Mauro Icardi ya ha comenzado los entrenamientos con su nuevo equipo, el Galatasaray de Estambul. El ya ex delantero del París Saint-Germain llegaba esta semana a Turquía, donde tuvo un recibimiento por todo lo alto, y lo hizo acompañado de sus hijos y de Wanda Nara, su mujer y representante.
“Gracias a todos por el recibimiento inolvidable de anoche. Fue un momento increíble tanto para mí como para toda mi familia. Espero poder devolverles un poquito de todo el cariño que me dan. Vamos @galatasaray”, escribió el jugador argentino este viernes en Instagram tras su presentación.
El importante papel de Wanda Nara en esta nueva etapa
Como decíamos, Wanda Nara no es solo la mujer de Icardi. Es una personalidad muy conocida en Argentina, es empresaria y, además, es la representante de su marido. Y si ya tuvo un papel importante en el fichaje del futbolista por el PSG, también lo ha tenido a la hora de llegar a un acuerdo entre el club francés y su club actual.
En ese sentido, el magacín argentino ‘LAM‘ (anteriormente conocido como ‘Los Ángeles de la Mañana’) ha revelado que Wanda habría puesto una serie de condiciones para que, finalmente, aceptaran comenzar una nueva vida en Turquía. “¿Qué pidió para Estambul? Chef, colegios, hotel hasta diciembre, casa, seguridad y chófer 24 horas“, afirmaba Pía Shaw en el citado medio.
Wanda defiende su trabajo como representante ante las críticas
Estos últimos días, Wanda se ha volcado totalmente en la llegada de su marido al nuevo club y en los inicios de esta nueva vida. Por ello, decidió no acudir a una grabación que tenía en Buenos Aires (la empresaria viaja muy a menudo a Argentina por trabajo), una decisión que le ha reportado muchas críticas. Algunos le acusan de ser “poco profesional“.
Lejos de ignorar la polémica, Wanda no dudaba en responder con contundencia. “Quiero decir que trabajo desde muy chiquita, así que todos los que quieran inventar tonterías pueden pedir las revistas de hace 30 años. Otro de mis trabajos es seguir los contratos y los cambios de Mauro, así que voy a hacer eso, que no lo hago tan mal. Yo hago los contratos y él juega en la cancha porque lo único que me faltaría es entrar a jugar”, dijo en Instagram, defendiendo su labor como representante.
“Y que podría vivir sin trabajar, seguramente sí. Yo, mis hijos y los hijos de mis hijos. Con 35 años logré que todos ellos puedan vivir sin trabajar. Si viviera con la tarjeta de crédito de mi marido, encerrada en mi casa, yendo y viniendo del supermercado, no hay mucho margen de error”, añadía, dejando claro que estas cosas pueden pasar cuando se trabaja en varios proyectos al mismo tiempo.