El Gobierno de Aragón presidido por el socialista Javier Lambán ha tomado la decisión de confinar perimetralmente sus tres capitales a partir del jueves. Zaragoza, Huesca y Teruel se cerrarán desde esta medianoche tras la escalada de contagios en las últimas semanas. La consejera de Salud, Sira Repollés, ha apuntado que como máximo estás restricciones durarán 30 días, aunque se valorará su prórroga “semanalmente”. “Hemos pasado un verano terrorífico y siempre hemos dicho que no nos temblaría la mano a la hora de tomar medidas”, ha asegurado en una rueda de prensa Lambán. Además, a partir del lunes, toda la comunidad pasará a estar en el nivel 3 de alerta.
Los datos son preocupantes y superan con creces los marcados por el Ministerio de Sanidad para establecer confinamientos perimetrales. La consejera de Sanidad ha especificado que la comunidad ha alcanzado un 20% de positividad (la Organización Mundial de la Salud considera un nivel preocupante a partir del 5%). La incidencia acumulada en la región es de 586 por cada 100.000 habitantes (en Teruel se eleva a 1.418) y el porcentaje de ocupación de las UCI por enfermos covid asciende al 40%. Repollés ha especificado que Aragón está preparada para aumentar las camas si fuese necesario. En agosto ya se habilitó un hospital de campaña a las puertas del Clínico de Zaragoza y unas instalaciones para los positivos de covid que no pudieran aislarse correctamente. Todavía no ha sido necesario hacer uso de esas infraestructuras, salvo en casos puntuales.
La fórmula que utilizará el Gobierno aragonés para aplicar estas medidas es un decreto ley. Repollés ha añadido que la mayor parte de la transmisión se produce en el ambiente de ocio y las celebraciones y ha negado que existan brotes en entornos laborales y escolares. La consejera ha descartado por ahora confinar la comunidad entera. Lambán ha insistido en que este decreto se ha hecho “con la coordinación del Gobierno de España”.
La movilidad en el interior de las ciudades se permite, pero queda prohibido entrar y salir de ellas si no es por motivos esenciales, como el trabajo, visitas médicas, asistencia al colegio u algún motivo de fuerza mayor. Las medidas que implican la declaración de nivel 3 de alerta son la reducción de aforos en el interior a un 25%, la hostelería deberá cerrar a las diez de la noche y no se podrá consumir en el interior del local, las terrazas se podrán montar al 50% de aforo y solo se permite un máximo de seis personas en las reuniones sociales. En los velatorios, el máximo será de 15 asistentes si es en un espacio abierto, y 10 en uno cerrado. “Si no conseguimos que la ciudadanía sea responsable, si en las casas se cometen excesos en cuanto a la acumulación de personas, el esfuerzo es vano”, ha afirmado Lambán.
Tras controlar la epidemia a principios de septiembre, después de haber llegado a ser la región europea con más incidencia acumulada, los contagios han vuelto a crecer en las últimas semanas. Este miércoles la comunidad ha notificado 900 nuevas infecciones, lo que supone un récord en la comunidad desde que comenzó la pandemia. “Son datos escalofriantes”, ha definido Repollés. A principios de octubre, el Ejecutivo autonómico planteó una serie de medidas preventivas ante la posibilidad de que se produjeran multitud de encuentros sociales en torno al día del Pilar, una semana de fiestas patronales en Zaragoza. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón tumbó estas restricciones al considerar que había ambigüedades legales.
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