Hace tiempo que su nombre y su trabajo resuenan en el mundo gastronómico. Este miércoles, la peruana Pía León se ha convertido en la mejor chef femenina del mundo, según la prestigiosa lista The World’s 50 Best Restaurants. La cocinera, de 34 años y al frente de Kjolle, en el distrito limeño de Barranco, fue durante 10 años jefa de cocina de Central, ubicado en el mismo edificio y del que es copropietaria junto a Virgilio Martínez, su pareja, con el que además regenta Mil, un proyecto en los Andes a 3.680 metros de altura.
Más información
“Ahora, León está lista para subir al escenario mundial y obtener el reconocimiento que se merece”, ha manifestado la organización del certamen al fallar el galardón, que ha destacado que con León y Martínez al frente, Central —a donde ella llegó después de pasar por el hotel Ritz de Nueva York y Astrid y Gastón, también en Lima, del reputado Gastón Acurio— se convirtió durante tres años consecutivos en el mejor restaurante de Latinoamérica. En 2015, León decidió poner en marcha su propio establecimiento para expresar sus “propias ideas” y tener su “propia voz”, tal y como desvela en un vídeo publicado en Twitter con motivo de la distinción. Kjolle abrió sus puertas en 2018 y, al año siguiente, logró colarse en el puesto número 21 de los 50 mejores restaurantes de la región. Mientras que el hilo conductor de Central, en el que se engrandeció la figura de León, se basa en la gastronomía peruana según diferentes altitudes, la propuesta personal de Kjolle —cuyo nombre hace referencia a un árbol que crece en alturas extremas— pone en valor ingredientes de todo el país como el loche (un tipo de calabaza) y la cocona (una planta amazónica) a través de un menú degustación de siete elaboraciones y la posibilidad de comer a la carta.
León, que ya fue nombrada en 2018 la mejor chef de Latinoamérica por la misma lista, ha asegurado sentirse “sorprendida” por la votación en un vídeo difundido en la cuenta de Twitter de The World’s 50 Best y ha afirmado estar feliz porque su trabajo y el de su equipo sean reconocidos. Para la chef, que se sintió atraída por la gastronomía desde muy pequeña y ve en su profesión una forma de ofrecer felicidad a los demás, su objetivo al frente de Kjolle es que los comensales “puedan aprender sobre biodiversidad peruana”.
La categoría en la que ha sido premiada León y en la que fueron distinguidas otras profesionales como Elena Arzak y Daniela Soto Inés no está exenta de polémica, ya que algunas cocineras cuestionan que deba existir un reconocimiento específico para las mujeres. Una posición que comparte, por ejemplo, la chef catalana Carme Ruscalleda, que rechazó el título. “No sentí que rechazaba un premio, lo hice porque creí que defendía que no tenían que reírse en nuestras narices. Me carteé mucho con ellos, les quería hacer entender que nos hacía mal a las mujeres. ¿Qué será lo próximo? ¿El mejor cocinero de color?”, explicó en 2019 en una entrevista en El País Semanal. Una afirmación con la que se mostró de acuerdo María José San Román, impulsora en 2018 de la asociación Mujeres en gastronomía, para dar visibilidad al talento femenino.