Si te gustan las series y películas de cárceles y quieres conocer una por dentro, debes saber que en España hay varias que se pueden visitar. Aunque pueda parecer algo extraño y tenebroso descubrir este tipo de lugares, lo cierto es que cada vez son más las personas interesadas en visitar centros penitenciarios.
Cárcel del Broto (Huesca)
Ubicada en el Valle de Broto, en la provincia de Huesca, estuvo en funcionamiento entre los siglos XVI y XX. Lo que más impacta de la visita a esta cárcel son los grabados que realizaron los prisioneros: rezos, cuenta de los días que llevaban encerrados… Además, en algunas mazmorras se conservan las cadenas y grilletes con los que los reos estaban inmovilizados. En 2005 se llevó a cabo una restauración del lugar, y desde entonces se puede visitar.
Cárcel de Valdenoceda (Burgos)
Entre 1932 y 1942 fueron encarcelados en este centro penitenciario miles de presos políticos. Situado en la comarca de las Merindades, al norte de la provincia de Burgos, llegó a acoger más de 5.000 presos, por lo que el nivel de hacinamiento era insoportable.
Cárcel Modelo (Barcelona)
Se encuentra en pleno centro de la ciudad de Barcelona. En su momento La Modelo fue una de las cárceles más importantes de España. Se construyó entre los años 1881 y 1904, y fue centro de internamiento de un gran número de disidentes políticos. En 1984 se hizo famosa por el motín de presos y la fuga de «El Vaquilla». Cerró sus puertas en el año 2017, y ha sido reconvertida en una cárcel-museo donde los visitantes pueden conocer de primera mano cómo era la vida de los presos.
Cárcel de Pedraza (Segovia)
En la localidad segoviana de Pedraza se encuentra una de las cárceles más sobrecogedoras de nuestro país. Su origen data del siglo XIII, y durante años fue el lugar de condena de delincuentes de todo tipo. También acogía a reos peligrosos que cumplían su pena en el sótano de la prisión. Todos los días hay visitas guiadas de 20 minutos de duración.
Fuerte de San Cristóbal (Navarra)
Una fortaleza militar ubicada en el monte Ezkaba, a escasos kilómetros de distancia de la ciudad de Pamplona. Fue construida entre los siglos XIX y XX, y desde 1934 a 1945 fue un penal militar. Según los datos oficiales, en ella murieron 305 presos. El 22 de mayo de 1938 se fugaron 795 reclusos de los 2.497 que acogía el centro en esos momentos. Tras su cierre y posterior abandono, la naturaleza se ha apropiado del edificio.
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