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Las hospitalizaciones descienden hasta niveles de octubre en Cataluña

La UCI covid del Hospital del Mar de Barcelona.
La UCI covid del Hospital del Mar de Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI

Los hospitales catalanes siguen tomando aire poco a poco. La presión asistencial en los centros sanitarios mantiene el descenso de los últimos días y ya se encuentra a niveles del pasado mes de octubre. El Departamento de Salud notificó este miércoles 1.281 ingresados por coronavirus. Es la primera vez que la comunidad desciende de los 1.300 hospitalizados desde el 17 de octubre.

“Las restricciones han tenido un efecto durante todo este tiempo”, celebra Juan Pablo Horcajada, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital del Mar. “Y la vacunación y el buen tiempo también ha tenido un impacto en esta medida”, añade. A pesar de que el número de ingresados sigue siendo alto, la situación hospitalaria es visiblemente mejor día tras día. Cataluña ha bajado un 21% los hospitalizados por covid en nueve días. El descenso deja atrás una fase de gran presión: a finales de enero se superaron los 3.000 ingresos, y entre marzo y abril se osciló permanentemente entre los 1.400 y los 1.600. Los profesionales confían que el actual alivio tenga continuidad, aunque el fin del toque de queda abre una incógnita. “Si las fiestas se repiten el próximo fin de semana, la buena tendencia puede interrumpirse”, alerta Horcajada.

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El descenso también se ha notado en las UCI, que se ha acelerado en los últimos días y ha pasado de los 479 pacientes de hace una semana, a los 408 (un descenso del 14%) de este miércoles al mediodía. La situación en cada hospital, sin embargo, es muy variable. “En nuestro caso, las UCI se mantienen estables desde hace días”, explica Rafael Máñez, jefe de la Unidad de Críticos en el hospital de Bellvitge. El centro barcelonés asume algunos de los pacientes con pronósticos muy graves porque dispone tecnología Ecmo (Oxigenación por membrana extracorpórea, por sus siglas en inglés), una máquina externa de apoyo para ofrecer oxígeno a pacientes con los pulmones muy dañados y que necesitan una alternativa a los respiradores habituales. “Somos hospital de referencia y recibimos enfermos de diferentes zonas”, concreta Máñez. Estos pacientes requieren estadas de entre uno y dos meses en la unidad de críticos, por lo que las cifras en Bellvitge y el resto de hospitales de referencia se reducen menos que en otros centros. El hospital tiene este miércoles 24 pacientes críticos, uno más que hace un mes, y 15 semicríticos, dos menos. En cambio, los ingresos convencionales han pasado de los 36 a los 23 actuales.

A pesar de que la mayor parte de ingresados son personas de más de 50 y 60 años, explica Máñez, el doctor ha observado como la edad media de los pacientes ha descendido ligeramente. “La explicación se encuentra en la vacuna”, concluye. Máñez. “En todo este tiempo no hemos tenido ningún ingresado que tenga la pauta completa”, asegura, “lo único que hemos visto ha sido algún caso aislado de una persona que había recibido la primera dosis y acabó en la UCI”. En el hospital del Mar el 15% de los hospitalizados tenían menos de 30 años, según cálculos de Horcajada. “Los jóvenes no tienen miedo del virus, pero también les afecta. La pandemia está cambiando”. Horcajada y Máñez coinciden en la obesidad como uno de los principales factores de riesgo en estas edades.

El descenso de la presión ha permitido que los hospitales vayan recuperando toda su actividad. “Si todo sigue así, confiamos en que la semana que viene podremos estar al 100%”, asegura Josep Maria Mòdol, director médico del hospital Germans Trias. La exigencia por contener la covid ha obligado a cardiólogos y anestesistas a ayudar en las UCI. “Los cardiólogos ya han recuperaron cierta normalidad, y ahora también podrán los anestesistas”, concreta Mòdol.

La evolución favorable de los últimos días tiene una mancha. El desenfreno y las fiestas que se sucedieron en diferentes puntos de Cataluña la madrugada del sábado al domingo, en el primer día sin toque de queda. “Ver aquello sabe mal”, admite Mòdol, “No sé hasta que punto la población sabe el esfuerzo que los sanitarios hemos hecho para sacar esto adelante. Son muchos meses de trabajo a costa de un sobreesfuerzo personal muy bestia”. La distancia entre la enfermedad y los colectivos más jóvenes, que no son de riesgo, pueden explicar algunos comportamientos, según el director técnico. “Seguramente la percepción de seguridad les lleva a salir; aunque al mismo tiempo también es fácil que puedan transmitir el virus a la gente que quieren y que quizás no tienen la misma suerte que ellos”, alerta Mòdol. Además de los excesos nocturnos, Horcajada alerta de otro factor de riesgo: “Hay que tener en cuenta las variantes, porque existen dudas sobre si pueden saltarse la vacuna”, afirma. “En un mundo tan globalizado no podemos pensar que la pandemia esté acabada porque hay zonas que aún están muy afectadas”.

Dos tercios de las personas de más de 50 años, con una vacuna

Los principales indicadores confirman que Cataluña se encuentra en una fase de control del coronavirus. El porcentaje de positivos en las pruebas diagnósticas (4,91%) se mantiene por debajo del umbral del 5%, considerado de control por los organismos internacionales, mientras que la velocidad de propagación (0,85) acumula ocho días por debajo de 1, el valor de referencia. Los positivos semanales también siguen bajando: el Departamento de Salud ha notificado 7.658 positivos semanales, la mejor cifra de los últimos dos meses.

Dos tercios de la población catalana (67%) que tiene 50 o más años ya tiene puesta una dosis de la vacuna contra la covid, según Salud. En total, ya son 2.242.512 catalanes con una inyección (28,7% de la población) y 1.065.378 (13,6%) los que tienen la pauta completa. Este martes se inyectaron 58.485 nuevas dosis.


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