Los entrenamientos libres del GP de Hungría de F1 2020 demostraron lo que ya se temía Carlos Sainz el jueves, que Racing Point estaría muy lejos. El español dejaba entrever que al coche rosa ya no se le podía considerar un rival directo en una F1 ya que estaba “cerca de Mercedes” y demostró tener un mejor ritmo de carrera en Austria que Red Bull, el teórico aspirante a pelear por todo con Mercedes en 2019.
De esta manera, cada vez parece más claro que la parrilla está liderada por 4 ‘Mercedes’, los dos oficiales y los dos coches rosa, con una copia polémica del Mercedes de 2019. Solo Stroll, con uno de los RP20, tiene un peor rendimiento que su compañero mexicano y está todavía lejos de las ‘flechas negras’. Pero no cabe duda de que si su volante estuviera ocupado por una primera espada, su coche estaría ahí arriba. Todo ello, debido a un calco del coche campeón de 2019 que sigue trayendo cola después de la controversia generada ya desde los pasados test de Barcelona.
Por aquel entonces, Carlos Sainz apuntaba a MD que le había preguntado a su ingeniero el motivo por el que McLaren no había optado por una estrategia similar a los Racing Point, copiando las fortalezas de Mercedes. “Me ha dicho que es imposible copiar un Mercedes y un F1 con todos sus detalles”
, decía claramente, dando fuerza con mucha sutileza al rumor cada vez más persistente en el paddock de que Racing Point habría comprado gran parte del monoplaza campeón del año pasado para asegurarse estar entre los mejores, justo por detrás de los de la estrella.
Racing Point se defendía por aquel entonces. Decía que habían copiado el coche de Mercedes en base a fotografías y a un estudio, pero que había creado el monoplaza “al 100%” con sus propias manos, algo que de ser cierto, sería legal.
Renault, avispada protesta a partir de una pieza
En la F1 se puede copiar e incluso se pueden comprar algunas piezas de otros coches, pero el reglamento deportivo marca una serie de piezas (‘listed parts’) que deben ser diseñadas por el equipo. Se puede externalizar su creación a otra empresa, pero digamos que la propiedad intelectual de dichas piezas debe ser de cada escudería.
Así pues, llegamos a la polémica de este GP de Hungría. McLaren declaró hace semanas que no presentaría ninguna queja por un coche de Racing Point que el jefe de los de Woking ya denomina como ‘Mercedes’ sin esconderse. La FIA incluso visitó la fábrica del equipo rosa en Silverstone para estudiar la situación. Todo parecía correcto hasta que Renault presentó una queja formal a la FIA por una parte concreta del RP20 usada en las dos primeras carreras del año en Austria: las cubiertas de frenos.
Volviendo a las ‘listed parts’ anteriormente citadas, hay que destacar que en 2019 la cubierta de frenos no estaba entre ellas, pero en el reglamento deportivo de 2020 se han añadido. Por ello, Renault fue avispado y presentó una queja sin basarse en la totalidad del coche, pero sí en esta pieza concreta, afirmando que Racing Point
habría comprado esta parte a Mercedes en 2019, algo legal por aquel entonces, pero que usándola en 2020 estaría incumpliendo la normativa. Y se armó el lío.
En Hungría, la queja de
Renault está siendo uno de los temas más hablados en el paddock. Y es que si la FIA le diera la razón a Renault, ello supondría muchos puntos de penalización para Racing Point en el Mundial de Constructores. Y ahí hay muchos millones en juego.
Cruce de declaraciones en Hungría
Marcin Budkowski, de Renault, explicó la importancia de la pieza de la que su equipo sospechaba de Racing Point: “Las cubiertas de los frenos son una parte importante del monoplaza actualmente y pueden marcar la diferencia en el tiempo por vuelta. Hacen más que enfriar los frenos”, apuntaba.
No obstante, el jefe de Racing Point, Otmar Szafnauer, se mostró muy tranquilo en cuanto a la legalidad de sus cubiertas de freno. “En comparación con el Mercedes del año pasado, demostrarán que esta parte fue diseñada exclusivamente por nosotros”, apuntó, instando a la FIA que analizara el interior de estas partes para que se diera cuenta de que no son exactamente iguales a las que usa Mercedes y recalcando que pese a que a simple vista, en imágenes de televisión, parezcan iguales por fuera, por dentro hay diferencias: “Hay cosas que las cámaras no pueden captar como los conductos internos de los frenos y cuando la FIA los mire no tendrá ninguna duda de que los hemos hecho nosotros. Estas cubiertas de freno tienen un interior complejo. Las fotos no son suficientes para copiarlas”.
No obstante, las sospechas sobre Racing Point persisten y sus tiempos y su gran mejora de un año a otro, increíble de no ser a partir de un coche comprado, le delatan. No obstante, por ahora no hay ninguna prueba de que la formación de Lawrence Stroll llegara a un acuerdo por la compra del Mercedes de 2019 o gran parte de él, ni siquiera de planos para crear un coche igual. Aunque uno de los que jamás se corta la lengua, el asesor de
Red Bull Helmut Marko, se mostró contundente hace unas semanas: “No es una copia, es el Mercedes original”
.
McLaren avisa del peligro de “un campeonato de copias”
Por su parte, Andreas Seidl, jefe de Mclaren, avisa del peligro de entrar en un juego de ‘coches B’ con copias exactas de monoplazas de éxito de años anteriores en la Fórmula 1, además de advertir del peligroso precedente que puede causar el caso de Racing Point si la FIA no interviene.
Ante la pregunta sobre hay riesgo de que la Fórmula 1 deje de ser el campeonato que es ahora si declaran legal el Racing Point, Seidl respondía en rueda de prensa de forma contundente: “Sí, hay riesgo”.
“Como siempre he dicho, no gasto mucha energía en eso porque estoy centrado en nuestro equipo y en el camino que estamos haciendo para mejorar como equipo. No conozco todos los detalles de la protesta. Para ser honesto, por lo abiertos y orgullosos que están en Racing Point de su copia, me sorprendería que hayan hecho algo que no sea acorde a lo que la normativa permite”, expresó Seidl, dando algo de crédito a las explicaciones del conjunto rosa, aunque admitiendo que “al mismo tiempo nos parece bien que haya clarificaciones sobre esta cuestión, porque es un tema importante para nosotros como equipo”.
“Es importante y clave clarificarlo por parte de la FIA y la Fórmula 1, para que digan cómo quieren que sea la Fórmula 1 en el futuro. Si quieren una Fórmula 1 que avance en un campeonato de copias, un Mundial en el que tengas tres constructores o fabricantes. Nosotros pensamos que no es el camino correcto y que no es sostenible”.
El mejor escenario para Mercedes
Exista o no un acuerdo entre Mercedes y Racing Point en el que los de la estrella hayan vendido sus coches de 2019, parte de él, algunas piezas o planos secretos a la formación rosa, lo cierto es que el hecho de tener a Racing Point justo detrás es un escenario propicio para la firma alemana.
Sainz ya lo avisaba hace unas semanas: “Mercedes ha mejorado medio segundo respecto al año pasado y Racing Point está justo a medio segundo”. Blanco y en botella.
Si Mercedes realmente hubiera vendido su coche de 2019 a Lawrence Stroll, se aseguraría tener un monoplaza justo detrás que sería lo suficientemente menos rápido para no ponerle difíciles las cosas en pista y a su vez batallar con sus rivales. Además, se asegurarían que Racing Point no podría mejorar el coche, puesto que no le venderían piezas de evoluciones y se quedarían con el concepto de Mercedes de 2019 que pilotaron Lewis Hamilton y Valtteri Bottas en Abu Dhabi.
De esta forma, si esta teoría fuera cierta, Mercedes
se habría creado su propia competencia, a su medida, para restarle puntos a sus rivales directos y poder ir a por el título Mundial con el camino más libre. Sería un negocio redondo. Pero una vez más, no hay pruebas de ello y habrá que esperar a que otras avispadas quejas como las de Renault puedan ir desvelando la realidad que se esconde en un coche rosa con alma de estrella.