La historia del séptimo arte la escriben algunos icónicos cineastas, pero también el poder y la visión de las grandes productoras y distribuidoras de Hollywood. Por ello, no es de extrañar que, tradicionalmente, hayan existido disputas autor/productor de grandes dimensiones a lo largo de los años, como es el caso reciente de la ruptura entre Christopher Nolan y Warner Bros. Sin embargo, la historia de la que hablaremos se remonta bastante en el tiempo, casi 75 años y enfrentó al director Alfred Hitchcock y al mismísimo Walt Disney.
El mago del suspense y el creador de la casa del ratón fueron (y son) dos de las figuras más relevantes de la industria. El primero, por ser un pionero y un original innovador en la manera de contar las historias a través de la cámara, mientras que el segundo armó de la nada la que quizás es a día de hoy, el mayor conglomerado del entretenimiento mundial. No obstante y respeto aparte, ambos se enfrentaron por la realización del largometraje The Blind Man. Un proyecto que iba a protagonizar James Stewart y que nunca llegó a buen término por culpa de Disney.
A Walt Disney le horrorizó ‘Psicosis’
The Blind Man iba a ser filmada en 1961, tan sólo un año después del estreno de la obra que lo cambiaría todo: Psicosis. La historia sobre el asesino Norman Bates supuso un antes y un después en el lenguaje cinematográfico, pero también escandalizó a mucha gente, entre ellos a Walt Disney. El efecto del filme provocaría el rechazo de Walt Disney, que hizo todo lo posible para que la película no llegase a las salas.
La historia contaba cómo un pianista de jazz llamado Larry Keating (Stewart) se sometía a un innovadora cirugía de trasplante de ojo. Al principio, la operación es un éxito, pero al poco tiempo aparece un efecto secundario aterrador. Keating no puede dejar de ver en su nueva mirada al hombre que asesinó a su donante, lo que le obligará a intentar atrapar y detener al asesino antes de que siga cometiendo más crímenes.
La cuestión es que una escena clave de la historia se desarrollaba en Disneyland y por supuesto, el creador de Bambi y La cenicienta no iba a dejar que un hombre tan apasionado por la violencia gráfica profanase su santuario. Por supuesto, el guionista Ernest Lehman intentó reorientar la historia sin dar finalmente con una alternativa mejor, por lo que acabaría abandonando el proyecto y dejando a Hitchcock sin escritor.
A pesar de esas trabas, Mark Gatiss completó el guion medio siglo después y en 2017, pudimos obtener una versión sin la mano del realizador y bajo el protagonismo de Hugh Laurie (House).
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