Paul Auster es un escritor estadounidense que se ha hecho cada vez más popular en todo el mundo gracias a sus novelas. Veamos las mejores frases de Paul Auster y fragmentos de sus libros. Pues Nueva York de 1987, Moon Palace de 1989 y La música del azar de 1990 son algunos de sus libros.
Estos y otros le han hecho más famoso por ser leído en diferentes partes del mundo. Conoce mucho más sobre este escritor a través de sus frases.
Las citas de Paul Auster y fragmentos de sus libros
En última instancia, una vida no es más que la suma de hechos contingentes, una crónica de intersecciones casuales, de azares, de sucesos fortuitos que no revelan nada más que su falta de propósito.
Las heridas son una parte fundamental de la vida, y a menos que uno esté herido de alguna forma, jamás se hará hombre.
Habla ya antes de que sea demasiado tarde, y confía luego en seguir hablando hasta que no haya más que decir. Después de todo, se acaba el tiempo. Quizá sea mejor que de momento dejes tus historias a un lado y trates de indagar lo que ha sido vivir en el interior de este cuerpo desde el primer día que recuerdas estar vivo hasta hoy. Un catálogo de datos sensoriales. Lo que cabría denominar fenomenología de la respiración.
El truco consiste en no decir nada sobre uno mismo de la forma más elegante y sinuosa posible, para hacer reír a la otra persona, para mostrarse ingeniosos. Son las mejores frases de Paul Auster
Lo que es importante para mí son los niños pequeños, y lo desesperados que están por oír historias, que les cuenten cuentos todo el rato. Algunos de esos cuentos son muy violentos, y pensamos que eso no es para niños. Pero sí lo es, porque estos cuentos nos dicen que se traten sus miedos, pero de una manera segura. Del Libro Trilogía en Nueva York.
Nada dura, ni siquiera los pensamientos dentro de ti. Y no debes perder tu tiempo buscándolos. Una vez que una cosa se ha ido, es el final. Del libro El país de las últimas cosas
Nuestras vidas no son más que la suma de múltiples contingencias, y no importa cuán diversas puedan ser en sus detalles, todas comparten una aleatoriedad esencial en su diseño: esto es eso, y debido a eso, esto. Del libro El país de las últimas cosas
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