Parler prepara su regreso y todo indica que operará desde la fría ciudad rusa de Rostov-on-Don, a 13 horas en coche de Moscú. La polémica red social, que ha servido como refugio de simpatizantes de extrema derecha, defensores de teorías de conspiración y miembros de diversos grupos de supremacía blanca, fue eliminada hace dos semanas de la tienda de aplicaciones de Google y Apple y su servicio de almacenamiento fue clausurado por Amazon por permitir la creación y publicación de mensajes que incitaban a la violencia y el discurso de odio. Ahora, Parler se ha acercado a DDoS-Guard, una empresa rusa de ciberseguridad y tráfico de internet, para volver a la carga. “A diferencia de la mayoría de las otras empresas, brindamos servicios utilizando nuestra propia red de centros de depuración que tienen suficientes canales y capacidades informáticas para procesar grandes volúmenes de tráfico”, explica la compañía rusa en su sitio web.
Si bien ni la plataforma ni la aplicación están activas, gracias a los servicios de DDoS-Guard ya existe un sitio web de Parler en el que la compañía asegura que resolverá “cualquier desafío” que tenga y que planea darle “la bienvenida pronto” a sus usuarios. En la página hay algunos mensajes de apoyo a Parler de personalidades de Estados Unidos como el senador republicano Rand Paul, el presentador de noticias de la cadena Fox News, Sean Hannity, y la escritora Amy Peikoff. La red social, que comenzó a ganar fama a mediados del 2020 cuando las redes sociales tradicionales endurecieron sus políticas de publicación para evitar la difusión de noticias falsas y la propagación de mensajes violentos en sus plataformas, comienza a allanar su camino tras la toma de posesión del presidente Joe Biden el pasado miércoles 20 de enero y la caída de Donald Trump.
Pero el servicio que proporciona DDoS-Guard a Parler aún no está del todo claro. La compañía rusa ha explicado a CNN vía correo electrónico que por ahora ellos no proporcionan servicios de alojamiento para Parler. Pero tampoco han negado que exista un acercamiento entre ellos y la red social. “No tenemos la libertad de divulgar los servicios prestados a nuestros clientes, independientemente de su enfoque o audiencia, ya que contradice nuestra política de privacidad. Cualquier cliente puede acceder y utilizar nuestros servicios siempre que sus actividades no estén prohibidas en el país y no violen ninguna ley”, escribió la compañía al periodista Brian Fung.
Por su parte, Jeffrey Wernick, director de operaciones de Parler, explicó al diario The New York Times que “DDoS-Guard solo admite una página web temporal para Parler” y que Parler “intentaría encontrar otras empresas para operar su red social completa, de preferencia una firma estadounidense”. Wernick ha calificado la reacción de los medios por el acercamiento de Parler y DDoS-Guard de “exagerada”. Sin embargo, cuando de privacidad se trata, “exagerar” se queda corto en la Rusia de Vladimir Putin.
Espionaje ruso
Una investigación del medio TechCrunch reveló que en ciudades de Rusia existía una operación de espionaje que a través de dispositivos “conectados directamente a las redes de algunas de las compañías de telefonía e Internet más grandes del país” permitían a las autoridades rusas obtener acceso a las llamadas, mensajes y datos de los clientes del mayor proveedor de telefonía del país. “Estos equipos dan acceso a los servicios de seguridad rusos a las llamadas y mensajes de millones de ciudadanos, pero permanecen en secreto, a pesar de que las empresas de telefonía y web que operan en Rusia están obligadas por ley a instalarlos en sus redes”, explican en la investigación publicada en septiembre de 2019.
La investigación de TechCrunch puso de nuevo en el ojo del huracán al sistema de vigilancia ruso, conocido como System for Operative Investigative Activities (SORM por sus siglas en inglés o COPM, en ruso). Si Parler controla su tráfico web a través de la rusa DDoS-Guard, ¿podría la ley rusa permitir al gobierno vigilar el contenido de los usuarios de la red social? No sería la primera vez que Rusia espía a usuarios estadounidenses. En 2016, Facebook protagonizó un escándalo que involucraba al Kremlin, al expresidente Donald Trump y a una granja de trolls en San Petersburgo. La compañía se vio envuelta en una gran investigación para comprobar la injerencia de Moscú en la reelección de Trump.
Pero DDoS-Guard ha negado que ese sea su caso. A pesar de ser una compañía con sede en Rusia, la nueva socia de Parler ha asegurado a CNN que ellos no proporcionan “ninguna información del cliente ni ningún otro dato a las autoridades gubernamentales, excluyendo los casos explícitamente establecidos en la ley”.
“No queremos estar involucrados en la escena política de ningún país del mundo”, asegura la empresa rusa. Pero al hacer negocios con Parler, la política está incluida en el juego. Si no que se lo pregunten Matze. “Nuestro regreso es inevitable”, asegura el fundador de la red social que nació con Trump y cayó, hasta ahora, con la partida del republicano de la Casa Blanca.
Crónica de una despedida abrupta
Parler no es cosa del 2021. La red social surgió en 2018, pero no fue hasta agosto de 2020 cuando sumó su primer millón de usuarios cuando logró encontrar un nicho: ser la alternativa a Twitter para los miles de usuarios de la red favorita de Trump que, decepcionados por las nuevas políticas de privacidad y publicación en las principales plataformas, buscaban un espacio “sin censura”, como suele venderse esta red social, a la que no le gusta cargar con el sambenito con que habitualmente se la define, “la red de la ultraderecha”.
Para noviembre de 2020, el mes de la contienda electoral estadounidense en la que el demócrata Joe Biden se impuso sobre el republicano mientras este popularizaba un supuesto “fraude electoral”, la red social había despegado: incrementó ocho veces su número de usuarios con respecto al mes de julio pasado. Justo cuando todos hablaban de ella, tuvo otra oportunidad para brillar cuando cientos de seguidores de Trump asaltaron el edificio del Capitolio en Washington DC el pasado miércoles 6 de enero para evitar la ceremonia para oficializar los votos electorales que cerraría, de una vez por todas, la disputa electoral y reconocería a Biden como el candidato electo a la presidencia del país.
Ahora, Parler ha pasado del cielo al suelo. La aplicación fue eliminada por Google y Apple de sus tiendas de aplicaciones y Amazon lo arrancó de su servicio de alojamiento web justo después de la medianoche, del lunes 11 de enero. Mientras Parler demanda a Amazon por incumplimiento de contrato y Joe Biden asume la presidencia de Estados Unidos, sus más de 12 millones de usuarios, buscan nuevas alternativas en las plataformas sociales de Internet.
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