El escritor y filósofo Baltasar Gracián nació un 8 de enero 1601 en Belmonte de Calatayud y murió el 6 de diciembre de 1658 en Tarragona. Este jesuita fue un destacado escritor del Siglo de Oro en España que aporta prosa didáctica y filosófica. Hoy destacamos las frases célebres de Baltasar Gracián en el día de su nacimiento.
A la hora de hablar de sus obras, destacar que escribió El Criticón o la alegoría de la vida humana.
La fortuna se cansa de llevar siempre a un mismo hombre sobre las espaldas.
Cuando el conocimiento de un hombre es profundo, habla bien de un enemigo. En lugar de buscar venganza, extiende generosidad inesperada. Convierte el insulto en humor … y asombra a su adversario, que no encuentra motivos para no confiar en él.
A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.
No expreses tus ideas demasiado claramente. La mayoría de las personas piensan poco de lo que entienden y veneran lo que no.
No te pongas en el lado malo de un argumento simplemente porque tu oponente se ha puesto en el lado correcto.
Sepa lo que es malo, no importa cuán adorado sea. Que el hombre sensato no lo confunda, incluso cuando está vestido de brocado, o en ocasiones coronado de oro, porque no puede ocultar su hipocresía, porque la esclavitud no pierde su infamia, por noble que sea el maestro.
Encontrar un verdadero amigo en la vida es buena fortuna; mantenerlo es una bendición.frases célebres de Baltasar Gracián
Métense a querer dar gusto a todos, que es imposible, y vienen a disgustar a todos, que es más fácil.
No es necio el que hace la necedad, sino el que, hecha, no la sabe encubrir.
Estiman algunos los libros por la corpulencia, como si se escribieran para ejercitar antes los brazos que los ingenios.
Es desgracia habitual en los ineptos la de engañarse al elegir profesión, al elegir amigos y al elegir casa. frases célebres de Baltasar Gracián
Mantenga el alcance de sus habilidades desconocidas. El hombre sabio no permite que sus conocimientos y habilidades sean sonados al fondo, si desea ser honrado en absoluto. Él te permite conocerlos pero no comprenderlos. Nadie debe conocer el alcance de sus habilidades, para que no se decepcione. Nadie tiene la oportunidad de comprenderlo por completo. Porque las conjeturas y las dudas sobre el alcance de sus talentos despiertan más veneración que un conocimiento exacto de ellos, sean tan grandiosos.
No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.
Tanto necesita la diligencia de la inteligencia, como al contrario. La una sin la otra valen poco; juntas, pueden mucho.
¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de la madre que la da y los lloros del hijo que la recibe?
Trate a sus enemigos con cortesía, y verá lo valioso que realmente es. Cuesta poco pero paga un buen dividendo: los que honran son honrados. La cortesía y el sentido del honor tienen esta ventaja: se los otorgamos a los demás sin perder nada.
Entramos todos en el mundo con los ojos del ánimo cerrados, y cuando los abrimos al conocimiento ya la costumbre de ver las cosas, por maravillosas que sean, no deja lugar a la admiración.
Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.
No es tanto la noche para que duerman los ignorantes cuanto para que velen los sabios. Y si el día ejecuta, la noche previene.
Nunca participes en los secretos de los que están por encima de ti; crees que compartes la fruta y compartes las piedras: la confianza de un príncipe no es una subvención, sino un impuesto.
Todos los mortales andan en busca de la felicidad, señal de que ninguno la tiene. Ninguno vive contento con su suerte.
Los envidiosos mueren no una vez, sino tan a menudo como los envidiados ganan aplausos.
Sólo las bestias pueden vivir sin libertad. No así el hombre, cuya condición hace necesaria ésta, a la que podría llamarse aire del alma.
No presumas todos los días, o dejarás de sorprender a la gente. Siempre debe quedar alguna novedad. La persona que muestra un poco más cada día cumple con las expectativas, y nadie descubre los límites de su talento.
La esperanza es gran falsificadora de la verdad: corríjala la cordura, procurando que sea superior la fruición al deseo.
No hay que decir cobra buena fama y échate a dormir, pues ya aun antes de cobrarla, se echan a dormir todos.
Son aplaudidas las necedades de un rico, cuando las sentencias de un pobre no son escuchadas.
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