“¿Cómo se llama la persona a la que le gusta que le tomen dictado? Bueno, pues en eso se ha convertido Andrés Manuel López Obrador con el asunto de su contrarreforma eléctrica”, destaca Reforma.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Ante el panorama que nos asiste por la pandemia, es tiempo de tomar decisiones importantes, por más crudas que parezcan. Al igual que las empresas e instituciones, las personas, en especial las que laboran en la seguridad, deberían contar con un programa de prevención de riesgos y manejo de crisis, para hacer frente a situaciones de emergencia, aseguró Alberto Lascuráin, especialista en seguridad patrimonial, durante un foro organizado por la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada. En su intervención, Adversidad y resiliencia, claves para el profesional en seguridad, se refirió a los problemas que genera a la familia, socios o amigos cuando un familiar muere o enferma súbitamente. Indispensable contar con un análisis de riesgo y un programa de prevención en caso de una fatalidad. Las empresas se anticipan, ¿el gobierno lo ha pensado?”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“¿Cómo se llama la persona a la que le gusta que le tomen dictado? Bueno, pues en eso se ha convertido Andrés Manuel López Obrador con el asunto de su contrarreforma eléctrica. Y no solo porque el presidente ya les advirtió a los diputados –como si fueran sus empleados y no representantes del pueblo– que no le pueden mover ‘ni una coma’”.
“Bajo Reserva”, en El Universal:
“Dadas las críticas, dudas e inquietudes que ha generado la iniciativa preferente del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia eléctrica, este jueves se esperaba que el gobierno de la autollamada Cuarta Transformación echara toda la carne al asador para defender esta propuesta en el primer día del parlamento abierto que organizó la Comisión de Energía de la cámara de Diputados”.
“Trascendió” en Milenio:
“La Secretaría de Gobernación, mediante el subsecretario Alejandro Encinas, avanzó en la atención a los desplazados de Tierra Blanca Copala, en la zona triqui de Oaxaca, donde supervisó la operación de una base en coordinación con autoridades locales, que contempla patrullajes aleatorios, atención ciudadana y operativos con la Guardia Nacional, debido a que los pobladores se han quejado de ataques armados, como el de enero pasado, en que hubo dos muertos y 100 personas acabaron huyendo”.