Los seres vivos son famosos por su enorme heterogeneidad. Existen animales de todo tipo divididos en diferentes reinos y especies. Sin embargo, cada día aparece uno diferente que focaliza la atención de la comunidad científica. En este caso se trata de un espectacular monstruo prehistorórico marino que tiene la peculiaridad de incluir una extraña cabeza de navaja. Un ser espeluznante que habitó la Tierra hace más de 500 millones de años ¡No te lo pierdas!
El monstruo de los mares
Un animal lleno de enigmas
Los paleontólogos más reputados de la Universidad de Toronto junto con los científicos del Museo Real de Ontario han hallado un descubrimiento que ha vuelto a alterar los conocimientos obre la Habelia Optata. Estamos hablando de una extraña criatura marina con apariencia de monstruo cuya ferocidad le convirtió en uno de los depredadores más temidos hace 500 millones de años. Una investigación publicada en la prestigiosa revista BMC Evolutionary Biology que ha sido dirigida por el reputado Jean-Bernard Caron.
«Habelia Optata muestra en gran detalle la arquitectura corporal de la que surgieron los quelicerados, lo que nos permite resolver algunas preguntas de hace mucho tiempo. Por ejemplo, ahora podemos explicar por qué los cangrejos de herradura tienen un par reducido de miembros», argumentaba Caron. Estamos hablando de un ser vivo dividido en un esqueleto externo y un conjunto de extremidades articuladas. El verdadero enigma residía en el subgrupo de artrópodos al que podía pertenecer. Sin embargo, este novedoso estudio ha determinado que este monstruo es un pariente cercano de los quelicerados. Un grupo llamado así por la presencia de quelíceros, apéndices cercanos a la boca, que utilizaban para cortar los alimentos.
Pequeño pero matón
Una fisiología espectacular
Con una estatura aproximada de cuatro centímetros de longitud y una presencia alargada debido a su extensa cola, la Habelia Optata vivió en la Tierra durante el período Cámbrico medio. Una época en la que los principales grupos de animales decidieron emerger por primera vez a la superficie. Pero volviendo al ser vivo en cuestión, este espectacular depredador tenía el cuerpo cubierto de incontables espinas y estaba dividido esencialmente en tres partes: cabeza, tórax y post-tórax. Sin olvidarnos de la inclusión de hasta diez piernas. Sin duda, un ser vivo monstruoso cuya cabeza era muy similar a las de las navajas que conocemos hoy en día.
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