El presidente estadounidense, Joe Biden, pronunció este miércoles un discurso de profunda carga simbólica, con motivo de sus primeros 100 días de gobierno. El mandatario buscó distanciarse de su antecesor, Donald Trump, por lo que destacó la inauguración de una nueva era política para el país norteamericano.
Detrás del presidente, la vicepresidenta Kamala Harris y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi como mensaje de que corren nuevos tiempos para Estados Unidos.
Biden urgió en varios momentos al Congreso a que acompañara su plan de gobierno y celebró “estar de regreso” a la primera línea de la política.
“La peor pandemia en un siglo, la peor crisis económica desde la gran depresión, el peor ataque a nuestra democracia desde la guerra civil. Ahora, después de sólo 100 días, puedo informar a la nación: Estados Unidos está de nuevo en marcha, convirtiendo el peligro en posibilidad, la crisis en oportunidad, el retroceso en fuerza”, mencionó.
“La democracia sigue funcionando”
“Tenemos que demostrar que la democracia sigue funcionando, que nuestro gobierno puede cumplir con la gente”, dijo Biden. “En nuestros primeros 100 días juntos, hemos trabajado para restaurar la fe de la gente en nuestra democracia”, dijo.
Anunció un paquete de medidas por un monto cercano a los 2 billones de dólares, con el fin de apoyar a las familias y a la educación, afectadas por la crisis provocada por la pandemia de Covid-19.
En ese sentido, el mandatario destacó los esfuerzos para cumplir el plan de vacunación, lo que permitirá volver a su país a una relativa normalidad. Enfatizó que había prometido 100 millones de vacunas en 100 días y lograron aplicar 220 millones.
Reportó que a más de la mitad de los adultos en Estados Unidos se les han aplicado al menos una de las dos dosis, y que alrededor del 65 por ciento de los adultos mayores ya están “totalmente protegidos” con sus dos inyecciones.
Apuntó que se están “reuniendo todos los recursos federales”, para “recibir vacunas en casi 40.000 farmacias y más de 700 centros de salud comunitarios donde se puede llegar a los más pobres de los pobres”, entre otras acciones, para asegurar que “el 90 por ciento de los estadounidenses viven a cinco millas de un lugar de vacunación”.
De hecho, Biden animó a la población a vacunarse, tras remarcar que todos los adultos mayores de 16 años pueden acceder a la inmunización actualmente.
Su plan de infraestructuras y empleo, que se suma al paquete de ayudas a la familia y a la educación, configuran la cifra de 4 billones de dólares, que rivaliza con el presupuesto federal anual.
Fin a la guerra contra la inmigración
Frente a un grupo reducido de legisladores de las dos cámaras, debido a las restricciones para evitar contagios de coronavirus, Biden afirmó que “la inmigración siempre ha sido esencial para Estados Unidos”.
“Pongamos fin a nuestra agotadora guerra contra la inmigración. Durante más de 30 años, los políticos han hablado sobre una reforma migratoria y no hemos hecho nada al respecto. Es hora de arreglarlo”, expresó.
El mandatario demócrata dijo que desde el primer día de su presidencia ha mantenido su compromiso de ver materializada una ley de inmigración integral, y pidió a los integrantes del Congreso revisar su propuesta.
“Si creen que necesitamos asegurar la frontera, apruébenla porque tiene mucho dinero para seguridad fronteriza de alta tecnología. Si cree en un camino hacia la ciudadanía, apruébenla. Para 11 millones de personas indocumentadas, la gran mayoría aquí con visas excedidas, apruébenla. Si realmente quieren solucionar un problema, yo he enviado mi propuesta, mírenla bien”, pidió Biden.
Asimismo, resaltó la importancia de colaborar en la solución de los problemas que orillan a los migrantes a abandonar sus países de origen, en particular Guatemala, Honduras y El Salvador, como “la violencia, las pandillas, la corrupción, la inestabilidad política, el hambre, los huracanes, los terremotos, desastres naturales”.
También pidió al Congreso concretar medidas de protección para los Dreamers y para los migrantes que se encuentran acogidos al Estatus de Protección Temporal. Igualmente los exhortó a buscar una alternativa para la regularización de trabajadores agrícolas indocumentados, “quienes han puesto comida en nuestras mesas durante esta pandemia”.
“Resultados reales” y medidas más estrictas
“Estamos ofreciendo resultados reales que la gente puede ver y sentir en sus propias vidas. Abriendo las puertas de las oportunidades. Garantizando la equidad y la justicia”, destacó el presidente, tras agregar que “gracias al Plan de Rescate de Estados Unidos, estamos en camino de reducir la pobreza infantil” para mediados de este año.
En relación a los recientes tiroteos que han flagelado el país en las últimas semanas, el presidente instó a la Cámara de Representantes a tomar medidas para reforzar la comprobación de antecedentes, así como a prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad.
Más impuestos para las empresas
Uno de los temas más controvertidos es el incremento de impuestos corporativos, así como la implementación de medidas para combatir la evasión fiscal.
“Yo no quiero castigar a nadie, pero no voy a agregar una carga tributaria adicional a la clase media de este país, ya están pagando suficiente, yo creo que lo que yo propongo es justo, fiscalmente responsable, y ayuda a recaudar suficiente dinero para el plan que yo propongo y creará millones de trabajos que impulsarán a la economía y mejorarán la situación financiera del país
El presidente está apostando a que sus planes de gasto, que son muy populares entre los votantes estadounidenses, puedan convencer a los republicanos para que cooperen con la Casa Blanca.
Abierto a “cooperar” con Rusia y a trabajar frente a la “amenaza nuclear” de Irán y Corea del Norte
Biden se dijo dispuesto a “cooperar” con Rusia e indicó que trabajará con sus aliados para hacer frente a la “amenaza nuclear” de países como Irán y Corea del Norte.
Describió cómo le trasladó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que Estados Unidos “no busca una escalada, pero que sus acciones tienen consecuencias”, por lo que respondió “de forma directa y proporcionada a la injerencia de Rusia en nuestras elecciones y a los ciberataques”.
En cuanto a los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, “suponen una grave amenaza para la seguridad de Estados Unidos y del mundo”, comentó Biden, por lo que trabajarán con sus aliados para “hacer frente a las amenazas que plantean estos dos países mediante la diplomacia y la disuasión”.
Biden remarcó que Washington “no va a renunciar a su compromiso con los Derechos Humanos y las libertades fundamentales”, tras incidir en que “ningún presidente estadounidense responsable puede permanecer en silencio cuando se violan los Derechos Humanos básicos”.
“Estados Unidos es una idea, única en el mundo”, ha considerado, por lo que “un presidente tiene que representar la esencia de nuestro país”.
“China y otros países se están acercando rápidamente”
Durante su discurso, Biden destacó la necesidad de restaurar la economía afectada por la pandemia de coronavirus, para recuperar la posición de liderazgo internacional que ha perdido ante China.
“China y otros países se están acercando rápidamente“, dijo, y recordó que durante sus encuentros con el presidente chino, Xi Jinping, éste le expresó que sus planes son convertir al país asiático en la nación más importante y de mayor trascendencia del mundo.
“Yo le dije que la competencia es bienvenida, y que no estamos buscando conflicto, pero fui absolutamente claro de que defenderemos los intereses estadounidenses, y que no toleraremos prácticas comerciales injustas que afecten a trabajadores estadounidenses, a la industria estadounidense con subsidios de empresas estatales, ni el robo de tecnología estadounidense y propiedad intelectual”.
Biden aseguró que también le dijo al presidente Xi Jinping que Estados Unidos mantendrá una presencia fuerte en el Pacífico, “así como hacemos con la OTAN en Europa, no para iniciar un conflicto, sino para prevenir uno”.
Todos los países “deben jugar con las mismas reglas” económicas
Según Biden, las inversiones a las que hizo referencia en su discurso “también promueven una política exterior que beneficia a la clase media”, lo que significa que hay que asegurarse que “todos los países juegan con las mismas reglas en la economía mundial, incluida China”.
También en materia de política exterior, el mandatario señaló que “Estados Unidos se enfrentará a las prácticas comerciales desleales que perjudican a los trabajadores y a las industrias estadounidenses, como las subvenciones a las empresas estatales y el robo de tecnologías y propiedad intelectual estadounidenses”.
“Poner fin a la eterna guerra en Afganistán”
Desde el podio del Congreso estadounidense, el líder remarcó que “el liderazgo estadounidense significa poner fin a la eterna guerra en Afganistán”. “Fuimos a Afganistán para atrapar a los terroristas que nos atacaron el 11 de septiembre, e hicimos justicia con Osama Bin Laden y degradamos la amenaza terrorista de Al Qaeda”, explicó.
Por lo que “tras 20 años de valor y sacrificio estadounidense, es hora de traer a nuestras tropas a casa”, sin embargo, incluso cuando se produzca la retirada de tropas “mantendremos una capacidad en el horizonte para suprimir futuras amenazas a la patria”.
“Pero no se equivoquen: la amenaza terrorista ha evolucionado más allá de Afganistán desde 2001 y seguiremos vigilantes contra las amenazas a Estados Unidos, vengan de donde vengan”, amenazó, ya que Al Qaeda y Estado Islámico “están en Yemen, Siria, Somalia y otros lugares de África y Oriente Medio y más allá”, añadió.
No obstante, advirtió que su Administración no ignorará “lo que nuestras propias agencias de inteligencia han determinado: la amenaza terrorista más letal para la patria hoy es el terrorismo de la supremacía blanca”.
(Con información de Reuters, Europa Press y Aristegui Noticias)
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