La UE trata de evitar la repetición de la crisis de refugiados de 2015


El tiempo para articular una respuesta europea ante la crisis multidimensional que se abre en Afganistán tras la caída de Kabul se agota. Con la fecha límite que dio Estados Unidos para la retirada de tropas a la vuelta de la esquina, el 31 de agosto, y con el resurgido régimen talibán presionando para que el calendario se respete, este martes se darán cita en Bruselas los ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea para tratar de encontrar una postura común ante la previsible debacle humanitaria, y la consiguiente ola migratoria que tanto temen las capitales europeas, por sus similitudes con la crisis de 2015: entonces Siria se desangraba y atravesaron las fronteras europeas más de un millón de personas en busca de asilo.

La reunión extraordinaria del Consejo de la UE, convocada por la presidencia eslovena, que lleva este semestre la batuta de la Unión, busca aunar la habitual cacofonía a 27 voces en el bloque comunitario cuando se trata de asuntos de fronteras y migrantes, y también articular mecanismos que logren “evitar que se repita el escenario de 2015”, afirma el comunicado de la convocatoria.

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Los Estados miembro llegan a la cita con la memoria fresca. Aún están muy presentes las imágenes de decenas de miles de familias atravesando verjas y alambradas hasta el corazón de Alemania, subiendo a trenes hacinados, durmiendo en cualquier parte para salvar la vida. “Basándose en las lecciones aprendidas, la UE y sus Estados miembros están decididos a actuar conjuntamente para evitar que se repitan los movimientos migratorios ilegales incontrolados a gran escala a los que se enfrentaron en el pasado, preparando una respuesta coordinada y ordenada”, asevera el borrador de declaración conjunta de la reunión del Consejo de la UE, al que ha tenido acceso EL PAÍS.

El documento, que aún deberá ser aprobado por los ministros durante el encuentro presencial, refleja cómo la UE pretende evitar que el problema llegue hasta sus fronteras y las desborde, para lo cual se “debería reforzar el apoyo a los países de la vecindad inmediata de Afganistán para garantizar que los necesitados reciban una protección adecuada principalmente en la región”. Aunque el borrador reconoce la necesidad de dar ese abrigo “a quienes lo necesitan, en consonancia con la legislación de la UE y con nuestras obligaciones internacionales”, pide que se refuerce el apoyo “a los países vecinos y de tránsito, que acogen a un gran número de migrantes y refugiados”, para que sean estos quienes proporcionen esa protección. Por otra parte, reclama que la Oficina Europea de Apoyo al Asilo intensifique “sus operaciones externas para el desarrollo de la capacidad de asilo”, y sugiere mecanismos como el reasentamiento voluntario para las personas vulnerables.

A la UE, según refleja la nota, le preocupa también la amenaza para la seguridad que supone el nuevo teatro geopolítico, por lo que invita a realizar “todos los esfuerzos” con el fin de que el régimen talibán cese “los vínculos y prácticas con el terrorismo internacional”, evitando que el país se convierta de nuevo en “un santuario” del fanatismo violento. La UE se reserva incluso la capacidad de responder “a los acontecimientos sobre el terreno que puedan afectar a su seguridad”, e invita a Europol a proporcionar un análisis de riesgos sobre la situación. “La realización puntual de los controles de seguridad de las personas que son evacuadas de Afganistán sigue siendo crucial”, añade el texto, que subraya la determinación europea de “proteger las fronteras exteriores” y de “evitar las entradas no autorizadas” en territorio UE.

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El borrador le da también prioridad a continuar con la evacuación de ciudadanos europeos y afganos del país, y asegura que se buscarán “soluciones específicas” para “casos concretos de personas en peligro”. La UE, según el documento, seguirá alineada con la comunidad internacional, “en particular con la ONU y sus organismos”, para estabilizar la región y garantizar que la ayuda humanitaria llegue “a las poblaciones vulnerables, en particular las mujeres y los niños, en Afganistán y en los países vecinos”, comprometiéndose a aumentar el apoyo financiero “a las organizaciones internacionales pertinentes”.

“Tenemos que dar protección internacional a quienes se encuentran bajo amenaza inmediata, como activistas de los derechos de la mujer y de los derechos fundamentales, autores y periodistas”, valora la comisaria de Interior, Ylva Johansson, a través de unas declaraciones enviadas a EL PAÍS por mensaje de móvil. Johansson se encuentra en Estados Unidos, donde tiene previsto debatir sobre la situación afgana con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y el secretario general de la ONU, António Guterres, entre otros, antes de regresar a Bruselas para mantener el encuentro con los ministros de Justicia e Interior. “Tenemos que evitar que un número importante de personas se embarquen en peligrosas rutas de contrabando hacia la UE y, en cambio, asegurarnos de que damos protección a las mujeres y las niñas mediante el reasentamiento”, propone la comisaria Johansson.

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