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Las mejores frases de Bertrand Russell

Bertrand Russell fue un filósofo, matemático y escritor británico que ganó el Premio Nobel en Literatura en 1950.

Dio muchos conceptos que se aplican actualmente y además se mostró  como activista fue algunas veces por sus creencias. Hoy conocemos un poco más sobre este personaje a través de las frases de Bertrand Russell.

Nos hallamos frente al hecho paradójico de que la educación se ha convertido en uno de los principales obstáculos en el camino de la inteligencia y de la libertad del pensamiento.

El hombre juicioso sólo piensa en sus males cuando ello conduce a algo práctico; todos los demás momentos los dedica a otras cosas.

La última consecuencia de la civilización es su aptitud para ocupar inteligentemente los ratos de ocio.

Es la preocupación por las posesiones, más que ninguna otra cosa, lo que evita que el hombre viva noble y libremente.

La felicidad que requiere intoxicación, sea del tipo que sea, es espuria y no satisface. La felicidad auténticamente satisfactoria va acompañada del pleno ejercicio de nuestras facultades y de la plena comprensión del mundo en que vivimos.

La historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable.

El hombre prudente sólo piensa en sus dificultades cuando ello tiene algún objeto. Cuando no, piensa en otra cosa.

Sé sincero, incluso si la verdad es inconveniente, pues resulta más inconveniente cuando tratas de ocultarla.

Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas.

Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer imposible lo posible.

Muchas personas preferirían morirse antes que pensar; en realidad eso es lo que hacen.

La calumnia siempre es sencilla y verosímil.

Los más ilustrados de entre los griegos sostenían que la esclavitud era justificable siempre que los amos fueran griegos y los esclavos bárbaros, pero el caso opuesto era contrario a la naturaleza.

Los educadores, más que cualquier otra clase de profesionales, son los guardianes de la civilización.

Cuanto más intensa ha sido la religiosidad de cualquier período, y más profunda la creencia dogmática, han sido mayor la crueldad y peores las circunstancias.


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