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la verdad de lo que te puede ocurrir si te tragas un chicle

Seguro que en más de una ocasión has escuchado eso de que «si te tragas un chicle se te queda pegado en el intestino» o que «el cuerpo tarda más de siete años en eliminar un chicle que te tragas», ¿no es cierto? Y es que desde pequeños, nuestros mayores nos enseñan a que no es nada aconsejable tragarse un chicle. Siempre será mejor escupirlo y coger otro en caso de necesitarlo. Pero, ¿es esto cierto? ¿Esto es lo que puede ocurrir si te tragas un chicle o simplemente son leyendas?

Lo cierto es que ninguna de estas afirmaciones es correcta, es decir, que ni el chicle tarda siete años en ser expulsado ni se quedará pegado a tu estómago o a tu intestino, por lo que no tienes que preocuparte si aún tenías esa creencia de cuando eras pequeño.

Ahora bien, si no ocurre ninguna de estas dos cosas, ¿qué pasa con el chicle que nos tragamos? ¿Dónde va?

Esto es lo que ocurre al tragar un chicle

Si alguna vez en tu vida te has tragado un chicle, que seguro que sí, no tienes por qué preocuparte y es que, aunque puedas pensar lo contrario, ese chicle ya no estará en tu organismo y tu intestino no parecerá la parte de abajo de un pupitre de niños.

Es cierto que muchos de los componentes que se encuentran en los chicles no son naturales, es decir, que no los encontramos en la naturaleza, por lo que nuestro cuerpo no puede tener la habilidad para descomponerlos. No obstante, esto no significa que se quede para siempre con nosotros. El chicle, finalmente, pasará al intestino, después al colon y finalmente se expulsará del cuerpo.

El proceso para eliminar un chicle del organismo puede tardar entre uno y tres días, pero ni semanas ni años, simplemente unos días. Así que podemos decir que esos mitos alrededor del chicle que llevan acompañándonos durante años están totalmente desmontados. Las leyendas son completamente falsas.

Eso sí, esto no significa que mascar chicle no tenga sus riesgos, es más, es una de las prácticas menos recomendadas, especialmente cuando hablamos de niños pequeños.

Hay que tener en cuenta que, como hemos dicho anteriormente, el chicle contiene algunos elementos que nuestro organismo no es capaz de digerir, así que, ¿por qué arriesgarnos y comernos uno? ¿No sería mejor consumir otro tipo de producto que si podamos digerir por completo?

En el caso de los niños, además, existe un peligro de atragantamiento añadido que hay que considerar a la hora de darle uno a los más pequeños. Asimismo, el chicle suele contener una cantidad de azúcar importante, por lo que podría dañar la salud dental tanto de los niños como de los mayores.

Así que, a pesar de que esos mitos que existen alrededor del chicle estén totalmente desmentidos, comer chicles no es lo más recomendable para la salud dental y, en general, para la salud de nuestro organismo. Así que lo mejor será evitarlos en la medida de lo posible.


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