BUENOS AIRES — La organización argentina Abuelas de Plaza de Mayo anunció el miércoles la identificación de un nuevo nieto -el 132-, hijo de una trabajadora rural asesinada durante la última dictadura militar (1976-1983) y adoptado ilegalmente por un terrateniente.
Identificado como Juan José, de 46 años, se trata del segundo caso de restitución de identidad que logran las Abuelas en menos de una semana, algo inédito desde que se lanzaron a la búsqueda de 500 nietos tras el retorno de la democracia en 1983.
La justicia federal comunicó este mismo miércoles a Abuelas que “el nieto 132 no es hijo de la familia que lo crió como propio en Tucumán, dueña de una finca en la que trabajaba su madre, Mercedes del Valle Morales, detenida desaparecida en 1976, en la misma provincia”, informó la presidenta de la organización, Estela de Carlotto, en una rueda de prensa.
JUAN JOSÉ ES HIJO DE UNA TRABAJADORA RURAL ASESINADA POR LOS MILITARES
Juan José tenía nueve meses cuando un operativo militar secuestró a Mercedes, entonces de 21 años, el 20 de mayo de 1976 en Monteros, Tucumán, provincia situada a 800 millas al norte de Buenos Aires y que fue epicentro de violentos enfrentamientos entre militares y organizaciones guerrilleras en los 70.
Además de la joven, también fueron secuestrados sus padres Toribia Romero de Morales y José Ramón Morales y sus tres hermanos José Silvano Morales, Juan Ceferino Morales y Julio César Morales.
Todos figuran en la lista de 30,000 víctimas de la dictadura, según el cálculo de los organismos de derechos humanos.
Juan José fue criado como propio por el dueño de la finca, cuya identidad no se difundió. Tras el fallecimiento del apropiador, los hermanos de crianza le contaron que era adoptado y le devolvieron su documento de identidad original.
Según detalló De Carlotto, Juan José por voluntad propia se sometió a análisis de ADN que confirmaron su filiación tras cotejarlos con las muestras tomadas de los restos de Mercedes, identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el cementerio Norte de Tucumán.
“Siempre tuve dudas”, expresó Juan José, quien participó de la rueda de prensa desde Tucumán a través de una videollamada. “Quiero transmitir mi agradecimiento a Abuelas”.
El hombre desconoce quién es su padre biológico.
Las Abuelas de Plaza de Mayo no bajan los brazos pese a la pandemia.
“Hoy lo abrazamos como nuestro nieto 132 y como un rompecabezas que nunca se termina de completar, se inicia un nuevo camino para poder dar con su verdadero padre”, destacó De Carlotto.
El plan de exterminio de disidentes montado por el sangriento régimen en Argentina incluía la sustracción, ocultamiento y sustitución de identidad de cientos de hijos de desaparecidos que fueron entregados a militares y allegados para su adopción ilegal.
Por este delito de lesa humanidad fue condenado el dictador Jorge Rafael Videla y otros miembros de las Fuerzas Armadas, así como también profesionales de la salud que colaboraron con los partos en los centros clandestinos de detención.
El jueves pasado, Abuelas anunció la restitución del nieto 131, que se sospecha nació en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros clandestinos de detención y tortura del régimen.
“Le digo a Juan José que su familia no lo ha dejado solo, fueron las bestias de la dictadura”, expresó De Carlotto. “Desde el cielo le dieron la oportunidad de saber quién es”.
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