el momumento

a Cervantes

Ámbito de la renovación 2019-21

Torre de Madrid

(sin construir)

Edificio España

(sin construir)

1943. A vueltas con el momumento

a Cervantes

Ámbito de la renovación 2019-21

Torre de Madrid

(sin construir)

Edificio España

(sin construir)

1943. A vueltas con el momumento a Cervantes

Ámbito de la renovación 2019-21

Edificio España

(sin construir)

Torre de Madrid

(sin construir)

1943. A vueltas con el momumento a Cervantes

Ámbito de la renovación 2019-21

Torre de Madrid

(sin construir)

Edificio España

(sin construir)

Entre tanto, el entorno sufre otras transformaciones. Se ensancha la calle de Bailén y se levantan los dos inmuebles más emblemáticos de la plaza: el edificio España (1948-1953) y la Torre de Madrid (1954-1957, en su primera fase, y 1960 hasta su cota máxima). Pero los cambios no finalizaron aquí. La siguiente reforma llegó en 1969, con una renovación de la jardinería para dar cabida a la fuente del “Nacimiento del Agua”, del arquitecto Manuel Herrero Palacios, director de Parques y Jardines Municipales de Madrid, y el añadido de una lámina de agua y un pequeño bosque de olivos centenarios, robles y cipreses frente al monumento a Cervantes.

En 1972, la construcción del paso elevado que unió en superficie la calle de Bailén con Ferraz para el paso de vehículos y el nuevo acceso a los jardines de Sabatini trajeron consigo una merma de los jardines originales de la plaza de España. El proyecto que se inaugura este lunes recupera parte de ese espacio urbano que sirve de jardín y de zona comunicación de los viandantes.

Aspecto antes de la última reforma

Imagen de satélite de 2019

Aspecto antes de la última reforma

Imagen de satélite de 2019

Aspecto antes de la última reforma

Imagen de satélite de 2019

Aspecto antes de la última reforma

Imagen de satélite de 2019

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