Las mejores frases de un gran filósofo y pensador del siglo XVIII

Adam Smith fue un filósofo y economista escocés. Se le considera uno de los principales exponentes de la filosofía de la economía y de la economía clásica, y ha pasado a la historia por su obra ‘La riqueza de las naciones’, publicada en el año 1776. Considerado el padre de la economía moderna, fue el primero que hizo un estudio en profundidad acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza. A continuación hemos seleccionado algunas de las mejores frases de Adam Smith, sobre las que merece la pena reflexionar.

Frases de Adam Smith

1. Si abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces.
2. Tan pronto como la tierra se ha convertido en una propiedad privada, el terrateniente exige una parte de casi todos los productos que el trabajador pueda producir o recoger en ella.
3. Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables.
4. Muchas personas pasan por nuestra vida, pero sólo muy pocas llegan a ocupar un gran lugar en nuestro corazón.
5. No somos más que uno de la multitud, en ningún aspecto mejor que cualquier otro en ella.
6. Todo hombre sobrevalora en cierta medida sus posibilidades de éxito y la mayoría subvalora sus posibilidades de fracaso.
7. La verdadera tragedia de los pobres es la pobreza de sus aspiraciones.
8. El resentimiento parece que nos ha sido dado por la naturaleza como defensa y solo como defensa. Es la salvaguardia de la justicia y la seguridad de la inocencia.
9. No hay en la vida nada más inesperado ni sorprendente que la aparición y el desvanecimiento del placer.
10. La diferencia entre dos personas totalmente distintas, como por ejemplo un filósofo y un vulgar mozo de cuerda, parece surgir no tanto de la naturaleza como del hábito, la costumbre y la educación.
11. Cada individuo se esfuerza siempre para encontrar la inversión más provechosa para el capital que tenga.
12. Si hoy nos encontramos con él en un lugar, será en vano buscarlo mañana allí mismo. No es posible tender lazos para apresarlo.
13. Es una grandísima impertinencia y presunción de reyes y ministros el pretender vigilar la economía privada de los ciudadanos y restringir sus gastos.
14. Al perseguir su propio interés, frecuentemente fomenta el de la sociedad mucho más que si en realidad tratase de fomentarlo.
15. La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.