Un tribunal de San Francisco ha publicado el vídeo grabado por la policía con la agresión que sufrió en octubre Paul Pelosi, marido de Nancy Pelosi, que entonces era la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. En las imágenes se ve cómo el esposo de la política demócrata y David DePape, el agresor, forcejean por un martillo antes de que este último se abalance sobre él a golpearlo.
Paul Pelosi, de 82 años, fue atacado a finales de octubre en su casa del barrio de Pacific Heights, en San Francisco, en una agresión que parecía tener motivación política. DePape, de 42 años, iba buscando a la política demócrata. “¿Dónde está Nancy? ¿Dónde está Nancy?”, gritó al presentarse en la casa, preguntando por quien era entonces la tercera mayor autoridad de Estados Unidos, tras el presidente y la vicepresidenta.
A las 2.31, un oficial del Departamento de Policía de San Francisco que acudía por la llamada llegó a la residencia de Pelosi y llamó a la puerta principal. Pelosi la abrió. Como muestra ahora el vídeo, ambos agarraban un martillo con una mano, y DePape tenía su otra mano sujetando el antebrazo de Pelosi, que se encontraba descalzo y en calzoncillos, con la parte superior del pijama.
Los agentes preguntaron qué estaba pasando. DePape respondió que todo iba bien y Pelosi parecía desconcertado. Los policías pidieron entonces a ambos que soltaran el martillo, pero el agresor se hizo con el control del mismo y lo blandió, golpeando a Pelosi en la cabeza unos 11 segundos después de abrirse la puerta, según muestran las imágenes y reflejaba el atestado, que concordaba con lo adelantado por la policía de San Francisco. El momento del impacto no se ve en las imágenes.
DePape explicó en el interrogatorio que el comportamiento del marido de Nancy Pelosi al llamar a la policía hizo que “recibiera el castigo en su lugar”. Paul Pelosi tuvo que ser operado de una fractura de cráneo y estuvo seis días hospitalizado. Aún no se ha recuperado por completo de sus lesiones.
En el vídeo, grabado con la cámara que llevaba un policía en el cuerpo, se ve que los agentes sujetan inmediatamente a DePape, mientras Pelosi parece estar inconsciente en el suelo. Una vez que el agresor fue inmovilizado, los agentes extrajeron del bolsillo derecho de su pantalón un teléfono móvil, dinero en metálico y tarjetas.
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El atestado del agente de la Oficina Federal de Investigación (FBI) que investigó el caso despejaba todas las dudas sobre la motivación política. Según dicho atestado, DePape, de 42 años, iba buscando a Nancy Pelosi y pretendía atar a su marido hasta que llegara para luego mantenerlo como rehén e interrogar a la política, a la que veía como la “líder de la manada” de mentiras del Partido Demócrata. Si le decía “la verdad”, la dejaría ir, pero estaba seguro de que no lo iba a hacer. Si “mentía,” le iba a romper “las rodillas” para que tuviera que ir al Congreso en silla de ruedas y eso mostrase a los otros congresistas que sus acciones tienen consecuencias.
El agresor confesó esos propósitos en un interrogatorio grabado por agentes del Departamento de Policía de San Francisco. DePape fue acusado de asalto e intento de secuestro y la Fiscalía de San Francisco anunció también cargos contra él por intento de asesinato y otros delitos. Se expone a una posible condena de cadena perpetua si resulta condenado. Se ha declarado no culpable y está programada una vista sobre el caso para el 23 de febrero, tras la cual podría fijarse la fecha del juicio.
En su interrogatorio, DePape declaró que entró en la casa a través de una puerta de cristal, tras usar un martillo. Pelosi estaba en la cama y el asaltante lo despertó preguntando por su esposa. Paul Pelosi respondió que no estaba y que tardaría unos días en volver y preguntó cómo podían resolver la situación y qué quería hacer.
El agresor también explicó que quería atar a Pelosi para poder irse él a dormir, ya que estaba cansado. En ese momento, empezó a sacar bridas de su bolsillo para poder atar al esposo de la política demócrata, que se dirigió hacia otra parte de la casa. Pretendía ir al ascensor, donde hay un teléfono, pero el agresor lo detuvo y juntos volvieron a entrar en el dormitorio.
Pelosi pudo ir al baño y en ese momento llamar al 911, el número de la policía, según el atestado, que hace el relato más detallado conocido hasta el momento. En la llamada, a las 2.23 de la madrugada del jueves al viernes, dijo que había un hombre en la casa llamado David a quien no conocía y que pretendía esperar a Nancy Pelosi.
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