La vuelta a clase en plena sexta ola de la covid: estos son los protocolos que se mantienen en vigor


La variante ómicron de la covid sigue haciendo estragos en la población y se prevé que tendrá un fuerte impacto en los centros educativos cuando se retomen las clases tras las vacaciones de Navidad, a partir del 10 de enero. Sobre todo, como ocurrió durante el primer trimestre del curso, en las etapas de infantil y primaria (menores de 12 años), en las que la vacunación está aún menos extendida que entre los mayores. Sin embargo, los ministerios de Sanidad y Educación confían en que el avance de la campaña de inmunización entre los niños de 5 a 12 años (calculan que el 90% tendrá al menos una dosis a finales de enero) y la aplicación estricta de los protocolos de seguridad que ya están en vigor desde el principio del curso contengan el avance del virus lo suficiente como para mantener las aulas abiertas como hasta ahora. Así, a la espera de los posibles cambios que propongan los técnicos en la Guía de actuación ante la aparición de casos de covid-19 en centros educativos (la suavización de las cuarentenas de los más pequeños, por ejemplo, se está estudiando), el siguiente es un repaso a las medidas de seguridad que siguen en vigor para luchar contra la pandemia, los procedimientos estipulados en caso de contagio y las posibilidades que tienen las familias para afrontar los confinamientos.

¿Qué son los grupos burbuja?

El protocolo general ha mantenido para este curso los llamados “grupos de convivencia estable” o “grupos burbuja” en infantil y primaria para evitar el contacto con otros estudiantes, aunque en 5º y 6º (10-11 años) también se puede optar por la solución de la distancia mínima establecida para los mayores (ESO, Bachillerato y FP). Se trata de una separación mínima entre mesas de 1,5 metros, con posibilidad de flexibilizarla a 1,2 (una flexibilización que aplicarán la mayoría de las comunidades). Si la situación sanitaria empeorara mucho (con niveles de alerta 3 y 4), la distancia de 1,5 metros sería la mínima para los estudiantes de 3º y 4º de ESO y Bachillerato (14 a 17 años) e, incluso, se abriría la posibilidad de retomar la semipresencialidad. Los grupos burbuja pueden ser más grandes que el curso pasado: llegan a tener 25 alumnos en infantil (hasta cinco años) y 30 en primaria (de 6 a 11).

¿Los alumnos vacunados tienen que hacer cuarentena si hay un positivo en su grupo burbuja?

La respuesta es que no, con matices. Tanto la norma general como la Guía de actuación ante la aparición de casos de covid-19 en centros educativos establecen que los contratos estrechos de un positivo no tienen que hacer cuarentena si están vacunados. La regla ya viene funcionando este curso para los estudiantes de secundaria, una etapa en la que la gran mayoría de alumnos están inmunizados, así como para el profesorado de todos los niveles que ha recibido el suero, y se extenderá también a los chavales de los colegios de infantil y primaria que tengan entre 5 y 11 años una vez que hayan completado la pauta de vacunación. También está exento de cuarentena el alumnado inmunizado de forma natural por haberse infectado de covid, aunque en este caso la norma establece que solo se librarán de confinarse durante un periodo de seis meses tras pasar la enfermedad.

Los protocolos establecen, sin embargo, excepciones. Los alumnos con inmunodepresión deben realizar siempre cuarentena. Y también deben cumplirla, aunque estén vacunados, los contactos estrechos (en un grupo burbuja se considera como tales a todos los miembros de la clase) de un positivo causado por las variantes ómicron, beta o gamma (o que salud pública, que tiene la última palabra en la aplicación concreta de toda la normativa, considere que existe sospecha de que se trata de dicha variante). Fuentes del Ministerio de Sanidad añaden que las guías de actuación se revisan regularmente (la última versión del documento específicamente escolar es del 7 de septiembre, y la norma general, llamada Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de covid-19, fue actualizada el 1 de diciembre).

La guía del Ministerio de Sanidad (que las autonomías han adaptado a sus territorios) prevé que los alumnos que son contactos estrechos pero a los cuales se exime de cuarentena por estar vacunados sean sometidos a dos pruebas de detección de coronavirus. Una, cuando se conozca el positivo en el grupo y otra, “alrededor de los siete días del último contacto con el caso confirmado”. El protocolo recomienda que eviten el contacto con personas vulnerables, que no acudan a eventos multitudinarios, utilicen mascarilla quirúrgica en sus relaciones sociales, limiten sus contactos “a aquellos grupos con los que interaccionan habitualmente dentro del colegio”, y que se esté atento a la “posible aparición de síntomas compatibles” con la enfermedad.

Desde la izquierda, los ministros Pilar Alegría, Carolina Darias y Joan Subirats, este martes en Moncloa.Foto: EUROPA PRESS/E. PARRA. POOL (EUROPA PRESS) | Video: EPV¿Quiénes son contactos estrechos?

Aparte de los familiares convivientes, todos los miembros de un grupo burbuja. También, en el resto de las clases, todas las personas que el centro considere que han tenido contacto de riesgo con el caso positivo, esto es, haber compartido espacio a menos de dos metros sin mascarilla o habiéndola usado de forma incorrecta (por no estar bien ajustada o dejando libre la nariz, por ejemplo). En el caso de los pacientes de covid confirmados, no es necesario que se hagan una prueba diagnóstica antes de volver a clase. Para los contactos estrechos, es recomendable, pero tampoco es obligatorio.

¿Cómo debe hacerse la cuarentena?

Si un caso sospechoso se confirma como positivo, la persona no debe acudir al centro y debe permanecer en aislamiento. Y lo mismo deberán hacer sus contactos estrechos no vacunados. La actualización en vigor de la Guía de actuación ante la aparición de casos de covid-19 en centros educativos, del pasado 7 de septiembre, habla todavía de un aislamiento de un mínimo de 10 días, pero se entiende que se aplicará en este caso la reducción a siete días de las cuarentenas decidida por Sanidad para toda la población el 29 de diciembre.

¿Qué pasa si hay un brote en un centro educativo?

A partir de tres casos positivos relacionados entre ellos en un mismo centro, se considera un brote. Desde ese momento, el órgano designado para ello en cada comunidad valorará, dependiendo de la gravedad del caso, las medidas a tomar, que van desde aumentar las normas de prevención e higiene y aislar los casos, hasta el cierre de clases, cursos enteros e, incluso, de todo el colegio o instituto, aunque esta última es una medida muy infrecuente.

¿Sigue siendo obligatorio el uso de la mascarilla?

La mascarilla sigue siendo obligatoria con carácter general en los centros escolares a partir de los seis años, según el protocolo acordado para este año entre el Gobierno y las comunidades autónomas, aunque puede quitarse en algunos casos, como para consumir alimentos y bebidas, y estando al aire libre y respetando la separación mínima. Su uso en clase de educación física y en el recreo varía en función de los territorios. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana no es obligatoria durante la clase de gimnasia, pero sí durante el recreo. En Cataluña, donde no hace falta usarla en los descansos del patio si los alumnos se relacionan únicamente con compañeros de clase, se plantearon la eliminación general durante el recreo, pero acabaron descartándolo. En la Comunidad de Madrid, donde sí se ha aprobado esa posibilidad, han sido la mayoría de los centros los que han acabado rechazándolo.

¿Cómo se gestionan los casos de covid?

Ni alumnos ni profesores deben ir a clase si tienen síntomas de covid, esto es, fiebre, tos, sensación de falta de aire, fatiga o diarrea. La cuestión de la temperatura corporal a partir de la cual no se debe asistir al centro despertó cierta polémica el curso pasado, pues no todas las comunidades han fijado el umbral en el mismo punto: por ejemplo, Euskadi señaló los 37 grados, mientras que en Madrid y Extremadura fueron 37,2. En todo caso, si el centro detecta alguno de los síntomas en un estudiante a la entrada o a lo largo de la jornada, se lo lleva a un espacio separado hasta que sus padres o tutores vayan a buscarlo para llevarlo a casa. Allí, deberán permanecer aislados hasta tener los resultados de las pruebas diagnósticas. Los docentes con síntomas deberán actuar igual. Los compañeros (alumnos y docentes) seguirán yendo a clase con normalidad hasta que lleguen esos resultados.

Una niña limpia su material en un colegio de Cantabria. EUROPA PRESS (Europa Press)¿Tengo derecho a baja laboral para cuidar a mi hijo en cuarentena?

Por el hecho de tener un hijo en cuarentena, no, explica el profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Complutense de Madrid Jesús Lahera. Existe una vía, cada vez más estrecha, que se ha estado utilizando durante meses, por la que los padres de niños que han dado positivo por covid acceden a una baja por incapacidad temporal: que ellos mismos estén obligados a guardar cuarentena por ser contacto estrecho del menor. Sin embargo, la generalización entre la población adulta de la vacuna (con la pauta completa, no es obligatorio que los padres de positivos se aíslen) prácticamente ha cerrado esta opción. Si la enfermedad del menor se complica y su estado requiere hospitalización, la legislación laboral ya contemplaba el derecho a la baja de los padres. En los casos de cuarentenas preventivas, es decir, por ser contacto estrecho de compañeros de clase, no hay posibilidad de tener una baja laboral.

¿Existe alguna medida especial para conciliar en estos casos?

El Gobierno ha prorrogado hasta el 28 de febrero de 2022 el plan Mecuida, que permite a los trabajadores que tienen que cuidar a un hijo en cuarentena solicitar la adaptación de la jornada (cambio de turno, horario flexible, teletrabajo, cambio de funciones) o reducirla, hasta el 100%, con la consecuente reducción de sueldo. Aunque se establece en la norma como un derecho, su ejercicio no es automático, la empresa puede negarse, ya que “deberá estar justificado y ser razonable y proporcionado en atención a la situación de la empresa”. ¿Qué significa? Que si la empresa se niega, la única solución es ir a los tribunales, que deberán resolver, eso sí, de urgencia. Y ¿qué está pasando en la práctica? Según explicaba hace ya casi un año en su web Emilia de Sousa, de Sousa Abogados, “para la reducción las empresas no están poniendo muchas trabas, pero es un artículo de lujo, un privilegio, que un país de clase obrera eminentemente no se puede permitir” por la pérdida de sueldo. Y, en el caso de las adaptaciones, si la empresa se niega, hay que pleitear.

¿Hay alternativas al plan Mecuida?

El cuidado de hijos por enfermedad leve es un problema que afecta a las familias desde mucho antes de la llegada de la covid. Jesús Lahera recuerda que muchos convenios ya contemplan para estos casos permisos específicos (remunerados o no) o días para asuntos propios. Una vez más, de la flexibilidad y discrecionalidad de la empresa dependerá el hecho de aplicarlo para cuarentenas sin enfermedad del menor. Algunas empresas también contemplan la posibilidad de solicitar breves excedencias para los 10 días que se prolonga la cuarentena.

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