La tercera dosis de la vacuna contra la covid se administrará, por el momento, solo a personas inmunodeprimidas, aquellas que tienen patologías que impiden a su sistema inmunitario luchar contra los patógenos. Es la recomendación que han hecho este miércoles tanto el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), como la Ponencia de Vacunas, el grupo de expertos que asesora al Gobierno español. La propuesta tendrá que ser votada la semana que viene por la Comisión de Salud Pública, integrada por el Ministerio de Sanidad y las comunidades, según ha anunciado este miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
El ECDC estima que hoy por hoy no es necesaria una tercera dosis para la población general, ya que la pauta completa es suficiente para una alta protección, especialmente frente a la hospitalización y el fallecimiento a causa del coronavirus. “Es una posición que coincide con la de la Ponencia de Vacunas”, ha asegurado Darias este miércoles tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
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Este grupo de expertos lleva semanas debatiendo el asunto y definiendo exactamente qué se considera “personas inmunosuprimidas”. Marcos López de Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, explica que no hay una definición acotada, ya que el sistema inmunitario puede estar debilitado por múltiples razones, incluso por la edad. “Los mayores de 80 años padecen lo que se denomina inmunosenescencia”, asegura, que hace que su organismo no reaccione adecuadamente a ataques patógenos.
Darias no ha dado detalles y se ha limitado a poner el ejemplo de quienes han recibido un trasplante de órgano sólido. En la estrategia de vacunación, en abril, ya se priorizó un grupo de personas muy vulnerables entre las que estaban receptores de un trasplante de progenitores hematopoyéticos, de un trasplante de órgano sólido y en lista de espera para trasplante de órgano sólido; personas en tratamiento sustitutivo renal (hemodiálisis y diálisis peritoneal); con enfermedad oncohematológica, cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia citotóxica, metastásico o con radioterapia por tumores de localización torácica con riesgo de neumonitis; inmunodeficiencias primarias, infección con el VIH (con menos de 200cél/ml a pesar de TAR eficaz y carga viral indetectable). Fuentes de Sanidad explican que en esta ocasión también será un grupo de población reducido con patologías muy concretas.
El ECDC hace una diferenciación muy clara entre aquellas personas que necesitan una tercera dosis porque su sistema inmunitario no reaccionó suficientemente y lo que sería un tercer pinchazo de refuerzo en la población general. “Se administran dosis de refuerzo a las personas vacunadas (es decir, aquellas que han completado una serie primaria de vacunación frente a la covid) para restaurar la protección después de que hubiera disminuido. Por otro lado, se pueden administrar dosis adicionales como parte de una serie de vacunación primaria a personas con sistemas inmunitarios gravemente debilitados, ya que es posible que no alcancen un nivel adecuado de protección de la vacunación primaria estándar”, explica en un documento publicado este miércoles.
“La opción de administrar una dosis de vacuna adicional a las personas que pueden experimentar una respuesta limitada a la serie primaria de vacunación COVID-19, como algunas categorías de individuos inmunodeprimidos (por ejemplo, receptores de trasplantes de órganos sólidos), ya debe considerarse ahora”, continúa. El organismo abre la puerta a “considerar la posibilidad” de proporcionar una dosis adicional como medida de precaución a las personas mayores frágiles, “en particular las que viven en entornos cerrados”, como pueden ser las residencias.
Con respecto a las dosis de refuerzo para la población general, el ECDC considera que se necesitan datos más sólidos: “Las lagunas de conocimiento están particularmente relacionadas con la correlación apropiada de protección para los diferentes grupos de población y el tiempo desde la serie de vacunación primaria hasta que se debe administrar una dosis de refuerzo, y la duración de la inmunidad”.
Países como Francia ya vienen administrando dosis a personas inmunodeprimidas desde hace meses, pero tanto este como Alemania o Reino Unido ya plantean hacerlo a la población general a partir de cierta edad. Israel lo está haciendo ya con todos los mayores de 50 años, pese a que no hay consenso científico sobre su utilidad.
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