Con la deriva cada vez más radical de Irán, que suma nuevas ejecuciones de manifestantes y otras graves vulneraciones de los derechos humanos, la Unión Europea está estrechando el cerco sobre el régimen de Teherán y su Guardia Revolucionaria. Los Veintisiete preparan un nuevo paquete de sanciones que pone el foco en las ramas regionales de esa organización paramilitar, uno de los pilares del engranaje de poder en Irán y con un papel destacado en la represión de las manifestaciones por la muerte de la joven Mahsa Amini, que murió el pasado septiembre cuando estaba bajo custodia de la policía de la moral tras haber sido detenida por llevar el velo “de forma inapropiada”.
El borrador de la nueva lista negra, al que ha tenido acceso , incluye a 19 personas —entre ellas, el ministro de Deportes, Hamid Sajjadi Hazaveh— y 19 entidades, incluyendo el cuerpo regional de la Guardia Revolucionaria Seyyed al-Snohada de Teherán, y otras organizaciones que han participado en las ejecuciones y otras vulneraciones de derechos humanos, como las entidades que filtran el contenido de internet y espían digitalmente a los manifestantes.
El nuevo paquete preparado por el Servicio Exterior de la UE, liderado por el alto representante, Josep Borrell, lo debatirán los ministros de Exteriores de los Estados miembros la semana que viene, que deben darle el visto bueno final. La medida llega poco después de la ejecución en la horca de al menos cuatro manifestantes y también de la de Alireza Akbari, un ciudadano britanico-iraní acusado de llevar a cabo actividades de espionaje para el MI6, el servicio exterior de inteligencia del Reino Unido.
Las sanciones de la Unión avanzan al tiempo que crece el debate interno sobre si declarar a la Guardia Revolucionaria organización terrorista, como está etiquetada en Estados Unidos. La organización paramilitar que protege al régimen iraní ha multiplicado su poder y, según los activistas de derechos humanos y organizaciones especializadas, opera como un Gobierno paralelo, interfiere en los asuntos de actualidad del país y trata de controlar todos los aspectos de la vida de Irán. Sin embargo, para que se incluya en la lista europea primero debe haber varias decisiones nacionales y después esos países tienen que solicitar que se le imponga la etiqueta europea, apuntan fuentes comunitarias.
Alemania ya se ha mostrado partidaria de considerar a la Guardia Revolucionaria como grupo terrorista, una medida que es “políticamente importante”, según dijo en las redes sociales la semana pasada la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock. Francia, de momento, es más reticente. La UE aún hace malabares con los sucesivos paquetes de sanciones sobre Teherán por la represión de las protestas y por suministrar ayuda militar a Rusia para su guerra en Ucrania —como por ejemplo, drones bomba— y las conversaciones para revivir el pacto nuclear. El acuerdo, ha asegurado este lunes Peter Stano, portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, “no está muerto”, aunque las negociaciones están “varadas”. El alto representante para Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, que hablará en el Parlamento Europeo este martes sobre la situación en Irán, mantiene contacto continuo con el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian. Incluir a la Guardia Revolucionaria en la lista de organizaciones terroristas supondría un enorme obstáculo en ese proceso de revitalizar el pacto nuclear del que salió Estados Unidos en el mandato de Donald Trump.
Unas 12.000 personas se han manifestado este lunes en Estrasburgo contra el régimen iraní y la represión y han exigido más sanciones y más respuestas a la UE. En el inicio de la sesión del pleno del Parlamento Europeo en la ciudad francesa, su presidenta, Roberta Metsola, ha defendido las manifestaciones por la democracia en Irán y ha recalcado que las protestas están en el “lado correcto de la historia”. “Harán historia y estaremos a su lado mientras lo hacen”, ha dicho.
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SuscríbeteJamenei se dirige a los asistentes al rezo del viernes.Foto: IRAN PRESS | Vídeo: EPV
Con el nuevo paquete de sanciones, la UE pone el foco especialmente en las ramas de la Guardia Revolucionaria directamente implicadas en la represión violenta de las manifestaciones contra el régimen iraní. Los paquetes anteriores por las protestas y las vulneraciones de derechos humanos ya incluyeron a miembros de la cúpula de esa organización paramilitar, que ya había estado en otras ocasiones en la lista. Ahora, incluye a 12 ramas regionales de la Guardia Revolucionaria, a las que la UE atribuye la durísima represión directa, uso de munición contra los manifestantes y empleo de la fuerza con resultado de muerte de manifestantes.
Al menos 481 personas han muerto como consecuencia de la represión de las protestas sociales de los últimos meses en Irán, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo. Las protestas que prendió la muerte de Mahsa Amini han sacudido el país. Y con una represión cada vez mayor, también queda todavía espacio para escalar.
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