la proliferación del consumo de insectos comestibles

¿Has oído hablar de la entomofagia? Seguro que sí porque es una tendencia en auge. Se basa en la ingesta de insectos y arácnidos y, aunque es algo relativamente común en zonas de África, Asia y Centroamérica, en Occidente todavía no es una práctica extendida. Aún así, son muchos los expertos que sostienen que los insectos son el alimento del futuro por dos razones principales: su valor nutricional es muy alto y, además, cuidan el medio ambiente.

Los beneficios de consumir insectos tiene muchos beneficios. Se tiende a subestimar su valor nutricional, y lo cierto es que estos animales son una gran fuente de proteínas. En el caso de la ternera el 20% de la masa de la carne es proteína, mientras que en los insectos alcanza el 50%. Al mismo tiempo, aportan tantas grasas poliinsaturadas como las de las nueces o el aguacate, y son ricos en minerales y vitaminas.

A esto hay que sumar lo ventajosa que resulta la entomofagia para el medio natural. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los insectos son una solución natural para acabar con el hambre en el mundo. De cumplirse con las previsiones actuales, en el año 2050 habrá 9.000 millones de personas en la Tierra, de forma que es necesario encontrar nuevas formas de alimentación es . Y las larvas, los grillos y los escarabajos, entre otros insectos, son nutritivos, respetuosos con el medio ambiente y sostenibles.

¿Qué insectos se comen?

Una de las principales cuestiones de la entomofagia es la de qué insectos se comen. Hay un dato muy llamativo, y es que existen más de 1.900 especies de insectos comestibles, los cuales se recolectan en los bosques. Quienes los han probado señalan que su sabor es muy similar al de la carne tradicional, aunque la textura es más crujientes.

Los más nutritivos y consumidos son: gusanos de seda, orugas, avispas, abejas, escarabajos, moscas, libélulas, grillos, cigarras, jumiles y libélulas. En los países en los que los insectos forman parte de la alimentación habitual, los utilizan en multitud de recetas. Se toman fritos, rebozados, en sopas, salsas, guisos…

Hasta aquí todo bien. Pero, ¿existe algún inconveniente de comer insectos? Algunos nutricionistas explican que no es posible saber a ciencia cierta si su consumo puede dar lugar a algún problema de salud que no ha sido estudiado por la acumulación de pesticidas.


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