El estadio del Atlético de Madrid es una fortaleza año tras año. También éste. Allí ha ganado diez de sus últimos doce encuentros como local, incluidos los cuatro más recientes sin público y con algunos apuros dependiendo del caso, como el último choque contra el Betis (1-0) en inferioridad numérica. Nadie le derrota en su campo desde el 0-1 del Barcelona del pasado 1 de diciembre. Y nadie le gana ni en casa ni fuera desde el 1 de febrero: 1-0 en el Bernabéu, la última vez que perdió un choque para encadenar ahora 17 encuentros invicto. Y 15 en Liga.
Ganador también en siete de las últimas nueve jornadas del campeonato, sólo ha perdido cuatro partidos en toda esta Liga. Y uno de ellos, el primero, fue precisamente contra la Real Sociedad, por 2-0 en el Reale Arena de San Sebastián. El equipo donostiarra comparte con el Villarreal la tercera plaza de los equipos que más derrotas han provocado al Atlético de Simeone en la Liga, con cinco, sólo superados por Barcelona (11) y Real Madrid (6).
Un aviso para el equipo madrileño, como lo fueron los primeros minutos en Getafe, cuando comprobó que sin intensidad, sin tensión y sin concentración no se gana a nadie, aunque luego reaccionó para un triunfo de nuevo con la firma de Marcos Llorente, cuyo impacto es formidable en el actual Atlético hasta el punto que no hay nadie más fijo últimamente en la delantera que él. Ni Diego Costa ni Álvaro Morata ni Joao Félix ni Ángel Correa.