La Unión Europea (UE) y Japón acordaron en su cumbre de hoy en Bruselas establecer un diálogo estratégico para coordinarse ante los desafíos para la paz y también en materia de seguridad económica, a fin de diversificar las cadenas de suministro de materiales críticos que acapara fundamentalmente China.
“Estamos dispuestos a acelerar nuestra cooperación estratégica para reforzar nuestras cadenas de suministro, especialmente en materias primas críticas”, señaló el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa junto a su homóloga de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro nipón, Fumio Kishida, al término del encuentro.
Entre los resultados de la vigésimo novena cumbre entre la UE y Japón, destaca el establecimiento de un diálogo estratégico a nivel de ministros de Exteriores para “desarrollar más nuestra asociación de seguridad”.
Von der Leyen indicó que, además de mayor coordinación ante “desafíos sin precedentes” como suponen la guerra rusa en Ucrania o las tensiones en la región indopacífica, el diálogo incluirá “por supuesto, el asunto vital de la seguridad económica”.
La Comisión Europea presentó recientemente una propuesta para abordar esa cuestión que, según dijo Kishida, “converge con el pensamiento básico de Japón sobre seguridad económica” y la necesidad de abordar con países de mentalidad parecida y socios “la resiliencia de las cadenas de suministro e infraestructuras críticas” o la “respuesta a la coerción económica”.
En la declaración conjunta que aprobaron en la cumbre, la UE y Japón se muestran dispuestos a unas relaciones “constructivas y estables” con China y destacan la importancia de cooperar con ese país, “dado su papel en la comunidad internacional y el tamaño de su economía”.
No obstante, Von der Leyen hizo hincapié en la necesidad de reducir las dependencias críticas y por ello acordaron hoy coordinarse y asociarse para diversificar las cadenas de suministros y buscar otros abastecedores.
“Compartimos dependencias similares. Ambos necesitamos eliminar los riesgos de nuestras cadenas de suministro, muchas de ellas basadas en China, de productos que son vitales para nuestras economías, como las materias primas críticas”, agregó.
La política alemana se refirió en concreto a que China ha dado el primer paso para situar el galio y el germanio -cuya producción mundial controla y que son claves para la creación de chips- en su lista de control de exportaciones, lo que ha motivado que Bruselas analice la dependencia de esos metales.
Más en concreto, la UE y Japón firmaron un memorando de cooperación para apoyar una conectividad submarina segura y otro más sobre semiconductores, así como un acuerdo administrativo destinado a reforzar la cooperación en las cadenas de suministro de materias primas críticas.
Kishida destacó que el rápido desarrollo de la inteligencia artificial generativa es “un importante reto” con la UE y toda la comunitdad internacional y señaló que convocará en otoño, como actual presidente del G7, una cumbre con sus líderes centrada en ese asunto.
La UE y Japón también recalcaron su oposición a la “brutal” guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y condenaron el último lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte.
Mostraron igualmente su preocupación por los informes de militarización, coerción e intimidación en el mar de China Meridional y subrayaron que mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, por el que transita la mayor parte del comercio mundial, es “indispensable” para la seguridad y la prosperidad de la comunidad internacional.
Igualmente, alertaron de que el refuerzo nuclear “opaco” de China es una preocupación para la estabilidad global, y llamaron a ese país y a Rusia a participar “sustancialmente” en todos los foros relevantes sobre desarme.
Von der Leyen subrayó que la UE comparte con Japón el análisis de que “desde Ucrania al Indo-Pacífico el mundo es un solo teatro de seguridad”.
La UE anunció en esta cumbre el levantamiento de las restricciones que quedaban a las importaciones de alimentos desde Japón impuestas en 2011 tras el accidente en la planta nuclear de Fukushima, amparada por las evidencias científicas.
Hicieron balance del acuerdo de asociación económica UE-Japón que se aplica desde hace cuatro años y que ha permitido aumentar un 20 % los flujos comerciales.
Von der Leyen dijo que han acordado “resolver otros problemas comerciales en el transcurso de este año”, en particular, el acceso de los productos agrícolas comunitarios al mercado japonés.
Acordaron asimismo los plazos para la aprobación de las solicitudes de exportación de carne vacuna de los Estados miembros de la UE y para el reconocimiento mutuo del principio de regionalización para la influenza aviar altamente patógena.
También se comprometieron a acelerar las negociaciones de flujos de datos, con el objetivo de concluirlas este año.
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