Esta semana las empresas transportistas de carga formarán un comité con el gobierno para hacer frente a la crisis generada por el nuevo coronavirus, señala Capitanes en Reforma.
Los diarios de circulación nacional presentan opiniones y editoriales con información y trascendidos relevantes en materia económica.
Dinero, de Enrique Galván, en La Jornada:
Tibio apoyo de los banqueros a sus clientes
Los funcionarios públicos brincan de un lado a otro de la cancha oficial a la del sector privado. No se trata de invocar fantasmas lopezportillistas que ya demostraron no tener éxito en el pasado, sino de que los banqueros muestren responsabilidad social con este país que les ha dado dinero a ganar como han querido. Su asociación es parte del Consejo Coordinador Empresarial y firmó cumplir sus principios de ética social.
Presentaron un plan para diferir el pago a cuatro o seis meses los saldos de las tarjetas de crédito, dijeron que no generarían intereses moratorios… pero dejaron a la letra chiquita disfrazar que sí causan intereses ordinarios. Su clientela espera un plan serio que le ayude a salir de esta crisis sin paralelo en la historia del mundo.
Capitanes en Reforma:
Frente transportista
Pues esta semana las empresas transportistas de carga formarán un comité con el gobierno para hacer frente a la crisis generada por el nuevo coronavirus (Covid-19). El comité lo dirigirá la SCT, donde manda Javier Jiménez Espriú, para establecer medidas que permitan a los transportistas operar con seguridad y cuidados en salud. Este sector es parte de las actividades esenciales que no pueden frenarse en la emergencia sanitaria.
A través de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), que lleva Enrique González, las empresas han pedido que se garanticen sus operaciones para cumplir con el abasto de mercancías. Desde marzo pasado pidieron crear este comité que pondrá en la mesa la necesidad de contar con paraderos seguros con el fin de que los conductores tomen los descansos que establece la ley. Otra medida que pidieron es que se refuerce la seguridad para evitar robos a carga, un problema recurrente para este sector.
Coordenadas, de Enrique Quintana, en El Financiero:
Las horas más oscuras
Nos acercamos a días difíciles, mejor dicho, a los días más difíciles de esta dura temporada. Las dificultades van a presentarse en tres planos: salud, finanzas y economía. En materia de salud, la semana pasada, cuando se anunció la extensión del confinamiento general del país para el 31 de mayo, también se dijo que el pico de nuevos contagios llegaría hacia el 8 al 10 de mayo.
En materia financiera, la semana pasada concluyó con la reducción de las calificaciones de los bonos soberanos por parte de Moody’s y de la pérdida del grado de inversión en los bonos de Pemex. En términos económicos, el monitoreo de variables sensibles que realiza Citibanamex indica que los resultados de la actividad económica han empeorado al corte del 15 de abril.
Ricos y poderosos, de Marco Mares, en El Economista:
México, petróleo es destino
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió apostar el futuro de México al petróleo. A poco más de 1.5 años de haber iniciado, la actual administración, todo apunta a que pudiera ser una apuesta fallida. En ese tiempo, en lugar de haber logrado el rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera está arrastrando hacia la degradación crediticia al gobierno mexicano y muy probablemente, en el mediano plazo, a la pérdida de su grado de inversión.
Del estatus de buen pagador, México podría pasar a la condición de país especulativo o con probabilidad de impago. La semana que terminó, Pemex perdió su grado de inversión por dos calificadoras: Moody’s y Fitch. Sus bonos, aunque previamente ya eran cosiderados así, ahora, formalmente ya tienen calidad basura.
Activo Empresarial, de José Yuste, en Excélsior:
AMLO y Trump, se complican plazos y homologación
El presidente López Obrador quiere reunirse con Trump en junio-julio, aprovechando el arranque del nuevo acuerdo comercial, el T-MEC, que sería en julio. Sin embargo, el mandatario mexicano sorprendió a buena parte de la industria mexicana, la cual está pidiendo a gritos postergar, por lo menos por un semestre más, la puesta en marcha del acuerdo comercial.
El problema para la industria automotriz, siendo el principal sector exportador manufacturero, es que no puede cumplir, para julio próximo, con las nuevas normas exigidas en el acuerdo negociado por el subsecretario Jesús Seade, donde se obliga a la industria automotriz mexicana a elevar las reglas de origen de 62.5% a 75%. Pero ojo, no sólo es la industria automotriz. La National Association of Manufacturers, de Estados Unidos, que viene siendo la corporación de industriales de aquel país, le pide al presidente López Obrador que haya “reciprocidad” en medidas sanitarias para la industria.