La prensa francesa pide solidaridad con ‘Charlie Hebdo’ tras recibir nuevas amenazas


Están, otra vez, todas. En vísperas del comienzo del juicio por los atentados extremistas que golpearon su redacción hace cinco años, Charlie Hebdo ha vuelto a publicar las caricaturas de Mahoma que convirtieron a la revista satírica francesa en objetivo fatal de islamistas el 7 de enero de 2015. “Todo eso [en referencia a los atentados], por esto”, titula en su portada, que reproduce las tristemente famosas caricaturas que Charlie publicó en 2006 en solidaridad con el diario danés Jyllands-Posten, amenazado por ser el primero en llevar a imprenta los dibujos del profeta musulmán.

“No nos doblegaremos jamás. No renunciaremos jamás”, afirma en sus páginas interiores el actual director de Charlie Hebdo, Riss, que resultó herido grave en el ataque a la redacción perpetrado por los hermanos Chérif y Said Kouachi, el 7 de enero de 2015. En el ataque murieron iconos de la revista satírica como su director, Charb, o los dibujantes históricos Cabu, Tignous o Wolinski. En total, en ese primer atentado fallecieron 12 personas, ocho de ellas miembros o colaboradores de Charlie Hebdo. Un día después, un cómplice de los Kouachi, Amedy Coulibaly, asesinó a una policía en las afueras de París para acabar asaltando, el 9 de enero, el supermercado judío capitalino Hyper Cacher, donde mató a otras cuatro personas antes de ser abatido.

Además de los 12 dibujos iniciales del diario danés, Charlie Hebdo reproduce en su número que adelanta en su web pero que llega este miércoles a los quioscos —coincidiendo con el comienzo del proceso— la portada del número original del 8 de febrero de 2006 que realizó una de las víctimas de los Kouachi, Cabu, y que muestra a Mahoma tapándose las manos horrorizado y diciendo: “Es duro ser amado por idiotas”.

En su siguiente número tras los atentados, el 14 de enero de 2015, bajo el titular “Todo está perdonado” Charlie Hebdo volvió a publicar en su portada un dibujo de Mahoma, esta vez llorando y portando la pancarta “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie), el lema solidario que recorrió el planeta tras la matanza en la revista.

“Desde enero de 2015, nos han pedido repetidamente publicar otras caricaturas de Mahoma. Siempre nos hemos negado, no porque esté prohibido, porque la ley nos lo permite, sino porque hacía falta un buen motivo para ello, una razón que tenga sentido y que aporte algo al debate”, explica la redacción de Charlie la decisión tomada ahora.

“Reproducir esta semana de la apertura del juicio de los atentados de enero de 2015 estas caricaturas nos pareció indispensable”, agrega la publicación en el “número especial” dedicado a los tres días de atentados que abrieron un 2015 trágico que acabaría con otra ola de ataques terroristas en París el 13 de noviembre que dejaron 130 fallecidos más. Las caricaturas, explica Charlie Hebdo, son “pruebas” de lo sucedido y era necesario recuperarlas porque “desde 2006, han pasado 14 años y los jóvenes franceses que han nacido desde entonces serán los testigos de un proceso que no comprenderán, ya que estos dibujos nunca habían vuelto a ser publicados. Por eso, es un deber de información volver a publicar estos documentos que tienen un valor tanto histórico como penal”.

El presidente del Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM), Mohammed Moussaoui, llamó este martes a “ignorar” las caricaturas del profeta —el islam prohíbe su representación, en algunos países musulmanes, ridiculizarlo o insultarlo está incluso castigado con la pena de muerte— y a pensar en las víctimas del terrorismo en vez de ello. “La libertad de hacer caricaturas y la libertad de que no gusten están garantizadas y nada justifica la violencia”, tuiteó Moussaoui. “Hemos aprendido a ignorarlas y llamamos a mantener esta actitud ante toda circunstancia”, agregó en declaraciones a la Agencia France Presse.

Según ha adelantado la revista en sus redes sociales, el nuevo número también incluye una nueva encuesta sobre la libertad de expresión. El juicio que comienza este miércoles en París y que se prolongará hasta noviembre está considerado, en buena parte, un proceso en el que se analizará el estado de la libertad de expresión y el derecho a la blasfemia protegido en Francia por la ley, pero que con el ataque yihadista a Charlie sufrió un golpe del que el país no se ha recuperado aún.


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