Personas que pasean por el centro de Madrid.JUAN BARBOSA
La población en España vuelve a aumentar después de que la pandemia rompiera bruscamente la tendencia de crecimiento del último lustro. En el último año, el número de habitantes en el país ha aumentado en 50.490 personas, según los datos provisionales publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este aumento general del 0,1% esconde, en realidad, una brecha entre la población española y la extranjera, la única que aumenta, compensando la pérdida de la primera. Mientras que hay casi 22.000 españoles menos que en enero de 2021 —un descenso del 0,1%—, los ciudadanos de terceros países aumentan en un 1,3%. Esto hace posible que 2021 cierre con un saldo positivo hasta alcanzar una población total de 47.435.597 personas.
El número de residentes extranjeros ha rebasado, por primera vez, los cinco millones y medio. De ellos, el mayor aumento se da entre los habitantes de países extracomunitarios, que se elevan en 59.010, el equivalente a una subida del 1,5% con respecto al año anterior. Marruecos destaca como el primer país de origen de los llegados a la península, seguido, muy por detrás, por Colombia. También crece el número de residentes de la antigua Unión Europea previa a la salida del Reino Unido, aunque en menor proporción: 13.400 en total, un 0,8% más que hace un año. La principal nacionalidad entre ellos es la rumana, seguida de la británica y la italiana. Sin embargo, a pesar de seguir en cabeza, el número de ciudadanos de Rumania es el que más desciende en el último año (-21.376).
Los extranjeros de la UE, mayores que los demás
Los ciudadanos extracomunitarios presentan una media de edad inferior a los de la antigua UE previa al Brexit. Mientras que los llegados de Reino Unido tienen en promedio 54,1 años; aquellos que proceden de Marruecos tienen de media 32, entre otros ejemplos. Esto parece indicar que, en algunos casos, se elige España como lugar de retiro y descanso (Reino Unido) y, en otros, como destino para trabajar (Marruecos).
Esa brecha de edad también se observa, de forma general, entre la población extranjera y la española. Mientras que el promedio en la primera es de 37,1 años, el de la española asciende hasta los 45. Esa diferencia es especialmente pronunciada cuando miramos la franja que va de los 16 a los 44 años. Algo más de la mitad de los extranjeros inscritos en el padrón se encuentran dentro de ese tramo, un porcentaje que desciende hasta el 32,6% para los ciudadanos de nacionalidad española. Aunque el mayor porcentaje de españoles también se concentra en ese tramo, le siguen muy de cerca los que se encuentran entre los 45 y los 64 años, que representan un 30,9% del total nacional.
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