En los últimos noventa y primeros dos mil, Pete Doherty era una figura indispensable en la música británica, pero también en sus noches y sus fiestas. Junto a sus bandas The Libertines, primero, Babyshambles, después, e incluso como solista, fue uno de esos rockeros que no faltaban a los eventos de Londres, a los festivales de moda, que eran el centro de atención. Pero ahora, a sus 42 años, la vida de Doherty está muy lejos de aquellas juergas infinitas y de las drogas que tantos problemas le causaron. El artista vive casi en el anonimato. Se ha asentado, junto a su actual pareja, en la región francesa de Normandía, donde se le puede ver caminando por el campo, haciendo la compra o jugando con su perro.
Poco queda ya de aquel enfant terrible de la música que llegó a pintar un retrato de su entonces novia, Kate Moss, con su propia sangre. El diario Daily Mail ha publicado una serie de imágenes de él donde se le ve con vaqueros, camiseta blanca y chanclas, muy lejos de las chupas de cuero y de aquellos trajes negros con corbata a juego que le caracterizaron hace casi dos décadas.
El músico vive ahora en el pueblo de Etretat, en la Normandía francesa. Doherty siempre ha pasado largas temporadas en Francia, pero más bien en París. Sin embargo ahora ha decidido asentarse en esta pequeña localidad francesa de apenas 1.400 habitantes junto a su novia, Katia de Vidas, integrante de la última banda en la que participó el cantante, Puta Madres. Allí pasan sus días junto a su perro y dos gatos. De Vidas ha superado un cáncer de mama del que se recuperó por completo en octubre, según anunció en sus redes sociales, y durante los meses de tratamiento ha tenido a Doherty a su lado.
Un amigo ha declarado a The Sun, que también muestra algunas fotografías de la nueva vida del cantante, que pese a que el confinamiento ha afectado negativamente a mucha gente, a Doherty le ha venido muy bien: “Nunca le había visto tan feliz”. “Solía vivir una vida rápida, hedonista, era el epítome del rock and roll. Pero este estilo de vida relajado le encaja a la perfección”, explica esa fuente. Doherty ya había probado la vida rural porque junto a The Libertines compró un hotel en la costa inglesa, en la localidad de Margate, donde pasó largas temporadas y del que ha dicho que en ocasiones fue su único techo.
Pero pocos habrían pensado que este estilo de vida iba a encajar en el mundo de Doherty, que tiene un largo historial de posesión y consumo de drogas. En enero de 2006 fue detenido por poseer drogas y conducir bajo los efectos de las mismas. En marzo del mismo año se declaró culpable de siete delitos de posesión de drogas en una vista celebrada ante un tribunal de Londres. En verano de 2007, tuvo que pasar un par de veces por la cárcel por posesión de drogas. En 2008 volvió a ir a prisión por saltarse la libertad condicional, tras una sentencia de cuatro meses por consumo de drogas. En 2012 llegó a ingresar en una clínica de rehabilitación de lujo en Tailandia de la que acabó expulsado por sus pocos intentos de salir de la heroína y por considerarlo una mala influencia para otros pacientes.
Sus problemas legales se han perpetuado con el tiempo, porque en octubre de 2019 le multaron por un exceso de velocidad continuo: le pillaron cuatro veces en tres semanas, y tuvo que pagar casi 11.000 euros. Un mes después, tuvo una multa de casi 10.000 por comportamiento violento cuando estaba borracho en París, donde le arrestaron dos veces en una misma semana.
También escandalosas han sido sus relaciones, la más sonada con Kate Moss, con la que llegaron a fijar fecha para una boda que nunca se celebró. Muchos recordarán las fotografías en las que la modelo aparecía consumiendo cocaína y que le supusieron un grave golpe a su carrera. Aquello fue en el estudio de grabación de un disco de Babyshambles con Doherty. El cantante también flirteó con Amy Winehouse, a la que también le pintó un cuadro con su propia sangre y que llegó a venderse por 43.000 euros. Además, tiene dos hijos: Astile, nacido de una relación con la cantante y compositora Lisa Moorish, y que en julio cumplirá 18 años; y una hija, Aisling, de nueve, tras suna breve relación con la modelo Lindi Hingston.