La COP26, la cumbre del clima que se celebra en Glasgow (Escocia) este mes de noviembre, tiene el listón muy alto. Comparada a menudo con la celebrada en Copenhague (Dinamarca) en 2009 por su ambición y sus elevadas expectativas, la cita busca reducir el impacto del cambio climático y tomar medidas realmente eficientes para salvar el planeta, todo lo que ocurre en ella genera expectación y está siendo tremendamente observado. De ahí que el miércoles una estampa diera la vuelta al mundo por el poderoso potencial de sus protagonistas.
En Glasgow se juntaron tres rostros públicos que, durante las últimas décadas, han sido pioneros en la lucha en pos del medio ambiente: el príncipe Carlos de Inglaterra, heredero al trono británico; el actor y ganador de un Oscar Leonardo DiCaprio; y la diseñadora de moda Stella McCartney. Cada uno en su ámbito, los tres se han convertido en abanderados de una batalla a largo plazo que ellos han tratado de acercar al público desde sus diferentes posiciones públicas.
El príncipe Carlos anunció desde el primer momento que estaría presente en la COP26, como supuestamente iba a estar su madre, Isabel II —que finalmente no ha podido acudir por tener que hacer obligado reposo— y como lo ha estado su hijo mayor, Guillermo de Inglaterra. El heredero es un firme defensor del medio ambiente desde hace años. Posee granjas donde cultiva frutas y verduras ecológicas, se ha mostrado preocupado por el cambio climático e incluso su coche, un Aston Martin de los setenta, está propulsado con suero de queso y excedentes de vino inglés.
Carlos se vio en Glasgow con Stella McCartney, una de las diseñadoras que primero mostró su interés por los tejidos orgánicos, ecológicos y reciclados fundando un negocio pionero que fuera sostenible pero también rentable; de hecho, hace apenas unas semanas aseguraba en su desfile que “los hongos son el futuro de la moda”. Precisamente McCartney (hija del músico Paul McCartney y de la fallecida fotógrafa Linda McCartney, férrea defensora de los animales y que sembró la semilla del veganismo en su hija) le mostró al príncipe Carlos una instalación con los materiales que usa, como el micelio que extrae de las setas para producir nuevas pieles, sita en el museo Kelvingrove.
“Creemos definitivamente que estas son soluciones viables y que tan solo necesitamos atraer la atención mundial”, explicó en una entrevista con la agencia de noticias France Presse en Glasgow. “Creo que soy una de las pocas diseñadoras de moda aquí. Y tristemente somos una de las industrias más nocivas para el medio ambiente”, aseguraba, haciendo referencia que la moda supone entre el 2% y el 8% de las emisiones de carbono globales. “He venido aquí para mostrar el futuro de la moda y demostrarles a todos simplemente que hay otra manera de hacer las cosas, utilizando tecnología y nuevas empresas jóvenes”, indicó la creadora londinense.
En su exposición en Glasgow, McCartney volvió a mostrar un vídeo que ya presentó hace dos décadas para denunciar el trato que reciben los animales para obtener sus pieles en la industria. “Veinticinco años después, las cosas no han cambiado mucho. Tenemos que hacer que la gente entienda que centenares de millones de animales son asesinados cada año para la industria de la moda”, denunció. De hecho, vaticinó que las nuevas generaciones cambiarán sus tiempos y formas de consumo y “dejarán de comprar moda sucia”. “La gente se viste con ropa de moda un máximo de tres veces antes de tirarla. Y eso significa más de 500.000 millones de dólares de desperdicio. Para mí, eso es una oportunidad de negocios”, asegura, desafiante. “Lo que digo es: traedme esa ropa desperdiciada y yo os demostraré cómo puedo hacer una sudadera totalmente a partir de deshechos”.
Entre el público presente en la charla de la modista estaba Leonardo DiCaprio, que poco después se unió al príncipe Carlos y a McCartney para ver parte de la exposición de la diseñadora en el museo Kelvingrove y donde posó y charló con ambos. El actor es un gran defensor del medio ambiente. Ha realizado documentales para concienciar sobre el calentamiento global y hace ocho años recaudó a través de una subasta de arte 25 millones para su objetivo; de hecho, ya ha participado en varias cumbres del clima. El heredero al trono y el protagonista de Titanic, El lobo de Wall Street y El renacido se dieron un apretón de manos y charlaron junto a la modista unos 10 minutos antes de acudir a la charla de McCartney. Los tres se dejaron fotografiar juntos en una poderosa estampa que une a la realeza, el cine y la moda en la lucha contra el cambio climático.
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