Las grandes pifias de las estrellas de la NBA

Antetokounmpo lanza un tiro libre en el Milwaukee-Orlando, el 11 de enero.
Antetokounmpo lanza un tiro libre en el Milwaukee-Orlando, el 11 de enero.Alex Menendez / Getty Images

La línea de tiros libres se convierte a veces en lo más parecido a un cadalso. Se supone que, sin ninguna oposición, y ahora más sin la presión que conlleva el estrépito habitual de los aficionados, un jugador de la NBA debe meter entre siete y ocho de cada diez tiros desde los 4,60 metros en que está situada la línea. Giannis Antetokounmpo se acercaba a esos porcentajes. Pero el 15 de enero, en el partido entre Milwaukee y Dallas, el MVP de las dos últimas temporadas solo anotó uno de los 10 tiros libres que lanzó. El jugador griego, de 26 años, acostumbrado a deslumbrar, batió ese día un récord negativo. Fue la peor marca de un jugador en la historia de los Bucks con un mínimo de 10 tiros libres lanzados. Una muestra de lo traicionera que puede ser la línea y el contraste entre las grandes marcas de estrellas como Stephen Curry, Luka Doncic o el propio Antetokounmpo y sus puntuales fiascos.

“Cuando estoy en la línea de tiros libres, no pienso. Solo lanzo”, explicó Antetokounmpo después de su naufragio, suavizado porque los Bucks vencieron ese día a los Mavericks (112-109) y, pese a todo, aportó 31 puntos. “He hecho esto desde que tenía 12 años. Hay jugadores que probablemente piensan cuando lanzan. Yo, simplemente voy a la línea de tiros libres y me digo las cosas que siempre me digo a mí mismo: ‘ejecuta con una buena técnica y lanza la pelota más bien alta’, porque tiendo a quedarme corto”. Siempre ha habido jugadores especialmente negados en los tiros libres, algunos entre los mejores de la historia, como Shaquille O’Neal, que llegó a promediar poco más del 40% de acierto en varias temporadas; y ahora, también Andre Drummond, de Cleveland, que en cuatro ocasiones en que ha lanzado un mínimo de 10 tiros libres, se ha quedado en el 10% de acierto.

Un 2 de 16 de Curry

Stephen Curry, a sus 32 años, ha asombrado con su capacidad para volver a liderar a Golden State Warriors. Existían dudas sobre el tiempo que podía tardar en alcanzar su mejor nivel después de haberse fracturado la mano y haber disputado solo cinco partidos la pasada campaña. Con un equipo más limitado que en años anteriores, Curry ha asumido el mando y suma, con 28,4 puntos, el segundo mejor promedio desde que empezó en la Liga, en 2009. El 3 de enero, ante Portland, sumó 62 puntos, la mejor marca esta temporada en la NBA y la mejor de su carrera. Una semana después, ante Toronto, sumó solo 11, con una horrible tarjeta de tiro.

“Nunca pensé que haría 2 de 16, nunca pensé en eso”, dijo aliviado porque su equipo ganó a los Raptors (106-105). “Una vez hice un 0 de 11, otra un 1 de 10”, recordó. “Se trata, sobre todo, de seguir lanzando porque, finalmente, encontrarás el camino. Debes mantenerte involucrado en otras facetas del juego, obviamente en defensa, intentar coger rebotes (ese día sumó 9, además de 6 asistencias) y, si es necesario, ser un señuelo para la defensa rival. Hay muchas formas en las que puedes seguir influyendo en el juego, aunque no estés anotando. No me preocupa eso”, sentenció.

Luka Doncic sumó el domingo el 29º triple doble de su incipiente carrera, con 36 puntos, 16 rebotes y 15 asistencias. Superó así, a sus 21 años, los 28 triple dobles que obtuvo Michael Jordan a lo largo de su legendaria carrera. Pero el base esloveno acabó disgustado. Su equipo, Dallas, perdió precisamente ante los Chicago Bulls (101-117). “En la segunda parte he jugado fatal”, reconoció el 77 de los Mavericks. “Estaba siendo un poco egoísta porque anoté 30 puntos en la primera mitad y, en la segunda, no fui yo. Tengo que mejorar y eso solo depende de mí. Hice algunos tiros que no debí intentar”. Fue otro de los contrastes en el rendimiento de las estrellas en esta atípica temporada.


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