Los fundadores deberían usar esta pausa para reevaluar procesos y estrategias
Descrito por Sequoia Capital como el evento del cisne negro de 2020, las consecuencias económicas a largo plazo de la pandemia de COVID-19 en las startups aún están por verse. Sin embargo, un efecto que seguramente interrumpirá el MO de muchas startups en etapa inicial es la cancelación de eventos y conferencias.
Según Forbes, más de 35,3 millones de personas que planeaban asistir a un evento se han visto obligadas a cambiar sus planes en los últimos meses. Y aunque algunos podrían lamentarse de verse obligados a dejar sus camisetas de Metallica y las banderas de los Juegos Olímpicos de Verano 2020 en el armario, muchos fundadores de nuevas empresas se están mordiendo las uñas ante la posibilidad de perder pistas y conexiones de eventos y conferencias.
El lado positivo: obligar a los fundadores a abandonar las conferencias y los eventos como una táctica de desarrollo empresarial “ir a” podría no ser algo malo a largo plazo.
Según mi experiencia, muchas startups en las primeras etapas pierden mucho tiempo y recursos haciendo rondas en eventos sin objetivos claros, gastando gran parte del tiempo del fundador, sin generar mucho valor comercial. En una etapa temprana del viaje de una startup, cada táctica utilizada debe generar un ROI real y, en última instancia, generar nuevas oportunidades de negocio.
Así que veamos por qué perderse eventos no puede ser el fin del mundo, y cómo las startups pueden enfocar su tiempo, energía y recursos en actividades de generación de leads más escalables y consistentes.
¿Cuál es mi problema con los eventos y conferencias de inicio?
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