Hirving Lozano, seleccionado mexicano, reacciona durante el partido contra Arabia Saudí, en Qatar.Jam Media (Getty Images)
Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de fútbol, ha hecho un tardío mea culpa. 61 días después de prometer un análisis exhaustivo, el mandamás del balón ha reconocido los tropiezos en el proceso de 2019-2022. “Nos faltó tener un técnico que conozca a profundidad al jugador mexicano”, dijo De Luisa en referencia a Gerardo Martino. Además, el directivo apuntó a que uno de sus errores fue especular en partidos decisivos, como ocurrió durante toda la Copa del Mundo en Qatar. Los dos meses para meditar los errores han dejado a los directivos mexicanos con un llamado de emergencia: México necesita competir de verdad en el Mundial de 2026. De momento, siguen a la espera de encontrar entrenador para el Tri.
De Luisa anunció la creación de un Comité de la selección mexicana con Amaury Vergara (Chivas), Emilio Azcárraga (América), Jorgealberto Hank (Tijuana), Ernesto Tinajero (Necaxa), todos dueños de clubes mexicanos, con cierta experiencia desde las oficinas, pero no en el campo. Quedaron excluidos los directivos de clubes con potencia económica como Tigres y Monterrey, y de potencia deportiva como Pachuca. Además, se nombró a Rodrigo Ares de Parga como director ejecutivo de selecciones nacionales. Ares de Parga tuvo un pasado en los Pumas y Querétaro, donde obtuvo rotundos fracasos. Su labor es, ahora mismo, elegir entre tres candidatos: Marcelo Bielsa, Miguel Piojo Herrera y el uruguayo Guillermo Almada.
Al ser uno de los anfitriones del Mundial próximo, México no tendrá que disputar la eliminatoria, lo que era uno de sus pocos torneos de mayor roce internacional. Para ello, De Luisa elogió su labor de conseguir que la Concacaf y la Conmebol pudiesen acordar disputar la Copa América 2026 en EE UU y con invitados desde Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. Los directivos se comprometieron a tener un “evento de alta competencia” en el verano de 2025 en Norteamérica con el apoyo de la FIFA y a que tendrán “rivales de gran nivel” para los próximos tres años.
A manera local, en la Liga MX, el presidente de la competencia, Mikel Arriola, anunció que se descongelará el ascenso y descenso deportivo. La medida fue tomada durante los primeros meses de la pandemia de la covid-19. Los clubes de la Segunda División (Ascenso MX), según argumentaban los directivos, no podían soportar el embate económico de la crisis. Impulsaron crear una liga formativa llamada Expansión MX para intentar sacar nuevos talentos. Arriola comunicó que está sobre la mesa la propuesta de tener un torneo largo. Este certamen, sin embargo, no supondrá el fin de los torneos cortos (dos por cada temporada), sino que se premiará el esfuerzo anual del club que termine primero. “Queremos procesos más estables en los equipos”, comentó el directivo.
También se erradicará el repechaje o repesca. En la liguilla final se clasificaban los primeros ocho equipos, pero cuando se introdujo esta nueva regla permitía que el clasificado número 12 (de 18 participantes) pudiera clasificarse. La medida se dio porque la pandemia dejó un hueco de 77 partidos sin jugarse y, según Arriola, había que paliar esa herida.
El tema de la formación de jóvenes tiene un apartado distinto. Los directivos se comprometieron a tener solo siete futbolistas no nacidos en México en sus filas, uno menos de lo que permite el actual reglamento. Además, reconocieron los problemas que tienen en cada uno de sus clubes para que los jóvenes puedan salir a Europa. “En el fútbol mexicano, las cartas de los jugadores valen más y los salarios son más altos que en Europa”, se lee en el informe público este martes. Por lo que se han comprometido en buscar las alternativas para dejar libres a sus jugadores a probarse en Europa.
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