Seguro que al entrar en Google hoy te habrá sorprendido ver como el último Doodle del famoso buscador es una representación animada de las Cuevas de Altamira, ya que se celebra hoy el descubrimiento de los dibujos de hace 36.000 años en estas cuevas ubicadas en Santilla del Mar, al norte de nuestro país.
La cueva de Altamira, así como sus pinturas y representaciones eran del todo desconocidas, hasta que en 1879, el botánico y arqueólogo Marcelino Sanz de Sautuola la encontró de manera prácticamente casual. La cueva llevaba más de 13.000 años oculta, pero la caída de un árbol arrastró consigo varias rocas que acabaron por descubrir la cueva.
Sautuola se acercó a la cueva y en su boca descubrió huesos de animales y herramientas, pero fue su hija María (de 8 años), en una visita de regreso, quien descubrió las pinturas en las paredes y techos de la cueva, que se remontan a casi 1,000 metros. Las paredes de la cueva cuentan por completo con ricos tonos de amarillo, rojo, negro y gris los cuáles representan animales como bisontes, caballos, ciervos, cabras y un jabalí, a los que se le suman además formas abstractas y huellas de manos humanas, todo pintado en carbón y en un pigmento ocre.
Desde su descubrimiento, se han generado infinidad de debates sobre cuál sería su origen. El propio Sautuola fue uno de los primeros en sugerir que tales pinturas rupestres podrían ser obra de personas que vivieron en España hace miles de años, algo que provocó el rechazo de otros arqueólogos europeos que no compartían la idea de que estas pinturas rupestres pudieran haber sido obra de personas prehistóricas, porque dudaban de que los humanos tuvieran la capacidad de pensar de manera abstracta o usar símbolos durante aquella época. La teoría de Sautuola sin embargo, fue cogiendo cada vez más peso con el paso de los años, teniendo en cuenta que se fue sabiendo como los humanos e incluso algunos de nuestros parientes homínidos, como los neandertales e incluso el Homo erectus , habían estado creando arte y joyas durante al menos 70,000 años.
De hecho, en 1902, un estudio del arqueólogo francés Henri Breuil demostró que las pinturas de la Cueva de Altamira pertenecían al periodo paleolítico, aunque no fue hasta 1985 cuando la UNESCO declarara la cueva Patrimonio de la Humanidad.
Posteriores estudios al realizado por Breuil demostraron que la gente vivió en Altamira en un período entre 14.000 años y 16.500 años atrás, haciendo la mayor parte de su vida cotidiana cerca de la boca de la cueva, dado que es en esa zona donde los arqueólogos encontraron capas de herramientas de piedra y otros artefactos. Sin embargo, los habitantes de la zona se aventuraban más adentro de la cueva para dibujar y pintar, aunque es posible que nunca entendamos exactamente por qué. Un estudio de 2008 encontró además que los pasillos y cámaras de Altamira tienen una galería de arte que abarca aproximadamente de 10,000 a 20,000 años. La pieza más antigua que se ha fechado hasta ahora es un símbolo rojo en el techo de una cámara, que data de alrededor de 36,000 años de antigüedad. El contorno de un caballo, dibujado en una línea roja punteada en el techo de la misma cámara, data de alrededor de 22,000 años de antigüedad.
En la actualidad la Cueva de Altamira no se puede visitar debido al deterioro con el paso de los años y las múltiples visitas que se han realizado. Por ello, el Museo que se creó en honor a la cueva, sortea cada semana una visita para cinco de sus visitantes, que deben entrar además llevando ropas y luces especiales durante un tiempo de tan solo 37 minutos.
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