La salvaje muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi ha vuelto a ser este martes noticia después de que su prometida presentase una denuncia en un juzgado federal de Washington contra el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, y cerca de dos decenas más de personas supuestamente involucradas en el asesinato cometido en Estambul el 2 de octubre de 2018.
Su prometida, Hatice Cengiz, y la organización de defensa de los derechos humanos que el reportero fundó poco antes de su muerte acusan al príncipe Mohamed de ordenar el asesinato de Khashoggi para “silenciar permanentemente” su lucha por una reforma democrática del mundo árabe. En las 61 páginas que suman la denuncia, Cengiz y Democracia Ahora para el Mundo Árabe (DAWN, siglas en inglés) alegan que Khashoggi fue torturado, asesinado y desmembrado “siguiendo órdenes del acusado Mohamed Bin Salmán”.
Según argumentan en la denuncia, tanto el príncipe como el resto de los acusados “veían las acciones de Khashoggi en Estados Unidos como una amenaza existencial a sus intereses pecuniarios y otros, por lo que conspiraron para cometer los actos atroces” a los que se refiere esta denuncia.
Khashoggi, un saudí crítico con el príncipe y que se había autoexiliado en Estados Unidos, fue asesinado dentro del Consulado de Arabia Saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018. Ese día, el periodista, que colaboraba con el diario The Washington Post, entró en la legación diplomática para recoger un atestado sobre su estado civil que le permitiera volver a casarse y ya no salió de allí. Tras reiteradas negativas, las autoridades saudíes terminaron reconociendo su muerte, aunque nunca han aclarado que pasó con su cuerpo, cuyos restos todavía no han aparecido. Según las filtraciones de los servicios secretos turcos, que tenían micrófonos dentro del Consulado, Khashoggi fue descuartizado.
Cengiz, de nacionalidad turca, cree que miembros de la Embajada saudí en Washington “atrajeron” al periodista “al consulado saudí en Turquía mediante un ardid [según el cual] aquel era el único lugar en el que podría obtener el documento que precisaba”. “Esta falsa orientación ocurrió en Estados Unidos y es parte de una conspiración mayor destinada a tener impacto directo en las actividades políticas de Khashoggi en Estados Unidos”, indica la demanda, que además de tener en su punto de mira al príncipe heredero saudí tiene a “muchos miembros de su círculo más cercano”, entre ellos el exconsejero Saud al Qahtani y el ex número dos del espionaje, el general Ahmed al Assiri. Ambos fueron identificados por los investigadores turcos como los instigadores del asesinato y fueron procesados por un tribunal de Estambul.
“Sin duda, nadie que esté detrás de tan espantoso asesinato debería poder convertirse en rey”, declaró Cengiz en videoconferencia con periodistas. “Pido al Gobierno de Estados Unidos -una nación que defiende la justicia, la responsabilidad y los derechos humanos- que me apoye y apoye a todos aquellos que querían a Jamal y proclame que nos apoyará con todos sus esfuerzos para descubrir la verdad y asegurarnos de que aquellos responsables acaban frente a un tribunal de justicia”, declaró la prometida de Khashoggi.
La CIA concluyó en 2018 que Mohamed Bin Salmán había ordenado el asesinato de Khashoggi, contradiciendo la versión de Arabia Saudí de que no sabía nada del complot para acabar con la vida del periodista. En diciembre pasado, Arabia Saudí anunciaba la condena a muerte de cinco hombres por el asesinato de Khashoggi; otros tres recibían penas de cárcel. Sin embargo, la sentencia exoneraba a Saud al Qahtani, el controvertido asesor del príncipe heredero y gobernante de hecho, Mohamed Bin Salmán, considerado el contacto entre éste y el comando ejecutor.
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