La Unión Europea (UE) decidió este lunes suspender el grueso de su misión de formación y entrenamiento del Ejército de Malí (EUTM), que ha estado ejecutando desde 2013 y en la que España juega un papel decisivo con unos 500 militares. La decisión, adoptada por los ministros de Exteriores europeos durante una reunión celebrada este lunes en Luxemburgo, obedece a la presencia de mercenarios del grupo ruso Wagner colaborando con las Fuerzas Armadas malienses y a los informes sobre masacres como la sucedida en Moura a finales de marzo en la que, según Human Rights Watch (HRW), fueron asesinados unos 300 civiles, aseguró el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
“Hemos decidido suspender algunas formaciones de nuestra misión de entrenamiento en Malí EUTM que han estado destinadas a las unidades de las fuerzas armadas malienses”, aseguró Borrell en rueda de prensa. “Los acontecimientos nos fuerzan a ello, desgraciadamente. No hay garantías suficientes, por parte de las autoridades de transición, sobre la no interferencia de la compañía Wagner, que empieza a ser responsable de los acontecimientos tristes que han dejado decenas de muertes en Malí”, expresó el alto representante.
Borrell se refirió a la masacre de unos 300 civiles en Moura, cometida por militares malienses con la colaboración de instructores rusos, según HRW. “No podemos estar colaborando con algo que podemos lamentar mucho. Lo que pasó en Moura, no podemos estar entrenando a militares que pueden estar formando parte de este tipo de cosas”, señaló Borrell, quien volvió a hacer un llamamiento a las autoridades malienses para que permitan una investigación independiente sobre lo sucedido.
Días después de la masacre, el Gobierno maliense comunicó a través de una nota de prensa que había eliminado a 203 yihadistas y hecho prisioneros a 51 en una operación militar llevada a cabo en Moura a finales de marzo. Sin embargo, los testimonios recogidos por HRW aseguran que muchas de las personas asesinadas no eran miembros de grupos yihadistas y que ninguna llevaba un arma consigo. Un tribunal militar del Ejército de Malí ha anunciado la apertura de una investigación, pero las autoridades de transición malienses se niegan por ahora a aceptar la presencia de investigadores de Naciones Unidas o independientes.
Respecto al futuro de EUTM, Borrell añadió que la UE tendría que “irse a los países vecinos”, asegurando que el Sahel sigue siendo prioritario para Bruselas. Manifestó que seguirá asesorando a los soldados malienses en cuestiones como “el derecho de la guerra, porque la ley también rige en tiempos de guerra y eso no se hace por inspiración divina, alguien tiene que explicar lo que se puede hacer y lo que no”. Ya en 2020 el Consejo de la UE amplió la misión EUTM hasta 2024 y extendió su campo de acción al resto de países del G5 del Sahel, es decir, Mauritania, Chad, Níger y Burkina Faso, así como su posible participación junto a militares malienses en el centro del país, aunque nunca en acciones de combate.
EUTM-Malí se instauró en 2013 con el objetivo de mejorar las capacidades militares del Ejército maliense, “para que pueda recuperar la integridad territorial del país”, según asegura el Ministerio de Defensa español en su página web. Para ello forman a los militares africanos en cuestiones como lucha antiterrorista, operaciones especiales, gestión de recursos humanos, logística y derechos humanitario internacional, entre otros aspectos.
Con su base principal en el cuartel de Koulikoro, a unos 60 kilómetros de Bamako, miles de soldados europeos han participado en la misión. España, que no ha desplegado tropas sobre el terreno en Malí ni con la ONU ni con la fuerza europea Takuba, sí que ha jugado un rol clave en la EUTM desde el primer momento, llegando a aportar hasta 530 militares, es decir, prácticamente la mitad del total de la misión. De hecho, generales españoles han asumido el mando de EUTM hasta en tres ocasiones, la última de ellas en el primer semestre de 2021. Alemania, con unos 300 soldados en la actualidad, Francia y Bélgica, entre una veintena de países, también han sido contribuyentes clave para EUTM.
La suspensión de las misiones de formación del Ejército maliense se produce en un contexto de repliegue de la operación militar francesa Barkhane y de otros aliados occidentales de Malí y, al mismo tiempo, de incremento de la presencia militar rusa a través de miembros de la compañía privada Wagner. La junta castrense que gobierna en Bamako desde el golpe de Estado de 2020 niega que sean mercenarios y asegura que se trata de instructores del Ejército ruso. Esta semana está previsto que la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, se reúna con las autoridades malienses para decidir la posible retirada de sus tropas de la misión de Naciones Unidas (Minusma), unos 1.100 efectivos de un total de 14.000.
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