La policía multa a un joven por hacerse pasar por repartidor para saltarse el toque de queda

Con el año que llevamos de pandemia, nos hemos familiarizado con palabras como confinamiento, toque de queda o medidas sanitarias. En este sentido, el toque de queda ha sido una de las medidas más polémicas adoptadas por el Gobierno y las Comunidades Autónomas en los últimos meses para tratar de evitar el contacto social después de determinadas horas.

En muchas comunidades de nuestro país, el toque de queda sigue situado a las 22:00 horas de la noche. En otras, sin embargo, es un poco menos restrictivo, estando en las 23 o las 0:00 horas de la madrugada. La cuestión es que, después de esa hora, es raro que alguien esté en la calle, a no ser que por trabajo regreses a casa o entres a trabajar.

Es lo que debió pensar un joven de Barcelona que, cansado de no poder salir más allá de las 22:00 horas de su casa, tal y como manda el toque de queda, pensó un plan para poder estar en la calle pasadas las 1 de la madrugada y con el que no levantar ninguna sospecha.

Falso repartidor

El joven pensó que si se convertía en un rider, un repartidor a domicilio, no levantaría sospechas ante la policía y podría moverse libremente pasado el toque de queda. Así pues, el joven habló con un amigo suyo, que trabaja como repartidor en una conocida empresa de riders, y le pidió prestada la mochila. Su intención era salir después de las 22:00 horas de casa con la ropa de repartidor y saltarse el toque de queda con total impunidad.

Lo que no tuvo en cuenta el joven es que, a pesar de que los repartidores a domicilio tienen varias horas para estar más allá del toque de queda en la calle, no sabía que solo es hasta las 0:00 horas de la noche.

Al parecer, y tal y como recoge la denuncia de la policía, el joven fue parado más allá de las 1 de la madrugada el pasado sábado, por lo que levantó las sospechas de los agentes. La policía lo paró para saber qué hacía en la calle y comprobaron que la mochila que llevaba estaba vacía, por lo que no estaba transportando ningún tipo de comida, ya que los repartos habían concluido.

Una acción que le puede salir muy cara a este joven que intentó engañar a las autoridades para saltarse el toque de queda. Ahora, el joven se enfrenta a pagar una multa de entre 1.000 y 3.000 euros.


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