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“La UE vive un momento fundacional por la pandemia”

Vacunas y fondo de recuperación. Estos son para Margaritis Schinas los dos “elementos de optimismo” que sacarán a Europa de la catarsis pandémica. “Vemos el final de esto. No se puede tocar. Pero se ve”, insistía el vicepresidente de la Comisión Europea para la promoción del estilo de vida europeo este lunes en el tercer encuentro Ciclo Europa Futura, organizado por EL PAÍS en Madrid y patrocinado por la consultora EY. Schinas (Salónica, 58 años) vislumbra una Europa poscovid más fuerte. Incluso más unida. “Este último año hemos pasado por tres fases: en la primera dominó el pánico, la descoordinación. En la segunda los Veintisiete se dieron cuenta de la necesidad de cooperar. Y en la tercera vivimos un momento fundacional, hamiltoniano”. Un discurso alentador para afrontar todavía un futuro incierto, con la amenaza de una cuarta ola que puede afectar todavía más a la maltrecha recuperación económica. Y con dos citas electorales en el horizonte (este otoño en Alemania, y el año que viene en Francia), que medirán el auge de los populismos en una Europa que busca su encaje en un tablero mundial cada vez más complejo.

Schinas reconoce que los plazos se acortan para dar una respuesta común a la crisis del coronavirus. Otros países como Estados Unidos, el Reino Unido o Israel han tenido un mayor éxito en sus campañas de vacunación mientras China y Rusia lideran la diplomacia de las vacunas en otras regiones como Latinoamérica y África. “La máquina europea tendrá que estar funcionando en mayo para no perder la campaña de verano”, dice el político griego. De ahí la importancia que le da a la propuesta de Bruselas de establecer un certificado de vacunación para los ciudadanos de la UE (que permitirá la movilidad en Europa), pero sobre todo, de la defensa que hace a ultranza del plan de vacunación y de los fondos de recuperación aprobados por los Veintisiete el pasado diciembre. Unos fondos que todavía no se han repartido y que están en el aire después de que el Tribunal Constitucional alemán paralizara el pasado viernes de forma provisional su ratificación. Schinas le ha restado importancia calificándolo como “un accidente en el camino”.

Para llegar hasta aquí ya se han salvado otros obstáculos. Ese es su mensaje. “Y hemos aprendido de los errores”, añade. El vicepresidente admite que en un principio la UE “pecó de ingenuidad” en su negociación con la farmacéutica AstraZeneca en la adquisición de vacunas. “Deberíamos haber insistido más en la parte de la producción. Tendríamos que haber estado más vigilantes”, reconoce. También admite que la pandemia ha mostrado la falta de autonomía de la UE en algunos sectores clave para garantizar la salud de los ciudadanos: “Nos dimos cuenta de que aquí ya no se fabrican mascarillas ni respiradores”. Esta falta de recursos durante la primera ola hizo que en algunas ocasiones prevalecieran los intereses nacionales. “Algunos líderes europeos han intentado nacionalizar los éxitos y europeizar los problemas”. Nada nuevo bajo el sol. “Pero no hay ningún país europeo que pueda conseguir estos objetivos sanitarios por sí solo”.

Otro de los retos que afronta la UE es la cuestión migratoria, como se ha visto en la última crisis de embarcaciones llegadas a las costas de Canarias. Schinas es también responsable de la agenda migratoria comunitaria. A la pregunta del corresponsal político-económico de EL PAÍS Claudi Pérez sobre el último plan de Bruselas -que incluye un férreo control de fronteras con 10.000 agentes de Frontex, acuerdos diplomáticos con los vecinos del Norte de África y un mecanismo de solidaridad que no contenta ni a los países del Sur ni a los del Este-, el vicepresidente ha defendido una vez más la estrategia migratoria de la UE frente a la disparidad de opiniones de los Estados miembros. “Después de la pandemia habrá una explosión de movilidad y esta es la única opción que hay sobre la mesa. No he visto a nadie aportar nada mejor o más inteligente”.

Schinas, encargado de velar por el estilo de vida europeo, parafraseó varias veces en su intervención al presidente francés Emmanuel Macron en su defensa de la gestión comunitaria de la covid-19: “Europa es la Europa que protege y que abre oportunidades”. Y recalca que la mejor forma de luchar contra los populismos es con hechos. “Vacunas y plan de recuperación”, insiste. Las citas electorales en Francia (donde los ultras de Marine Le Pen pisan los talones a Macron) y Alemania (que celebran los primeros comicios sin Angela Merkel) pondrán a prueba esa estrategia.


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