Para ponernos en contexto, debemos resaltar que la religión musulmana o Islam tiene su origen en la península arábica durante el siglo VII. Fue el profeta Mahoma quien lo predicó y es una religión que persiste a día de hoy te mostramos las 12 frases de Mahoma que muestran las enseñanzas del Islam.
En este caso, se trata de una religión monoteísta que venera a Alá como su único dios. Tiene unas bases muy arraigadas y sus fieles leen el Corán, libro que enseña sus pilares.
Todo aquel, a quien Dios le dirige, será bien dirigido; y aquellos a quienes extravía, de seguro perecerán.
Si te vieres rodeado de mucha gente ignorante, no te envanezcas por lo que sabes, más bien mira a los que te superan en conocimientos y verás que aún no eres lo que te imaginas ser; y estás por debajo de muchos.
La posición de las oraciones con respecto a la religión es similar a la de la cabeza con respecto al cuerpo.
Las almas son como ejércitos puestos en fila, donde los que se reconocen se hacen amigos y los que se desconocen se separan.
¿No es cierto acaso que en la memoria de Dios descansa con tranquilidad el corazón humano? 12 frases de Mahoma que muestran las enseñanzas del Islam.
¡Desgraciados de los que miden mal y pesan mal! ¡De aquellos hombres que, cuando otros los miden, exigen la medida llena; pero cuando ellos miden o pesan a otros, ¡les disminuyen la medida y el peso!
Una persona fuerte no es aquélla que tira al suelo a su adversario. Una persona fuerte es la persona que sabe contenerse cuando está encolerizada.
No paséis el tiempo soñando con el pasado y con el porvenir; estad listos para vivir el momento presente.
La rectitud es tratar con equidad, justicia y decencia a la familia, mientras que veracidad es un esencial del buen carácter, pero ambas llevan al paraíso.
¡Oh creyentes! Vuestras mujeres y vuestros hijos son vuestros enemigos; guardaos, pues, de ellos. Empero, si sois indulgentes, los toleráis y perdonáis, también Dios es indulgente y misericordioso con ellos.
Aquel a quien Dios preserva del mal de dos cosas entrará en el paraíso: de lo que tiene entre sus quijadas y lo que tiene entre las piernas.
La virtud es el buen carácter, y la maldad es lo que se remueve dentro de ti y te disgusta que las personas lo sepan.
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