“¿Será que Ricardo Monreal ya perdió el toque político o que nomás quiere asustar con el petate del muerto?”, destaca Reforma.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“La Comisión Permanente, que preside la senadora Mónica Fernández, recibió dos oficios para informar la incorporación a otros grupos parlamentarios de los senadores Lily Téllez y José Ramón Enríquez. Este último se separa de Movimiento Ciudadano y se incorpora a la bancada de Morena. El senador pidió licencia en 2018 para concluir su encargo como alcalde de la capital de Durango. En diciembre de 2019 regresó como integrante de MC. De igual forma, Mauricio Kuri, coordinador de los senadores del PAN, informó la incorporación de Lily Téllez a su fracción parlamentaria. La legisladora renunció a la bancada de Morena el pasado 14 de marzo por ‘diferencias de criterio’. A partir de hoy comienza otro ciclo para ella, pero seguro tiene fecha de caducidad. ¿Cuánto tiempo le dan de azul?”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“¿Será que Ricardo Monreal ya perdió el toque político o que nomás quiere asustar con el petate del muerto? La pregunta viene al caso porque sorprendió su propuesta de desaparecer los organizamos reguladores autónomos y unirlos en el Instituto Para Quitarle Contrapeso al Ejecutivo. Hasta ahora el morenista ha mostrado -y se lo reconocen hasta sus adversarios- un hábil manejo político, tanto para ejercer su mayoría como para frenar a los ultras de la 4T en sus sueños más autoritarios, como el de que el Inegi pudiera entrar a revisar casa y cuentas bancarias”.
“La Feria” de Salvador Camarena, en El Financiero:
“Se avecina –de hecho es inminente– una lucha desigual. Ese choque se dará entre el gobierno de la República, con presupuesto y capacidad no sólo de comunicación, sino también de presión, contra un ente hoy difuso llamado oposición; u oposiciones, si ustedes gustan. El Presidente de la República lleva casi una semana tratando no sólo de adelantar el calendario de la batalla electoral, sino de imponer a sus contrincantes los términos de la misma. Andrés Manuel López Obrador no sólo quiere forzar a la clase política a entrar en una dialéctica que establece que la pugna será sólo entre dos opciones: su ‘transformación’ y quienes se oponen a ella, a los que busca etiquetar indeleblemente como reaccionarios”.
“Trascendió”, en Milenio:
“El rector Enrique Graue andaba tan de buenas con la noticia de que la UNAM se volvió a meter entre las mejores 100 universidades de grandes ligas que mandó un mensaje por Facebook en el que dice que sin importar la fecha de retorno a las actividades académicas y administrativas presenciales, el aforo y las características con las que operaba la institución cambiarán por la pandemia, por lo que habrá pronto disposiciones generales para cada entidad y dependencia puma. La duda ahora es qué función tendrá el auditorio Che Guevara y cuántos podrán ocuparlo a la vez. ¡Qué nervios!”.