Las ayudas europeas empiezan a llegar a España con un primer ingreso de 9.000 millones

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación oficial del Plan de Recuperación, en junio.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación oficial del Plan de Recuperación, en junio.Luis Sevillano

El maná de Bruselas ya está aquí. La Comisión Europea ha informado este martes de que ya ha enviado a España 9.000 millones de euros de prefinanciación, el 13% de los 69.500 millones en transferencias que debe recibir del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. El dinero deberá dedicarse a inversiones y reformas que respalden la transición ecológica y digital y favorezcan la cohesión social. Entre ellos, Bruselas cita en su comunicado el apoyo a las energías renovables, la reforma de edificios para hacerlos más eficientes energéticamente, la mejora de las competencias digitales de la población o la reducción del desempleo juvenil a través de programas de formación profesional.

La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, se ha referido a la entrega de los fondos. “Estoy convencida de que el ambicioso plan de España supondrá un impulso crucial para que el Pacto Verde Europeo se haga realidad, de que seguirá digitalizando la economía y de que hará que España sea más resiliente que nunca”. Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reaccionado con un mensaje a través de la red social Twitter. “Seguimos avanzando hacia un país más verde, digital, feminista y cohesionado, poniendo en marcha las grandes transformaciones que nuestra economía necesita”.

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Las ayudas se desbloquearon a mediados del mes pasado. Entonces, los ministros de Finanzas de la UE dieron la luz verde definitiva al plan de recuperación con el que España aspira a obtener hasta 140.000 millones de euros si se incluyen también los préstamos, a los que España todavía no ha recurrido —tiene de plazo hasta 2026 para hacerlo—. Pero los próximos desembolsos no serán automáticos, España deberá demostrar a la Comisión y a sus socios cada seis meses que ha ejecutado las reformas e inversiones a las que se ha comprometido si quiere obtener los fondos.

La llegada del dinero pone fin a meses de incertidumbre por los retrasos y complicaciones en la ratificación definitiva de los fondos, y no será el único cheque en viajar de Bruselas a Madrid: según el Ministerio de Economía, España recibirá otros 10.000 millones este mismo año, en diciembre, y obtendrá entre 2021 y 2023 el 80% de las transferencias previstas, un ingente caudal que irá acompañado también de otros 38.000 millones en concepto de fondos estructurales europeos.

Ante la urgencia de canalizar los fondos con agilidad para impulsar la recuperación, el Gobierno español ha dado pasos para que este fluya rápidamente. Las comunidades autónomas ya tienen asignados más de 7.250 millones de euros, que, según Economía, se emplearán sobre todo en apoyar la implementación de la normativa de residuos, corregir tendidos eléctricos que eviten daños a la fauna, renovar edificios, mejorar los servicios de saneamiento y depuración de aguas, incentivar la movilidad eléctrica, modernizar la FP, reducir la brecha digital, reforzar la economía de los cuidados, políticas de igualdad e inclusión social, y mejorar los equipos de alta tecnología sanitaria.

Hasta ahora, el Ejecutivo ha publicado 25 manifestaciones de interés relacionadas con el plan, ha recibido más de 17.500 proyectos y ha aprobado el PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del vehículo eléctrico, con el que espera movilizar 24.000 millones de euros en tres años gracias a la colaboración público-privada.

Bruselas emitirá este año 80.000 millones en bonos a largo plazo para financiar el fondo de recuperación. Y ya ha recaudado más de la mitad de lo previsto. La primera emisión de deuda se produjo a mediados de junio con un éxito apabullante. La Comisión captó en el mercado 20.000 millones de euros en medio de una fuerte demanda: el apetito de los inversores fue siete veces mayor a la deuda ofertada. La segunda, a finales de ese mes, permitió captar 15.000 millones en bonos con vencimiento a cinco y 30 años. Y la última hasta ahora, del pasado 14 de julio, añadió 10.000 millones más que no tendrá que devolver hasta 2041, de nuevo con una demanda disparada, en este caso diez veces mayor que la oferta.

Esas cantidades permitirán a Bruselas financiar una agenda de inversiones y reformas que se desplegará por toda la UE con especial intensidad en los próximos tres años para reforzar a los Veintisiete frente al impacto de la crisis provocada por la pandemia. “La salida de esta crisis ya está siendo muy diferente a la de la anterior crisis financiera”, ha defendido este martes la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en un mensaje grabado en vídeo con motivo de la entrega de la primera ayuda europea, un ingreso que era esperado, pero de gran simbolismo por ser la primera vez que el club comunitario se endeuda para apoyar a sus socios. Italia —que recibió el viernes un adelanto de 24.900 millones— y España serán los países más beneficiados por el plan de recuperación. Portugal (2.200 millones), Bélgica (770 millones de euros), y Luxemburgo (12,1 millones) fueron los primeros en recibir fondos europeos a comienzos de este mes, a los que se unió Grecia (4.000 millones) pocos días después.

Con la inyección que supondrá el plan de recuperación, Gobierno y empresas se enfrentan a un reto descomunal, dado que han de ser capaces de poner en marcha miles de proyectos para evitar que una parte del dinero quede sin ejecutarse, como ha sucedido en el pasado con otros fondos europeos.

El plan del Ejecutivo prevé que los fondos sirvan, entre otras muchas iniciativas, para digitalizar más de un millón de pymes, apoyar a más de 3.000 empresas en su internacionalización, formar a más de 2,6 millones de personas en competencias digitales, instalar más de 240.000 aulas digitales interactivas, rehabilitar más de un millón de viviendas, alcanzar una flota de al menos 250.000 vehículos eléctricos en 2023 y más de 100.000 puntos de recarga, modernizar la justicia para que al menos el 30% de los procedimientos judiciales se realice electrónicamente, modernizar los sistemas de regadío, extender la banda ancha ultrarrápida al 100% de la población o construir más de 335 kilómetros de ferrocarril en los corredores Atlántico y Mediterráneo.




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