Columbia Británica fue la provincia canadiense más golpeada por la denominada “cúpula de calor” a inicios del verano. Ahora enfrenta el impacto de otro fenómeno meteorológico conocido como “río atmosférico”: largas bandas de vapor de agua en altura que causan abundantes precipitaciones. Diversas zonas de esta provincia ubicada en las costas del Pacífico han roto récords de lluvia —impuestos hace décadas— el domingo y el lunes. De acuerdo al Ministerio del Medio Ambiente de Canadá, en algunas poblaciones cayeron en 24 o 48 horas las precipitaciones esperadas para todo el mes de noviembre. Miles de hogares recibieron órdenes de evacuación. El cielo ha dado tregua, pero las inundaciones y los deslaves continúan.
Este lunes, 275 personas fueron rescatadas —la mayoría en helicópteros militares— de un tramo carretero cercano a la comunidad de Agassiz. Tuvieron que pasar una noche dentro de sus vehículos. Cinco autopistas del sur de la provincia han sido cerradas. Este martes, la Real Policía Montada de Canadá anunció la primera muerte por estos eventos. Se trata de una mujer fallecida cerca de la localidad de Lillooet por una corriente de lodo. Las búsquedas continúan en este punto, ya que las fuerzas del orden creen que hay otras víctimas. Las autoridades provinciales han solicitado a la población evitar todo viaje no esencial. Las escuelas ubicadas en el Valle de Fraser (que comprende las ciudades de Abbostford, Chilliwack y Mission; a pocos kilómetros de la frontera estadounidense) permanecen bajo llave.
Más de 20.000 hogares continúan este martes sin electricidad y el acceso a la telefonía móvil se ha visto afectado en distintos puntos de la provincia. Numerosos servicios de ferry, suspendidos por las condiciones meteorológicas, retoman gradualmente sus actividades. Cerca de 7.000 residentes de la ciudad de Merritt fueron evacuados por la amenaza que representan las aguas del río Coldwater. En Princeton, 295 personas también tuvieron que abandonar sus domicilios, lo mismo que en cuatro reservas indígenas. Los afectados han encontrado refugio en una red de albergues. Una alerta de inundación fue emitida el lunes en la isla de Vancouver.
Mike Farnworth, ministro provincial de Seguridad Pública, agradeció en rueda de prensa el apoyo de los distintos niveles gubernamentales. “Seguiremos trabajando juntos, cuidándonos y manteniéndonos seguros”, afirmó. Por su parte, Justin Trudeau, primer ministro canadiense, se dirigió en Twitter a los habitantes de Columbia Británica. “Vamos a proporcionarles el apoyo que necesitan para afrontar y recuperarse de estas inundaciones y condiciones extremas”, escribió. El ministerio del Medio Ambiente de Canadá indicó que no se esperan precipitaciones este martes y miércoles, pero que la lluvia puede volver el jueves. Incluso la nieve podría llegar a algunas zonas de la provincia.
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