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La presión homófoba acaba con Mashrou Leila, una de las principales bandas de rock de Oriente Próximo

La presión homófoba acaba con Mashrou Leila, una de las principales bandas de rock de Oriente Próximo

Hace apenas cinco años, 35.000 personas coreaban en un concierto en El Cairo las canciones de la banda de rock alternativo más influyente de Oriente Próximo, la libanesa Mashrou Leila, un símbolo de los derechos LGTBI crítico en sus letras con la homofobia y el racismo. El pasado día 11, su líder, Hamed Sinno, anunció la separación del grupo por el acoso sufrido en Internet y el veto a sus actuaciones en la región, que les ha privado de su público mayoritario y de su principal fuente de ingresos.

“Ninguno estamos pensando en trabajar juntos de nuevo […] Ya antes de la covid nos estaba costando ganar lo suficiente como para poder seguir”, explicó Sinno en una entrevista para el podcast libanés Sarde After Dinner, en la primera vez que regresaba a su país desde 2019. El vocalista, que ha manifestado públicamente su homosexualidad, se mudó a Estados Unidos (tiene ambas nacionalidades) cuando la región les fue cerrando las puertas. Jordania fue el primero en cancelar su concierto, en 2016, iniciando un veto extraoficial con justificaciones contradictorias.

“La primera vez [que vetaron al grupo] fue como: ‘Esto es homofobia, no lo podéis hacer’, estaban intimidados; luego fue como ‘vale, somos homófobos, ahora marchaos de aquí’ […] Cuando no puedes tocar para tu audiencia, te sientes dolido emocionalmente”, lamentó. El plan de Mashrou Leila era girar más por Norteamérica, Europa, Australia y el sur de Asia, pero la pandemia lo impidió.

Sinno identificó dos puntos de inflexión en la decisión de poner fin a la aventura iniciada en 2008, cuando se juntó con otros seis estudiantes de la Universidad Americana de Beirut para participar en una jam session. De ahí toma, de hecho, su nombre Mashrou Leila, que significaba originalmente en árabe: “El proyecto de una noche”, porque solo pretendían actuar esa vez, no formar una banda. Luego cambiaron la última letra, de forma que se leyese Leila (el nombre femenino), en vez de noche, en una apuesta por los juegos de palabras también presente en sus canciones.

El primer punto de inflexión llegó con las decenas de arrestos de asistentes que siguieron al multitudinario recital en El Cairo, que un medio egipcio definió como “la reunión de miles de pervertidos para una orgía satánica gay”. La única detenida, la activista lesbiana Sarah Hegazi, fue encarcelada, torturada y agredida sexualmente. La fotografía en la que aparece riendo y agitando la bandera arcoíris durante el concierto regresó a las redes en 2020, cuando se conoció el suicidio de Hegazi en Canadá, donde ―sola y traumatizada― se había establecido como refugiada.

Dos años más tarde, el festival de Biblos, en Líbano, desconvocó la actuación por motivos de seguridad, tras una campaña contra la blasfemia de la iglesia maronita y crecientes amenazas de muerte en las redes sociales. El cantante contó en la entrevista que el informe policial recoge conversaciones en grupos de WhatsApp en las que se planeaba comprar armas para disparar contra la multitud, si el concierto se hubiese celebrado.

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La cancelación germinó en Beirut un evento en solidaridad con decenas de músicos, al que acudieron más de 1.000 personas. Bares y restaurantes pusieron además canciones de Mashrou Leila a la hora en la que debían salir al escenario en Biblos.

Insultos en redes

Nacido en una familia musulmana, Sinno también justificó la separación por los insultos en redes sociales, como los que recibió tras compartir en Facebook un artículo periodístico sobre Madonna ilustrado con un montaje en el que el rostro de la diva del pop sustituía en un icono al de la virgen María. “Nos hicieron sentir muy presionados. No podíamos seguir trabajando y creando así […] Decidí que era suficiente. También sentí que cada miembro de la banda tenía encima mucho estrés. No es una vida normal que 100.000 personas te digan en Facebook que debes morir”, lamentó. El letrista explicó que en los últimos años le costaba mucho escribir por la presión. “Antes, cogía el bolígrafo y escribía. Me encantaba, era mi obsesión. En un momento dado, miraba la hoja en blanco y era perfectamente consciente de que, escribiese lo que escribiese, habría problemas”, concluyó.

Mashrou Leila era uno de los escasos conjuntos musicales en la región que defendía los derechos de la comunidad LGTBI. En 2010, su líder Sinno fue el primer músico en Líbano en ondear sobre un escenario la bandera del orgullo, que le pasaron desde el público. Cuatro años después, Mashrou Leila ocupó la portada de la famosa revista musical Rolling Stone. Ninguna banda de Oriente Próximo lo había hecho antes. Dejan cuatro discos y la producción de un cortometraje sobre la crisis de los refugiados sirios de 2015-2016 y la corrupción en Líbano.

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