El 31 de octubre de 2020 se conocía la sentencia judicial que daba la razón a Miguel Bosé frente a su expareja Nacho Palau. El juez encargado del caso desestimaba el principal objetivo de la demanda, la filiación de los cuatro hijos que tuvieron a través de vientres de alquiler. La demanda, presentada por el que ha sido pareja del cantante durante 26 años, chocaba contra la ley y el juez negaba el objetivo principal que perseguía, que Diego y Tadeo, hijos biológicos de Bosé, e Ivo y Telmo, hijos biológicos de Palau, fueran declarados hermanos e hijos de ambos padres. El resultado no sorprendió ni a Palau ni a su letrado que conocían de antemano las dificultades que entrañaba su solicitud a pesar de que toda su reclamación se basaba en que quedaba probado que ambos padres habían tenido el propósito compartido de “tener hijos para fundar una única familia en la que los niños serían hermanos y ambos serían padres”.
Aquel juicio evidenció la distancia entre Bosé y Palau, que no cruzaron palabra, pero también marcaba un tiempo de calma después de casi dos años convulsos en los que ambos, queriendo o no, habían sido objeto de escrutinio mediático primero por su separación –cuando no se conocía, oficialmente al menos, la existencia de su larga relación– y después por el procedimiento judicial que les enfrenta y que sigue siendo objeto de esperanza para familias, distintas a las estándar, que están en situación parecida.
Ahora la tranquilidad de uno y otro puede volver a saltar por los aires, tras anunciarse la entrevista que Miguel Bosé ha concedido a Jordi Évole y que emitirá su primera entrega el próximo domingo. De momento aunque la relación entre ambos es fría, la expareja mantiene un contacto regular por el bien de sus hijos y desde el pasado 25 de marzo Ivo y Telmo se encuentran en México, donde al día siguiente era la celebración del cumpleaños de Diego y Tadeo, los dos mayores. Los niños viajaron, primero desde Chelva, Valencia, donde viven con Palau, y después desde Madrid en avión acompañados de chaquetas rojas que se hicieron cargo de ellos durante el vuelo, ya que su padre tenía que continuar con su trabajo en la fábrica de embutidos en la que está empleado desde principios del pasado otoño.
Fuentes próximas a Palau cuentan que los cuatro niños tenían muchas ganas de verse y que estarán juntos hasta mediados de este mes, cuando Ivo y Telmo, que cumplirán 10 años, como sus hermanos mayores, el 27 de octubre, regresen a Chelva para continuar con el curso escolar en el colegio público del pueblo valenciano. Los niños estaban muy ilusionados con el viaje y la estancia en México con papá Miguel, que es como llaman al cantante, está siendo tan divertida como esperaban.
Las mismas fuentes familiares aseguran que papá Nacho está mucho más tranquilo que al principio de su ruptura, que lleva una vida tranquila centrada en su trabajo y en las escasas salidas con amigos por el pueblo en el que vive junto a sus hijos y su madre, y que espera encontrar el momento anímico y económico para recuperar su antigua afición por la escultura. Ninguna de estas cosas le aparta tampoco de su deseo de conseguir que la filiación de los cuatro hijos de la pareja se convierta en un hecho, y le anima en su empeño la cantidad de mensajes que ha recibido que le invitan a seguir hasta el final del proceso para crear jurisprudencia que ayude a otras familias. Él tiene claro que llegará hasta el final y que el proceso judicial será largo, pero no por ello piensa dejar de pelear ni de romper la discreción y respeto que ha mostrado hasta ahora por su expareja. Quizá lo que más le entristece es que la distancia de los cuatro niños comienza a notarse y que cuando charla telemáticamente con Diego y Tadeo mientras se encuentran en México resulta inevitable que la relación no sea tan cercana como desearía.
Quienes les conocen afirman que esa situación cambia radicalmente cuando Diego y Tadeo pasan temporadas en Chelva y la complicidad vuelve a ser la misma entre papá Nacho y los dos niños que ahora viven en México junto a Miguel Bosé. Pero él nota que se le pasan cosas de su vida actual que tiene que intuir, una situación que le costó mucho al principio y que ahora sobrelleva con algo más de entereza.
El regreso de Miguel Bosé a las redes sociales y a la televisión, a través de una entrevista que se anuncia íntima y jugosa, puede volver a ponerlo todo patas arriba. Nacho Palau rechazó la oferta de Telecinco para participar en la edición de Supervivientes que ha arrancado este jueves y en la que participa Palito Bosé, hija de Lucía y sobrina del cantante. Aunque su madre sí accedió a acudir a un Sálvame Deluxe y sanear así un poco la precaria economía familiar, Palau prefiere que las cámaras estén lo más alejadas posible de su vida. Las revelaciones que haga Miguel Bosé puede que vuelvan a ponerlo frente a ellas de una forma u otra.
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