Hay un secreto que nunca te contaron y puede cambiar por completo tu forma de cocinar, sabiendo la diferencia entre cebollas y chalotas. A la hora de preparar una rica comida, vemos que hay las dos opciones o simplemente, en casa acostumbramos a tener siempre cebollas. El precio es un factor a tener en cuenta, pero también debemos apostar por un sabor que quizás no es tan similar como nos imaginábamos. Descubre el secreto más importante de cualquier cocina, la verdadera diferencia entre las cebollas y las chalotas.
Esta es la diferencia entre las cebollas y las chalotas
A simple vista y sobre todo por el sabor, percibimos las chalotas y las cebollas, son dos ingredientes similares, pero distintos. Este tipo de alimentos que tenemos en la despensa son unos básicos de cualquier tipo de cocina. Ya sea una más elaborada, para salsas o complementos o ensaladas.
Necesitamos mezclar una serie de ingredientes que acabarán siendo conocidos, pero no similares, para unas recetas de alto nivel. Los cocineros más experimentados hablan del tipo de cocina que se necesita para conseguir identificar las chalotas de las cebollas, el resto de los mortales quizás no las diferencien.
Son dos vegetales de la misma familia de plantas, eso significa que se parecen entre sí. Proceden de un tipo de bulbo que evoluciona de forma diferente ya sea en mayor o menor tamaño. La cebolla y la chalota no son lo mismo, aunque nos empeñemos a identificar este vegetal como parte de la misma familia, son hermanos, pero no gemelos idénticos.
Las chalotas son más dulces y suelen comerse crudas, con lo que hay variedades de cebolla que cumplen con la misma función en ensaladas o en platos cocinados con mimo. En esencia, se trata de un tipo de vegetal que se diferencia principalmente de las cebollas por el picante final que nos ofrece este alimento.
Las cebollas necesitan cocinarse, algo que las chalotas no tanto. Siendo uno de los alimentos que se pueden comer con una determinada cocción. El sabor, es pues, en definitiva, lo que diferencia a una chalota y a una cebolla, ese punto final picante que parece más un punto de ajo que otro elemento.
Ahora que sabes la diferencia entre ambos alimentos, los podrás cocinar o tener listos para determinadas recetas siempre que te apetezcan.
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