La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado en su primera visita oficial a Rabat que la Unión Europea invertirá 1.600 millones de euros en subvenciones para el país entre 2021 y 2027. La visita está marcada aún por la crisis diplomática que Rabat mantiene con España desde que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretó en diciembre de 2021 el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Desde el mismo día en que Trump tomó aquella decisión a cambio de que Rabat normalizara sus relaciones diplomáticas con Israel, las autoridades marroquíes comenzaron a exigir a sus socios europeos más “audacia” y “claridad” en sus posiciones respecto al Sáhara Occidental. El Frente Polisario reclama un referéndum de autodeterminación para este territorio y Rabat solo está dispuesto a conceder un régimen autonómico dentro de Marruecos. La organización saharaui está fuertemente respaldada por Argelia.
Von der Leyen llegó el martes por la noche a Rabat, fue recibida por el ministro de Exteriores, Naser Burita, y el miércoles por la mañana se entrevistó con el jefe de la coalición de Gobierno, el magnate Aziz Ajanuch. Juntos comparecieron este miércoles ante un selecto grupo de medios marroquíes y sin, dar lugar a preguntas, ofrecieron sendos discursos.
Von der Leyen tuiteó después que esta inversión es “una gran oportunidad para la transición verde y digital”. La inversión se enmarca dentro del plan Global Gateway. La UE pretende movilizar mediante este programa hasta 300.000 millones de euros, desde diciembre de 2021, cuando fue anunciado el plan, hasta 2027. Bruselas intenta contrarrestar así el aumento de la presencia china en el mundo. La iniciativa europea se puso en marcha ocho años después de que Pekín lanzase su gran plan de infraestructuras mundial conocido como Nueva Ruta de la Seda. China ya suscribió con Marruecos el pasado enero un acuerdo de cooperación comercial para potenciar su plan de infraestructuras.
Von der Leyen indicó que mediante estas subvenciones la UE desarrolla su cooperación con Rabat en proyectos verdes. “Es el primer [proyecto] que abordamos con un país socio y eso nos permitirá abordar juntos el desarrollo de nuestra energía verde”. Y después, insistió en las redes sociales: “Marruecos es el primer socio de la UE en África. Vayamos más rápido con nuestra Asociación Verde por un desarrollo sostenible”.
Unión Europea es el principal socio de Marruecos. De ahí proviene el 53,1% de sus importaciones y ahí destina el 66,7% de todo lo que exporta. Y dentro de la UE el primer socio es España, que desbancó a Francia hace más de un lustro como primer proveedor de bienes y servicios. Para Bruselas, Rabat es un socio clave no solo en lo económico, sino en la lucha de la emigración y contra el terrorismo islamista.
Sin embargo, Marruecos vio tambalearse su imagen ante los socios europeos cuando sus autoridades permitieron que 10.000 emigrantes irregulares entrasen en mayo de 2021, en plena pandemia, en la ciudad autónoma de Ceuta. El ministro de Exteriores, Naser Burita, atribuyó la pasividad de los gendarmes en la frontera con Ceuta a “la fatiga tras las fiestas del fin del Ramadán”. Marruecos intentó desvincular a la Unión Europea de la crisis con España. Pero el Gobierno español logró el pleno respaldo de Bruselas.
Las aguas parecen ahora más calmadas, aunque Marruecos persiste en el cierre de fronteras con Ceuta y Melilla y en no devolver a su puesto a la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, que permanece en Rabat desde mayo. Ni Von der Leyen ni el jefe del Gobierno marroquí aludieron al conflicto diplomático que Rabat mantiene con dos países de la Unión Europea.
Von der Leyen prosiguió este miércoles su viaje hacia Senegal, donde también pretende potenciar el plan Global Gateway. Antes de proseguir su viaje, la presidenta de la Comisión expresó su deseo de profundizar los lazos no solo económicos, sino “personales y culturales” que unen a la Unión Europea con Marruecos. También transmitió sus condolencias a los padres del Rayan, el niño de cinco años que salió sin vida de un pozo en el que estuvo atrapado cinco días.
La buena sintonía expresada por Von der Leyen y el jefe del Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch, llega en un momento diplomático de crisis sin resolver no solo para España, sino también para Alemania, país que también se ha visto afectado por la crisis respecto al Sáhara Occidental. Aunque en las últimas semanas se han producido acercamientos de Berlín respecto a Rabat, la embajadora de Marruecos en Berlín, Zohour Alaou, no ha retomado aún su puesto en Alemania desde que fue llamada a consultas el pasado mayo. El sitio digital Le360, que suele contar con muy buenas fuentes en el Palacio Real, daba por hecho el pasado 24 de enero que la embajadora regresaría a su puesto esa semana. Sin embargo, dos semanas después aún no ha regresado.
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