Después de unos últimos meses donde la preocupación ha sido la clara protagonista, Terelu Campos y Carmen Borrego despedían a su madre esta madrugada. María Teresa Campos fallecía sobre las 05:00h de la mañana a causa de una insuficiencia respiratoria grave que ha ido empeorando poco a poco durante los dos días que ha permanecido ingresada en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Su pérdida ha acaparado gran parte de los titulares del día, los cuales han recordado el gran legado profesional que deja María Teresa Campos para los futuros periodistas. Sin olvidarnos de la herencia personal que recogerán sus propias hijas para el resto de su vida.
A la vez que su vida estaba completamente volcada en informar y comunicar a través de la radio y la pequeña pantalla, María Teresa Campos también transmitió en infinitas ocasiones lo importante que era su familia para ella. En ella, deja una huella imborrable, pero sobre todo, en Terelu y Carmen, sus dos hijas que han estado a su lado hasta el final de sus días, volcadas completamente en su bienestar y su intimidad durante los años que ha luchado contra un imparable deterioro cognitivo.
María Teresa Campos y Terelu muy sonrientes / Gtres
Terelu Campos y Carmen Borrego siempre han mantenido una relación muy estrecha con su progenitora. Y es que cabe recordar que en 1984, José María Borrego, padre de ambas, fallecía de una manera inesperada, motivando que su madre se convirtiera en una de las piezas fundamentales de su vida, formando así una inquebrantable ‘piña’ entre las tres. Cuando ocurrió, Terelu tenía tan solo 18 años y su hermana Carmen, 17. Desde entonces, siempre han transmitido una gran unión ante las cámaras, ya que, las dos hermanas quisieron seguir los pasos de su madre en la televisión.
La hija mayor de la reconocida periodista ha reconocido en varias ocasiones la «suerte tremenda» que tenía de que María Teresa Campos fuera su madre, tanto en el aspecto personal, como en el profesional. Una opinión a la que se sumaba Carmen Borrego, quien, antes de colaborar delante de las cámaras, formaba parte de la televisión dirigiendo espacios como Día a día, el cual era presentado por la recién fallecida.
No obstante, cabe destacar que, más allá de la unión biológica y familiar, la vida de María Teresa Campos puso en su camino a Gustavo, el hombre que comenzó trabajando para ella como su chófer personal y que terminó convirtiéndose en un miembro más de la familia. «Es el hijo que nunca tuve», reconoció hace tan solo un año en una entrevista concedida para la revista Semana. Y es que, aunque no les una ningún tipo de lazo de sangre, lo cierto es que el vínculo que han logrado formar a lo largo de los años es más fuerte que el que pueden mantener muchas otras familias. «Él me cuida, me protege, es mis manos y mis pies», confesaba para el medio citado, donde protagonizaba la portada de la semana posando juntos. Siguiendo la misma línea y actitud, Gustavo manifestaba que para él, María Teresa Campos también figuraba como «una segunda madre».