El penúltimo feminicidio en México acabó con la dignidad de Ingrid Escamilla dos veces. Una cuando la pareja de la joven descuartizó y desolló su cuerpo y la siguiente cuando se difundieron las imágenes de su cadáver en varios medios de nota roja (sucesos) de la prensa nacional.
Días después, las redes sociales siguen retorciéndose y exigiendo justicia para Ingrid Escamilla. Varios colectivos feministas y mujeres en las redes sociales han convocado manifestaciones el 14 y 15 de febrero frente a los medios de comunicación que publican este tipo de contenido sensacionalista y en la colonia donde vivía la joven asesinada, entre otros puntos.
Este jueves un grupo de mujeres se reunirán con el director del periódico La Prensa, que publicó las imágenes de Escamilla en su portada, para pedir acciones concretas para que no se repita la situación. EL PAÍS buscó al director del diario, Luis Jesús Carriles, quien prefirió no hacer comentarios al respecto.
“Los medios no tienen un trato ético con las víctimas de feminicidio”, dice Nat Saxosa, activista feminista y participante en las manifestaciones del próximo viernes, que prefiere no dar su nombre real. “Urge que acaten un protocolo para el tratamiento de casos de feminicidio, violación y violencia de género que no vulnere a las víctimas y no las revictimice”, expresa.
Entre las demandas expresadas están que los periódicos pidan perdón de manera pública “que se disculpen por vulnerar a la víctima, a sus familiares y filtrar información que genera morbo y cosifica a las mujeres”, dice Nat Saxosa quien considera que todas estas acciones tienen que ir acompañadas de formación con perspectiva de género dentro de las redacciones. El periódico La Prensa es una de las publicaciones más leídas y la de mayor tiraje en México con 287.000 ejemplares por delante de El Universal, La Jornada o Reforma, según la Dirección General de Medios Impresos.
“La apología de la violencia contra las mujeres es muy redituable para los medios”, dice Aimeé Vega Montiel del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México. “En México ya existe un marco normativo a través de la Secretaría de Gobernación y otras instancias para sancionar este tipo de publicaciones pero falta voluntad política de parte de las instituciones”, dice Aimeé Vega. “Hacen un circo con las víctimas, la violencia y el feminicidio, por eso es importante que hablemos y lo nombremos todas juntas en la calle”, dice Nat Saxosa.
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